España: Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, dueños de Marsans, procesados por estafa, delito tributario, falsedad documental y desvío de fondos públicos

02 de Mayo de 2007 9:56am
godking

España. La jueza Gema Gallego solicita nuevas diligencias en el caso donde se imputa a Gerardo Díaz y Gonzalo Pascual, dueños del Marsans, por estafa procesal, delito tributario, falsedad documental y desvío de fondos públicos. Según Hispanidad.com, se trata de la misma juez que enmendó la plana a Garzón, en el caso de los peritos del 11-M. La decisión de la titular del Juzgado nº 35 en el "Caso Aerolíneas" ha llegado en el peor momento posible para los dos imputados, pues Díaz Ferrán se prepara para asumir presidencia de la patronal CEOE y Pascual aspira a presidir Iberia, si Lufthansa gana la puja.

El origen del caso está radicado en el gobierno Aznar, cuando el Ejecutivo regala Aerolíneas Argentinas a Marsans, y le concede además más 750 millones de dólares para su reflotamiento. Pues bien, la juez ve indicios de que ese dinero no llegó a destino, por lo que acusó a Pascual y Díaz de estafa procesal, delito tributario, falsedad documental y desvío de fondos públicos. Ahora, y a pesar de la falta de colaboración del gobierno de Zapatero y del acuerdo de Marsans con el gobierno de Kirchner, la jueza Gallego amplía las diligencias en una resolución que lleva fecha de 11 de abril.

Últimos sucesos en la historia de Aerolíneas Argentinas y Austral

A partir de los acuerdos firmados en Madrid entre el gobierno de Kirchner y los dueños de Aerolíneas Argentinas y Austral, en junio del 2006, Antonio Mata fue reemplazado como máximo responsable de las dos aerolíneas por Esteban Maccari, a la vez que Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz asumieron personalmente la responsabilidad de todas sus decisiones de gestión, sumando a las estratégicas que tuvieron desde octubre del 2001, cuando compraron ambas compañías por un dólar a la SEPI, las más coyunturales de mediano y corto plazo; reservándose, incluso, el rol de interlocutores privilegiados de los sindicalistas, históricamente críticos de Marsans, los técnicos aeronáuticos y los pilotos de Aerolíneas Argentinas, agrupados en APTA y APLA.

En agosto de ese mismo año, Pascual y Díaz, junto con Maccari, se reunieron en la Casa Rosada, la residencia oficial del gobierno argentino, para comprometerse a un mega-plan de inversión en flota por USD 1000 millones, a efectuarse entre el 2006 y 2009. En esta oportunidad ambos empresarios lograron preservar su control sobre Aerolíneas Argentinas y Austral, a pesar de las gravísimas acusaciones judiciales que existían sobre Marsans por fraude contable y vaciamiento de los fondos de la aerolínea bandera. Lograron esta operación con la renuncia de Antonio Mata y la devolución del 5% del accionariado de Aerolíneas Argentinas al Estado nacional, aunque no en condición de intangible y sin acción de oro o poder de veto alguno para los dos directores estatales.

Sin embargo, a pesar de tanto fuego de artificio mediático de renovación y cambio, todo fue peor desde entonces para Aerolíneas Argentinas y Austral. Así lo han colaborado en estos días publicaciones como La Nación, Clarín o el propio Hispanidad.com

Una situación caótica

En la actualidad los servicios de cabotaje de ambas compañías son severamente deficientes, con quejas constantes de los pasajeros, quienes hasta han tomado aeronaves para hacer valer sus derechos. También son sistemáticos los reclamos por la insuficiencia de vuelos desde todas las regiones de la Argentina, un país que por su vasta extensión es inevitablemente aerodependiente social y económicamente, en especial, respecto de los ingentes ingresos externos de su negocio turístico.

Las demoras y cancelaciones, no solo en cabotaje sino también en internacional, son permanentes y de largas horas, como ha quedado plasmado en todos los medios periodísticos argentinos, comenzando por sus dos diarios más importantes de alcance nacional, La Nación y Clarín.

