España: Barceló se prepara para un litigio con Nicaragua por el caso del hotel Montelimar

Fuente: ABC.es

España. Un contrato con quince años de vigencia, una inversión millonaria y su apuesta por el turismo de Nicaragua no le han servido de nada a Barceló Hoteles para librarse de un no deseado encontronazo con el gobierno nicaragüense, que puede derivar en un enfrentamiento jurídico.

El objeto de disputa es el paradisíaco hotel Montelimar, situado en la costa pacífica nicaragüense, y que ha sido embargado de forma preventiva por el Gobierno de Daniel Ortega, por una supuesta deuda que en todo momento niega el grupo hotelero mallorquín.

Barceló es propietario de este hotel desde 1993, cuando obtuvo gracias a un concurso público el edificio y su finca colindante, que habían pertenecido al Estado nicaragüense, porque era finca de asueto del dictador Ricardo Somoza en los 70.

El hotel le costó tres millones de dólares a Barceló, pero el contrato contemplaba pagar unas cantidades adicionales si el hotel superaba el 60% de capacidad, algo que las sucesivas auditorías realizadas por la firma internacional Price Waterhouse descartaron que se hubiera producido.

Ahora, el gobierno nicaragüense pone en duda la veracidad de estas auditorías -por las que reclama una cantidad superior al millón de euros- y además alega que el hotel y su finca, que cuenta hasta con una pista de aterrizaje propia, se vendieron en su momento a un precio por debajo del que valían. Este hotel facturó en el 2007 algo más de ocho millones de dólares, según la compañía.

"Como a delincuentes"

Desde Hoteles Barceló se aseguró a ABC que están seguros de que si se volviera a realizar una auditoría volverían a obtenerse resultados a su favor, si bien se deja claro que no quieren ceder porque consideran haber actuado en todo momento conforme a la legalidad. Con respecto al precio, rechazan "entrar en el juego de si en ese momento el precio era alto o bajo, ya que fue el precio que se pagó, y además mediante concurso público que Barceló ganó por hacer la mejor oferta".

También critican la "injusta" actuación del Gobierno de Daniel Ortega con Barceló, una de las empresas turísticas más grandes del país: "Cualquier reclamación tenía que haber sido mediante el diálogo, y no solicitando un embargo -secuestro en la jerga jurídica nicaragüense- porque parece que somos delincuentes".

Este embargo, eso sí, no afecta al funcionamiento del complejo, aunque impide una hipotética venta del mismo por parte de Barceló y actúa, en cualquier caso, como elemento intimidatorio, algo que ha "indignado" a la compañía turística.

Por el momento, Barceló se encuentra a la espera de que se le notifique la demanda por parte del Estado de Nicaragua, momento hasta el cual no podrá empezar a actuar, algo que hará "defendiendo siempre el contrato firmado" en su momento.