Brasil: Seguridad aérea de este país continúa en el centro de la atención internacional
Brasil. El tema de la seguridad aérea en este país continúa en el centro de la atención internacional luego del peor accidente aéreo de su historia, que causó la muerte de más de 200 personas el martes pasado, en Sao Paulo. Pero los problemas no han concluido después de la tragedia, pues este fin de semana desperfectos en varios radares hicieron que se suspendieran o retrasaran muchos vuelos internacionales, según informó Infraero, organismo que administra los aeropuertos.
La aerolínea American Airlines suspendió cuatro vuelos desde dos ciudades estadounidenses con destino a Brasil luego de que los radares, situados en el centro de control aéreo de Manaos, en el Amazonas, dejaron de funcionar de manera "inexplicable". Tres de los vuelos desde de la ciudad estadounidense de Miami tuvieron de regresar a su punto de origen, al igual que uno salido de Forth Worth.
Igualmente, se informa de la suspensión temporal de vuelos con destino a ciudades suraméricanas y de retrasos y congestión en otros aeropuertos. En el caso particular del cierre parcial del aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, donde ocurrió el accidente, se contabilizaron entre sábado y domingo más de 500 vuelos retrasados y 151 cancelados.
Los retrasos y largas filas en los aeropuertos brasileños son un fenómeno recurrente desde hace unos 10 meses en este país, especialmente desde el 29 de septiembre de 2006, cuando un boeing de la aerolínea local Gol cayó a tierra en la Amazonía después de chocar en el aire con un avión ejecutivo que iba rumbo a Estados Unidos.
Primeras repercusiones en el turismo
Esta crisis de los aeropuertos ya se refleja negativamente sobre la llegada de turistas extranjeros a Brasil, con la agravante de la valorización del real frente al dólar. "Estimamos una pérdida acumulada de entre 30% y 40% en el movimiento de extranjeros, pues las ferias internacionales atraen cada vez menos número de interesados", aseguró un directivo de este segmento.
Juan De Veras, presidente en Brasil de la Reed Exhibitions, una de las mayores organizadoras de ferias de negocios en el país dice no tener aún eventos cancelados, pero prevé un impacto de la tragedia sobre el sector. "Cada vez que ocurre un hecho semejante, hay un impacto en el sector de los negocios. Luego del 11 de septiembre hubo una gran disminución en la asistencia a eventos internacionales".
El clima de inseguridad tras el accidente de la TAM ha contaminado a las empresas transnacionales. Las agencias de viaje han comenzado a recibir e-mails de las compañías en los que solicitan la cancelación de los pasajes de sus trabajadores con embarque o conexiones en Congonhas.
El Sindicato de Empresas de Turismo del Estado de Sao Paulo (Sindetur) apunta perspectivas de disminución del 20% en la tramitación de viajes en relación con el mismo período del año pasado. El escenario es pesimista y debe empeorar", dice el presidente de la organización, Eduardo do Nascimento.
Según la Infraero, hubo una disminución de 8% en la llegada de turistas extranjeros en el primer bimestre de 2007, en comparación con igual período de 2006.
Para el presidente de la São Paulo Turismo (SPTuris), Caio Luiz de Carvalho, la capital asimilará los perjuicios posteriores al accidente, principalmente si la reducción anunciada del tráfico en Congonhas devuelve la credibilidad y la seguridad. "Sao Paulo es la capital económica del país. La gente vendrá de una u otra forma".