Enrique Pesántez, Propietario y Gerente General de Pesantez Tours (Panamá)

Pesantez Tours trabaja tanto el turismo receptivo como el emisor y tiene operaciones en todo Panamá, desde Darién hasta la frontera con Costa Rica. Además de europeos y norteamericanos, mueve muchos turistas de Latinoamérica y el Caribe, y apuesta muy fuerte por el segmento cultural. Así lo refiere su gerente general en esta entrevista con Caribbean News Digital

¿Pudiera hacernos una breve reseña de esta empresa que tiene ya más de 20 años de operaciones?

-El surgimiento de nuestra empresa se remonta a la época más difícil que vivió el país, que fue en los tiempos del conflicto con los militares previo a la invasión de Estados Unidos, en 1989. Comenzamos solamente dos personas, mi hija y yo, y en estos momentos tenemos 38 empleados y 13 vehículos. Nos hemos extendido a todo el país, desde Darién hasta la frontera con Costa Rica. En materia turística tenemos una presencia muy fuerte en el mercado local, porque además de manejar el turismo receptivo también hacemos turismo de emisión. De manera que nuestra empresa tiene mucha credibilidad y la gente le tiene confianza, gracias al trabajo que hemos venido desarrollando a nivel profesional.

Tengo la suerte de tener dos hijas, una que maneja la parte operacional, que es el turismo receptivo, y la otra que maneja la parte del turismo de emisión. Las dos son personas a quienes les gusta su trabajo, han crecido en esa empresa y lo llevan en la sangre, algo que es de vital importancia tanto en las relaciones con los clientes como en sus proyecciones a nivel profesional. Ellas han sido prácticamente los dos pilares de la empresa. Esta es una compañía con dos columnas vertebrales, que son ellas. Mi trabajo se resume en el apoyo, tanto a la parte operativa como a las empresas, de manera que estoy vinculado con ellas día y noche.

A nivel internacional tenemos muy buena presencia. Pienso que la parte filosófica de cómo operamos nuestro negocio es muy particular, y tratamos de diferenciarnos del resto de las empresas de turismo receptivo que existen en el país. Eso no significa que seamos los mejores, pero procuramos siempre estar en la pelea. Yo digo que en el negocio del turismo receptivo lo importante es la competencia. La competencia sana es muy saludable para el desarrollo del negocio, porque eso nos permite crear cosas, y ayuda no sólo al desarrollo de la empresa sino también al avance del turismo en todo el país, que es en definitiva lo que se busca aquí, que el turismo sea fuerte, que sea sostenible, y en definitiva si el país se fortalece en todos los aspectos, nosotros también.

¿Cuántos años lleva en el mundo del turismo, y cuál ha sido su trayectoria en el sector empresarial?

-Yo llevo 45 años en el negocio, desempeñándome en prácticamente todos los rubros de la industria, incluyendo los restaurantes, pues en una oportunidad le cubrí unas vacaciones a un amigo mío en el restaurante “La Tinaja” y después trabajé como hotelero, en el hotel Marriott. Esas fueron dos experiencias que aportaron mucho a mi vida profesional. Ya en el sistema de empresas, donde mejor me desarrollé fue en el negocio de turismo receptivo, era el Gerente de Ventas de la Agencia Margo Tours, que en ese momento era de la familia Alemán. Esto me ayudó mucho a establecer un criterio muy particular de lo que quería hacer y de dónde me quería establecer. De todas las cosas que hice en un inicio descubrí que el turismo receptivo y lo relacionado con las representaciones turísticas era lo que más me motivaba, y eso es lo que he estado haciendo durante los últimos 20 años en esta compañía.

Últimamente ha aumentado la cifra de personas que visitan Internet para hacer reservaciones de paquetes turísticos, de hoteles o de pasajes aéreos. Hay muchos turoperadores que se sienten incómodos con esta situación. ¿Cómo ve usted la salud o el predominio de los turoperadores y agencias de viajes físicos, a pesar de que las personas están buscando directamente en la Web?

