Argentina gana cada vez más visitantes por concepto de "turismo médico"
Argentina. Combinar una visita a las Cataratas del Iguazú o al glaciar Perito Moreno con un tour de compras por los centros comerciales porteños más importantes, y culminar el paseo con una visita al cirujano plástico para realizar una sesión de aplicación de toxina botulínica es, actualmente, una propuesta de un nuevo tipo de turismo. Incluso, aparece ya en muchas revistas del rubro o en promociones de las líneas aéreas, agencias de hoteles y centros médicos de este país.
Si bien el tipo de cambio favorable es uno de los "ganchos" de la iniciativa que los especialistas han denominado "turismo médico", el principal atractivo es la capacidad e idoneidad de los profesionales argentinos. Eso hace que la llegada de visitantes latinoamericanos, pero también europeos y norteamericanos, sea cada vez más significativa.
Esta particularidad también genera que las visitas no tengan que ver estrictamente con paseos que combinan placer con salud, sino también con indicaciones médicas precisas. Muchos visitantes de países como Chile, Paraguay o Bolivia llegan a Argentina con recomendaciones específicas y esperanzados por las referencias de algún profesional local.
Otro de los elementos clave para que este fenómeno sea posible es la comunicación vía internet. La cantidad de propuestas e información que circula por la web favoreció el intercambio de datos, y generó un hábito impensado años atrás: la consulta médica vía mail.
Esta modalidad permite que el profesional vaya conociendo al paciente y le brinde las primeras cuestiones que deben ser tenidas en cuenta antes de viajar. Una vez que el turista se encuentra en este país llegará el momento del encuentro cara a cara.
"Hoy en día es una experiencia muy común recibir pacientes de otros países por esa vía", dice la doctora Roxana Helena Chiesino, una odontóloga especialista en periodoncia y prótesis de la Asociación Odontológica Argentina
Habla con conocimiento de causa, pues la odontología es una de las ramas más elegidas por los pacientes-turistas. Agrega que "una vez que el contacto avanza se organizan los tiempos y, es en ese momento, cuando muchos turistas aprovechan para venir a realizarse algún tipo de tratamiento y, de paso, visitar algún sitio turístico".
En la misma línea, el doctor Cristian Leonhardt, cirujano plástico, miembro titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA) agregó que "además del boca en boca y las recomendaciones específicas, la consulta vía internet es una importante fuente de pacientes. Lo más recomendable es que el paciente llegue uno o dos días antes para poder tener una visita cara a cara. Con respecto al postoperatorio, eso depende del procedimiento en sí, pero por lo general se le pide al turista que permanezca entre siete y diez días en nuestro país".
El tiempo es, obviamente, un factor fundamental. Por esa razón, determinados procedimientos no pueden realizarse a menos que el paciente se comprometa a viajar con determinada periodicidad.
Dado que la cirugía plástica y los procedimientos no invasivos de reparación o rejuvenecimiento constituyen las especialidades más requeridas por los viajeros, la mayor parte del público es femenino.
No obstante, según la cirujana María Constanza Ianello, quién cuenta con cuatro o cinco años de experiencia en el abordaje de pacientes turistas, "en general llegan tanto hombres como mujeres con una idea muy definida de lo que desean. Y suelen optar por procedimientos que les permiten obtener resultados en una semana o diez días".
Así, la aplicación de toxina botulínica es una de las prácticas más preferidas. Hay pacientes que viajan cuatro y hasta cinco veces al año. Las cirugías de reducción de abdomen o colocación de implantes mamarios también encabezan la lista de preferencias.