Fiesta de pueblos, fiesta de humanidad
Concluyó el evento que removiera por siete días a la ciudad de Holguín, en la provincia cubana del mismo nombre. Aunque arduas jornadas han pasado y el tiempo pone colofón a la XVIII Fiesta de la Cultura Iberoamericana, esta jornada no es para los amigos una despedida. Incluso con huracán y devastaciones, vientos de solidaridad y entereza llevaron por buenos caminos este evento que ya pasa a la historia de la ciudad, pero sobre todo a la memoria afectiva de los que participaron.
Fiesta para las personas pero sobre todo para las civilizaciones, para la etnicidad, esta también ha sido la celebración de la solidaridad. Las huellas de Sandy hicieron rotunda mella en el oriente cubano y allá se fueron también los delegados a llevar su apoyo, su arte, su entendimiento.
Los saldos, además de cultura, saber y pensamiento, tienen que ver asimismo con la certeza de una Iberoamérica única que lucha cada vez más por imbricarse. Holguín ha sido y es capital de ello.
La estela de desastres post-huracán es cuantiosa, pero la entrega de quienes a estas tierras han asistido conmueve. Así lo considera también Alexis Triana, presidente del comité organizador de esta Fiesta de color multinacional:
“Justo en su inicio el evento dio un vuelco y nos centramos en cómo ayudar a los damnificados con un huracán de solidaridad. Esto marcó una diferencia, es cierto, pero a todas luces positiva. Mucho se ha hecho en cuanto a arte y cultura concierne, y aún es tiempo de velar por los que están ahora en desventaja. Pasar por Santiago de Cuba, hacer la Ruta del Cobre y visitar poblados y municipios altamente maltratados por este embate, es parte del programa inmediato incluso cuando la Fiesta esté tocando su punto final.
“Una vez más las Brigadas Internacionales de Solidaridad han sido puntal indiscutible. También nuestros artistas y delegados nacionales, en especial la Steel Band del poblado santiaguero de El Cobre, proveniente de una región tan afectada y de la cual varios miembros de igual forma han sufrido los percances del ciclón, que sin embargo han estado acá entregando su destreza. Devolver este gesto a los hermanos santiagueros es un compromiso de honor para los participantes y para el comité organizador”.
En términos de lo alcanzado, el también director provincial de Cultura refiere: “Haber logrado restablecer la XVIII edición de la Fiesta a pesar del paso de un huracán habla de la calidad de los artistas participantes en esta edición, de la calidad humana quiero decir, no solamente de la profesional. Conseguir que sesionara con todo rigor el Congreso Iberoamericano de Pensamiento, con un alto número de investigadores y catedráticos de toda Cuba y el extranjero, dice también mucho de la dedicación de estas personas que tampoco se retiraron de la ciudad hasta haber cumplido su propósito.
“Igualmente es un hecho histórico que hayamos señalado con tarjas, junto a los Poetas del Mundo, los lugares que el poeta Pablo Neruda recorrió en esta ciudad. Muy relevante es a su vez que ni siquiera las actividades públicas se suspendieran, sino que apoyáramos de tal manera a la recuperación de la ciudad, porque como mismo evacuamos los escenarios los volvimos a tener y cada país pudo hacer su representación, cada artista, poniéndose a consideración de tanto público. Además no se retiró ni uno solo de los más de 260 delegados de 17 países asistentes, a pesar de que incluso la inmensa mayoría de ellos vivió el huracán con nosotros.
“Que la Feria de Artesanía Iberoarte esté sesionando ahora mismo con más de 45 artesanos extranjeros y también muchos cubanos; que el Centro Cultural Ibérico se haya mantenido a lleno total con los descendientes de las sociedades españolas; que las exposiciones de artes plásticas, la muestra audiovisual, el Coloquio de Letras tuviera tanta vida, que absolutamente ninguna de estas actividades haya sido pospuesta, habla sin lugar a dudas de la vitalidad de este evento.
“Pero, sobre todo, hay que destacar que cuando propusimos cambiar el concepto, cuando hablamos a los delegados de desdoblarnos en brigadas artísticas de solidaridad, cuando les presentamos las imágenes de la destrucción de ciudades como Banes, Mayarí, la respuesta fue sumarse a estos grupos de ayuda, subirse a los ómnibus, y dar cuanto se podía para apoyar a esas personas.
“A Bariay fuimos a convocar la edición del 2013 y fue una verdadera celebración de un hecho histórico, relevante como ese Encontronazo de Culturas que tuviera lugar con la llegada de Cristóbal Colón. Hemos vivido mucho, y todo esto ha convertido a esta edición en un festejo de la solidaridad, donde la grandeza de los artistas, su humanidad, es el verdadero saldo fundamental de esta fiesta latinoamericana”.