España se lo pone difícil a las cadenas hoteleras extranjeras

11 de Febrero de 2009 3:19am
godking

España es el segundo país del mundo en la recepción de turistas —en 2008 albergó a 57,4 millones— y por el nivel de ingresos que generan. Es un importante destino de ocio, al tiempo que algunas de sus ciudades registran un alto volumen de negocios. Ambas condiciones le convierten en objeto de deseo de las grandes marcas hoteleras extranjeras. Sin embargo, no les resulta fácil establecerse aquí.

Suponen sólo el 5% del total de la oferta hotelera disponible en España. Con algunas excepciones en la costa, prefieren hoteles urbanos y Madrid y Barcelona se llevan la palma.

En la capital de España, estas marcas acaparan el 7% de su planta de alojamiento. En 2008, se produjo el aterrizaje de Hilton —que ya estaba presente en Barcelona, Valencia y Toledo— y para finales de este año está prevista la apertura del primer hotel de Radisson. También Marriot ha elegido este destino para expandir su nueva enseña Edition.

En Barcelona, las cadenas extranjeras suman el 11% del total de las habitaciones ofertadas. Ahora ultiman la apertura de sendos establecimientos dos marcas de lujo: la asiática Mandarin y la americana W —de Starwood, la firma que explota el Palace de Madrid con su marca Westin—.

Capacidad de atraer turistas

Desde diferentes ámbitos señalan que la presencia de firmas extranjeras aporta grandes ventajas para las ciudades en las que se instalan, ya que suponen la llegada de nuevos visitantes.

Inmaculada Ranera, directora general para España y Portugal de la consultora inmobiliaria Chrisie+Co, cree que “aportan una red de reservas, ya que cuentan con clientes fieles que pueden convertirse en nuevos visitantes de la ciudad. A la hora de viajar, muchos usuarios optan por marcas conocidas que les garanticen el mismo servicio en todos los países”.

Para Aurora Prat, directora de inversión de Jones Lang LaSalle Hotels para la península Ibérica, las firmas extranjeras “ayudan a posicionar a España en el mapa ya que consiguen atraer a un público al que muchas firmas españolas no pueden llegar, tan sólo las que tienen mayor presencia fuera de nuestras frontera".

Carlos Miró, director de Desarrollo de Hilton en España, cree que “la presencia de cadenas extranjeras es insuficiente, sobre todo si se compara Madrid o Barcelona con las principales ciudades europeas, donde la presencia de estas cadenas es mucho mayor”.

Incluso en Portugal existen más firmas extranjeras, apunta Aurora Prat, debido a la influencia anglosajona en este país, según señalan algunos expertos, o por la falta de iniciativa de los empresarios lusos, añaden otros.

Explotación

Una de las principales dificultades para la implantación de las firmas foráneas reside en el modelo de explotación de los establecimientos. Muestran preferencia por la gestión o la franquicia, fórmulas que no complacen a los empresarios españoles, más partidarios de ceder su inmueble en régimen de alquiler o venta.

En el caso del arrendamiento, el propietario obtiene entre el 70% y 75% del beneficio del hotel, el resto es para la empresa gestora. En los contratos de gestión, el porcentaje se eleva al 85% o el 90% para el dueño del mismo, y la marca que lo explota consigue entre el 10% y el 15%.

La diferencia es que con esta segunda fórmula, el propietario se arriesga más, pues el beneficio depende del desarrollo de la actividad hotelera, mientras que en el primer caso se asegura una cantidad fija.

No obstante, el alquiler corre también su riesgo, como señala Carlos Miró, pues en circunstancias económicas adversas como la actual se hace necesario, en ocasiones, renegociar los contratos para poder afrontar el pago de la renta.

La directora de Christie+Co reconoce que a veces el contrato de gestión es un freno. Son acuerdos de muchas páginas, con anexos muy amplios que incluyen numerosos requisitos, propios de la cadena, al margen de los establecidos en la legislación española. Inmaculada Ranera cree que este tipo de contrato se ha de flexibilizar. De hecho, ya existen fórmulas mixtas, como la que incluye el beneficio por gestión y un fijo garantizado.

Por otro lado, las cadenas españolas suponen un freno para la entrada de las firmas extranjeras, sobre todo en el segmento de los hoteles de tres y cuatro estrellas, donde “las firmas nacionales lo están haciendo muy bien”, señala el ejecutivo de Hilton.
La ubicación del hotel, situado en las principales calles y avenidas de la ciudad, es otro requisito, no siempre fácil, para las marcas del exterior.

Back to top