Estados Unidos: Nueva York contará desde el 2009 con un nuevo rascacielos inmobiliario de marca Trump
Estados Unidos. El multimillonario Donald Trump presentó en Nueva York el proyecto de su nuevo hotel de lujo de 46 plantas, con el que modificará el paisaje urbano del barrio del Soho, y para el que ya cuenta con la oposición de los vecinos de la zona.
El conocido y polifacético magnate brindó, en conferencia de prensa, los detalles de la que será "una de las experiencias más lujosas que se pueden experimentar en todo el mundo".
A pocos metros del enclave donde se levanta ya la estructura del hotel y ofrecía esta información, se manifestaban más de un centenar de neoyorquinos en contra del nuevo proyecto de Trump.
"Gracias a los manifestantes de ahí fuera, ya que nos ayudan a conseguir el éxito de un proyecto para el que ya hemos recibido unas 3.200 solicitudes de compra", bromeó Trump.
Nueva York tendrá un nuevo rascacielos con el nombre de Trump en la primavera del 2009, cuando finalice la construcción del nuevo proyecto inmobiliario, una elegante torre de cristal que albergará un complejo hotelero de lujo, cuyas habitaciones estarán también a la venta.
Trump presentó una reproducción de la alta torre que construye en el barrio de la moda y que contará con 400 habitaciones, ante la prensa y los invitados.
El empresario se mostró convencido de que su hotel, que llevará el nombre de "Trump Soho", se convertirá en "uno de los edificios más bellos del bajo Manhattan", gracias al valor de una arquitectura, obra de la firma Handel Architects, y un diseño de sus espacios, a cargo de Rockwell Group, que lleva "una nueva definición de hotel de lujo al Soho".
"Será un nuevo punto de referencia en Nueva York, además de una obra arquitectónica admirada internacionalmente", aseguró Donald Trump hijo, quien acompañó a su padre junto a sus hermanos Eric e Ivanka, también involucrados en el proyecto inmobiliario.
El hotel se caracterizará, sobre todo, por ofrecer, desde la gran mayoría de sus plantas, una vista panorámica completa de Nueva York, en la que se incluyen desde la Estatua de la Libertad al Empire State, ya que a su alrededor no cuenta con ningún edificio de su mismo tamaño.
Una bodega privada, una biblioteca selecta, un restaurante internacional y una terraza con piscina son otras de las características que destacó Trump de su nuevo proyecto, en el que se ofrecen 141 suites de lujo, 253 estudios, cinco áticos y una suite presidencial.
Los vecinos de la zona del Soho en la que se construye el hotel, conocida como Hudson Place, al oeste de Manhattan, mostraron su oposición a un edificio que ven como un intruso que no tiene nada que ver con la arquitectura de la zona.
"No queremos un edificio de 46 plantas porque, además de ser algo extraño aquí, es ilegal porque el solar que ocupará está contemplado para espacio comercial y no residencial", según aseguró Alison Sky, una de las manifestantes, que vive en el barrio desde los años sesenta.
"Por qué Donald Trump puede hacer algo que va contra la ley y que siempre ha contado con la oposición de la comunidad?", se preguntaba Sky mientras el magnate llegaba al edificio rodeado de un dispositivo policial y de seguridad.
"No necesitamos un rascacielos de 46 plantas, pero eso no significa que estemos en contra del progreso de la zona si se lleva a cabo teniendo en cuenta la dinámica del barrio, algo que el señor Trump no ha hecho", aseguró a otra de las manifestantes, Linda Mason, artista que vive en la zona desde la década de los ochenta.