-Yo soy del criterio de que si uno no puede vencer al enemigo, hay que unirse a él. En estos momentos nosotros estamos desarrollando nuestro sitio Web, que si usted lo abre ahora verá que no dice nada y está sujeto a una serie de cambios que tengo que hacerle porque tiene cosas que no me gustan, como los colores o la página de inicio.

Hay que recordar que nosotros tenemos dos divisiones en la compañía, una parte receptiva y la otra de turismo emisor, y entonces tener las dos compañías en la página de inicio crea confusión. En días recientes tuve una reunión sobre ese tema y vamos a cambiar eso. Lamentablemente en estos momentos no tengo en mi oficina a la persona indicada para que desarrolle el sitio, de manera que tendré que hacerlo yo probablemente. Yo quiero un sitio Web pro activo, y tenga la seguridad que lo vamos a tener. Tengo una persona que es la que me va a comercializar la Web, pero primero tengo que hacer los cambios y la versión bilingüe, que es algo que no poseo tampoco en estos momentos.

¿Trabajan ustedes el turismo con un enfoque cultural, haciendo énfasis en ese aspecto?

-Sí. Parte de nuestro propósito con el servicio terrestre es mezclar la cultura, la diversión y la aventura liviana. Panamá se caracteriza por una geografía increíble y porque ofrece opciones muy diversas para el entretenimiento y la aventura. La parte cultural la tenemos en todas las esquinas; la gente no la ve pero ahí está. Eso lo hemos estado desarrollando poco a poco, y creamos cierta solidez en ese aspecto.

Estoy convencido firmemente de que Panamá posee mucha belleza cultural que la gente ignora. Es por eso que nosotros hemos dejado de hacer la gira de medio día de Ciudad y Canal, porque hay mucho que ver y la gente no tiene tiempo. Una gira de medio día tiene entre tres horas y media y cuatro horas de duración, y si hacemos las dos juntas el turista no va a ver ni una cosa ni la otra.

Para mí es de vital importancia que el visitante conozca de dónde venimos y hacia donde vamos. Hacer una gira por la ciudad puede ayudar mucho en este sentido, porque comenzamos con Panamá Viejo con todas sus facetas, hacemos el panorámico de la ciudad moderna y también una caminata por el casco antiguo de la urbe, resaltando todos los aspectos de importancia que tiene esa zona y que tanto significado encierra para el panameño común y corriente. Ahí nació la República, de allí provienen los primeros apellidos que surgieron en el país. Cada rincón del país tiene su historia y es importante darla a conocer, especialmente a los visitantes sudamericanos, que tradicionalmente nos han vinculado como parte de la historia de Estados Unidos, y no me da la gana que sea así. En ese sentido yo soy muy nacionalista.

En la parte del Canal, para nosotros es de vital importancia que podamos hacer una gira lo más amplia posible para que el turista sepa que como país asumimos la autoridad del Canal y hemos hecho de esa zona algo productivo, algo que la inmensa mayoría de la gente pensó que no iba a suceder, ni siquiera los propios panameños. Nadie pensó que ese canal iba a trabajar de la forma que lo está haciendo en estos momentos.

Independientemente de todas las críticas que se le puedan hacer, hoy en día el Canal es un bien activo del país. Los ingresos que aporta son de vital importancia para la economía de Panamá. Desde 1999 que tomamos el control del canal hasta el día de hoy, los beneficios que hemos recibido son superiores a todos los beneficios que recibimos durante los 85 años en que la vía transoceánica fue administrada por los norteamericanos. Ese tipo de información es importante que la conozca el turista que llega al país.

A cinco minutos de distancia del centro de la ciudad tenemos un parque metropolitano, y de ahí toda la cuenca hidrográfica del Canal. Esa es una zona de gran belleza ecológica y cultural, matizada además por la presencia de diferentes grupos indígenas. Además de eso está la fauna local, con poblaciones de monos, la visita de las ballenas jorobadas ahora en los meses de invierno, en la costa del Pacífico. Esos son atractivos que los panameños comunes y corrientes no ven. Creo que ese es un trabajo que debemos desarrollar, puesto que el turista internacional está apreciando que la oferta de Panamá es cada vez mayor, porque pese a ser un país pequeño, tenemos un montón de virtudes que no se encuentran fácilmente en otros lugares, y que para verlas hay que viajar por muchas horas.