El primero, reflejó dramáticamente la situación junto con su opinión, en el editorial titulado "Pasajeros y Rehenes". Ambos, informaron minuciosamente en reiteradas oportunidades sobre las crónicas anomalías en los servicios aéreos de Aerolíneas Argentinas y Austral, como quedó reflejado en las tres notas adjuntas de enero y marzo de 2007. La Nación da cuenta del colapso aerocomercial que significa para la Argentina, que sus dos principales aerolíneas, que cubren el 85% de su tráfico interno, tengan el peor funcionamiento de toda su historia.

Por su parte, Clarín, denuncia que el 75% de los vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral salen con demoras de hasta ocho horas, y que también son frecuentes las cancelaciones. La Nación demostró, además, que la mayor parte de las demoras en cabotaje de Aerolíneas Argentinas son consecuencia de su falta de flota y de los repuestos necesarios para su mantenimiento, mientras que en Austral esos factores causan la mitad de las mismas. Refutando con ello, objetivamente, los intentos de las máximas autoridades empresarias de culpar por tan enormes demoras, a la salida de funcionamiento a partir de marzo pasado de los dos radares que operan en los principales aeropuertos argentinos de Ezeiza y Aeroparque, con el fin de ocultar los motivos reales causados por la falta de inversiones, deslindar responsabilidades empresariales y, exigir al gobierno argentino indemnizaciones por las pérdidas económicas exclusivamente atribuidas a la inoperatividad de dichos radares

Como revela el informe de La Nación, los porcentajes de las demoras en destinos locales para Aerolíneas y Austral fueron respectivamente: en octubre del 2006 de 53% y 31%; en noviembre del 2006 de 56% y 31%; en diciembre de 64% y 53%; en enero del 2007 de 47% y 27%; en febrerode 62% y 36%; y a partir de los problemas con los radares surgidos en marzo pasado, subieron al 79% y 75%, hasta el 14 de de ese mes.

La situación en los vuelos internacionales de Aerolíneas Argentinas no resultó mejor, baste recordar, que durante febrero pasado cientos de usuarios quedaron varados en Miami y Madrid: 200 pasajeros en el primer destino que sufrieron un retraso de más de 24 horas y 100 pasajeros padecieron una demora de más de siete horas en Buenos Aires, con enfrentamiento incluido a causa de sus reclamaciones, con la Guardia Civil.

A principios de marzo último, ante la abrumadora cantidad de demoras y cancelaciones, de la que el malhumor e ira de los pasajeros daba fe diaria, el Gerente de Asuntos Corporativos de Aerolíneas Argentinas y Austral, Jorge Molina, tuvo que reconocer a Clarín que las demoras y cancelaciones en el 75% de sus vuelos, se debía a que la flota "era antigua y exigía chequeos de mantenimiento más frecuentes".

Molina dijo la verdad, aunque no toda, la gran mayoría de las aeronaves de la aerolínea de bandera argentina y de Austral son obsoletas tecnológicamente, lo que las hace antieconómicas por su mayor gasto en combustible y sus superiores exigencias en mantenimiento, que además reducen significativamente los tiempos de operación de las mismas. Pero, también, las flotas de las dos aerolíneas son insuficientes, y por lo tanto incapaces de satisfacer la gran demanda interna y externa que podrían, si contaran con la cantidad de aeronaves suficientes, que hace mucho deberían tener.

"Esa situación de postración de Aerolíneas y Austral en su principales activos de producción, se debe a que sus dueños mayoritarios, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, únicamente han vendido y siguen vendiendo humo desde su control de ambas compañías, en lugar de invertir en más aviones de actualizada tecnología, mayor infraestructura técnica e insumos aeronáuticos", concluye Hispanidad.com en su información más reciente sobre el tema.

La actual realidad que viven las dos aerolíneas resulta mucho más cuestionable si se tiene en cuenta que el Estado español, a través de la SEPI, le entregó a Marsans desde fines del 2001 más de 750 millones de dólares, para desarrollar un plan de negocios que recapitalizara y expandiera económicamente a Aerolíneas Argentinas y Austral, a la vez que saneara financieramente a la primera. Ni uno ni lo otro ha sucedido a más de cinco años de inicio de la administración Marsans, y también por ello tendrán que responder Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz.(Fuentes: Hispanidad.com; http://www.politicaydesarrollo.com.ar/)

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