Carmen Torres Corsin, directora del Salón las Mil y Una Bodas
El mayor salón de novios de España concluyó este domingo con 11.000 metros cuadrados de exposición y unos 200 expositores, lo cual demuestra que el sector continúa vivo como cita anual ineludible, con papel importante para el turismo.
El salón cumplió diez años en esta edición, ¿cómo surgió la idea y cómo ha transcurrido esta década?
-Afortunadamente han sido diez años de éxito, porque la acogida del público y las empresas ha sido muy positiva durante todo este tiempo. La idea surgió de una forma curiosa, porque la Expotecnic, la entidad que organiza esta feria y de la cual soy la presidenta, lleva mucho tiempo haciendo ferias en diferentes sectores. Una de ellas la hacíamos en la zona de Andalucía, era un evento profesional de equipamiento hostelero denominada Hostelequip. A través de ese evento conocimos a empresarios de la restauración que venían a la feria, y ellos mismos nos propusieron que abordáramos esta feria temática en Madrid. Evaluamos sus posibilidades y expectativas que fueron positivas, y ya llevamos diez años de presentación con un alto nivel de fidelización, en torno al 80%. Hay expositores que han venido todos los años, y eso indica que la feria está consolidada, tiene solidez y funciona.
¿Están representadas casi todas las ramas de las empresas de proveedores y servicios para bodas?
-Efectivamente, y uno de nuestros retos como organizadores es precisamente el poder presentar una amplia oferta a los novios que vienen a buscar información sobre lo que necesitan para su boda, o bien a contratar productos y servicios, teniendo en cuenta que una boda puede requerir de rubros muy diversos.
Por eso consideramos que esta feria es la mayor y la que más amplia oferta viene presentando en el sector de la nupcialidad, ya que nuestro objetivo es prestarles un servicio de apoyo para que no pierdan tiempo buscando de un lado a otro, sino que en dos o tres días, en un solo recinto, encuentren todo lo que puedan necesitar, desde los anillos hasta el viaje de luna de miel. Es un amplio abanico de posibilidades.
Tengo entendido que aquí vienen parejas no sólo de Madrid, sino inclusive de otras provincias.
-Ciertamente, y debo recordar que cuando creamos la feria la concebimos para la región o la Comunidad de Madrid, pero el asentamiento tan fuerte que ha tenido el evento ha atraído a parejas que vienen de otras provincias, algunas de ellas lejanas, concretamente el 16% de la asistencia del pasado año, unas 2.600 parejas, vinieron de otras provincias.
¿Están buscando más participación de entidades del tema turístico, en viajes de bodas y lunas de miel?
-Por supuesto, consideramos que dentro de la pareja de novios hay tipos de productos que van muy exclusivamente dirigidos a ellos, pero otros están muy interrelacionados, como el viaje de novios, y nos encanta que vengan y hagan ofertas, inclusive de intercambio cultural. De hecho, en algunas ediciones hemos realizado una actividad denominada “País Invitado”, con la cual tratamos de tener no sólo al país, sino trasladar su cultura de bodas a nuestra feria. Nos parece magnífico que venga el sector turístico y estamos dispuestos a colaborar en lo que sea necesario en ese sentido.
En la situación de la actual coyuntura económica, se afirma que muchas personas recortan gastos en las vacaciones, el ocio y los paseos, lo cual está afectando al turismo ¿Cómo ha afectado esto al sector de bodas, se ha mantenido igual, qué perspectivas ven ustedes en esta situación?
-Hay dos aspectos, por una parte entiendo que cuando hay crisis, esta nos llega a todos, entonces los recortes se producen en todo lo que es consumo, claro. Pero también es cierto que cuando una pareja tiene un proyecto de vida, normalmente no lo desestima, sino que lo lleva adelante, pero reflexiona más detenidamente sobre temas como la fiesta, el número de invitados, por ejemplo, porque a veces nos dejamos llevar por compromisos y otros aspectos, y en este momento actual se piensa con más calma en ese sentido.
Sin embargo, creo que el esfuerzo por tener esa boda que todos deseamos se sigue haciendo, y hay un intermedio que está entre el más y el menos, que permite a los novios encontrar todo lo que necesiten y no a tan alto precio como se piensa. A veces vemos cifras y hacemos informes que pueden asustar un poco, pero es que estamos hablando de una media; hay bodas que se celebran con un nivel de costo amplísimo, pero otras no. Entonces hay que buscar un nivel intermedio, y sobre todo sensatez pero miedo ninguno, porque la vida sigue y las crisis pasan como todo, pero un proyecto de vida no.
¿Entonces es usted optimista sobre el futuro de esta industria y la feria?
-No sólo soy optimista, sino que las cifras cantan, se puede ver que la feria está completamente llena, tuvimos el mismo espacio representado que el año pasado, hoy es viernes que no es un día de mayor afluencia de público, y están los pasillos llenos, con lo cual no es que yo lo diga, sino que está ahí, y eso es lo importante.