¿Qué estrategia concreta ha desarrollado su compañía en estos tiempos de crisis?

-Hay filósofos y economistas en todo el mundo que afirman que el tiempo de crisis es tiempo de oportunidades. Pienso que no están lejos de la verdad. En estos momentos nosotros estamos tratando de mejorar muchas cosas, incluyendo el sitio Web, el sistema informático, mejorar el sistema de reservaciones, mejorando la calidad de los equipos con los que contamos. Estamos a la espera de otro bus con tecnología de punta. Es decir, estamos tratando de tener una presencia más real.

Pienso que las oportunidades existen. Hay mercados emergentes, que están surgiendo con un gran potencial económico. Un buen ejemplo es Brasil, un país, que para mi es como un continente, que ha emergido en medio de una situación económica complicada a nivel mundial.

El latinoamericano viaja hasta en tiempo de guerra, por lo que creo que siempre vamos a tener gente viniendo al país. Claro, hay que considerar que el propio desarrollo turístico de Panamá está obligando a que los precios no sean los mismos, porque estamos contando con mejores propiedades, se ha elevado el costo de la vida y la inflación ha tenido repercusiones. Ahora las cosas no cuestan lo mismo que antes. Hace cinco años teníamos hoteles de 40 dólares la habitación; pero hoy esos mismos hoteles andan por el orden de los 90 ó los 100 dólares la habitación. Todo eso es producto de la situación económica mundial, y no podemos sustraernos a esa realidad.

Este será un año muy difícil y va a reflejar algún tipo de reducción, sobre todo en el turismo. Pero creo que el esfuerzo que están haciendo todos los países, porque del turismo vivimos muchos, arrojará frutos. Pienso que la infraestructura hotelera que se está construyendo en el país por parte de cadenas internacionales es importante, y que esas cadenas no están invirtiendo por gusto. Ellas han hecho sus estudios de factibilidad y han concluido que Panamá tiene atractivos y puede arrojar resultados positivos en aquellos lugares donde se vaya a invertir. Pero hay que meterse de cabeza en el negocio. No se puede dejar que camine solo porque de lo contrario perecemos.

Considero que en términos generales hay un futuro positivo en el país. Me parece que el objetivo de todo el mundo es llegar al mes de diciembre porque ya el año que viene se vislumbra mucho mejor.

¿Cuáles son los principales mercados desde donde ustedes mueven la mayor parte de los turistas que viajan a Panamá?

-Todo lo que es Latinoamérica y el Caribe. También manejamos desde Estados Unidos y Europa, pero el fuerte nuestro está en estas dos regiones, desde Centroamérica y México hasta la Patagonia.

Hay una nueva ley concerniente al otorgamiento de visas en el país. ¿Qué opinión le merece esa medida legislativa?

-Me siento feliz, porque esa era una queja que todos teníamos. Me parece que hay que darle una solución, aunque no sea definitiva, pero sí acabar con aquella gente que inescrupulosamente estaba ganando mucho dinero a costa de eso. Me parece que la medida ha sido muy positiva y que va a ayudar a la economía del país.

¿Quisiera añadir algo más para los lectores de Caribbean News Digital?

-Decir que sigan leyendo información acerca de Panamá porque este país continúa siendo, para mucha gente, el secreto mejor guardado. Este es un país de cambios. Hace un año no teníamos cinta costera, por ejemplo, y ahora tenemos una cinta costera que es un encanto, no solo para los visitantes y para la población, sino también para todos los que estamos vinculados al negocio del turismo.

Algo bueno está sucediendo en Panamá, y eso es algo de lo que todos los panameños nos sentimos muy orgullosos. Nos agrada saber que se ha convertido en un país en desarrollo en la región. Lo que necesitamos es que la inversión extranjera tome fuerza, porque éste es un país pequeño que no puede depender exclusivamente del capital nacional.