La Catedral de Sal, la maravilla de Colombia que aspira al título mundial
A poco más de una hora de Bogotá, se halla un templo subterráneo único en el mundo: Catedral de Sal. La construcción, referente del patrimonio cultural, natural e histórico de la región andina, atrae cada año más de 700.000 visitantes a la ciudad de Zipaquirá. Se ubica en una mina, a 180 metros bajo tierra. No en vano se considera la primera maravilla del país.
Tanto que, ferias internacionales como World Travel Expo Miami, lo han tomado como una de las cartas de presentación de Colombia como destino turístico. En el marco del evento, Pedro Gil, gerente comercial de la Catedral explicó a Caribbean News Digital que el complejo se encuentra en un domo salino que fue explotado durante siglos. A partir de la devoción de los mineros hacia una virgen protectora, se levantó primero una pequeña capilla que con el paso del tiempo fue evolucionando hasta convertirse en el monumental espacio actual, de 8.500 metros cuadrados.
“Somos el único templo subterráneo del mundo y el segundo lugar de culto más impresionante del planeta”, destacó.
La transformación de la mina en un espacio arquitectónico y espiritual requirió la labor conjunta de 127 mineros y 110 talladores, quienes convirtieron la roca salina en esculturas y pasajes de gran valor simbólico y artístico. Hoy devienen galerías de obras en sal y mármol.
Las estadísticas reafirman su atractivo. Más de 705.000 turistas, de los cuales el 45% fueron extranjeros, accedieron a la catedral en 2024, lo que ha motivado la idea de diversificar su oferta también como un espacio versátil para eventos sociales, culturales y corporativos. “Hemos realizado desde bodas hasta conciertos, desfiles de moda, pasarelas, exposiciones de arte y encuentros institucionales”, señaló Gil. Los salones interiores permiten albergar grupos desde 20 hasta 800 personas, lo que ofrece la posibilidad de realizar actividades de distinta magnitud.
Para garantizar el mantenimiento de la Catedral, Gil destacó que se emplean recursos propios, complementados con el apoyo técnico de la Agencia Nacional de Minería, debido a la naturaleza del espacio subterráneo y la necesidad de garantizar su seguridad estructural. Según el gerente las inversiones en tecnología e infraestructura son constantes para preservar tanto el templo como la experiencia turística.
Ruta al interior de la Catedral de Sal
Existen varios recorridos para descubrir la mina. La mayoría oscilan entre uno y 1,3 kilómetros, aunque los más completos pueden extenderse hasta seis horas. En el caso de la más breve, por ejemplo, tiene una duración aproximada de hora y media, mientras que los largos suelen incluir experiencias adicionales dentro y fuera de la catedral. En cualquier caso, los visitantes transitan por un escenario donde convergen historia minera, fe y cultura.
De hecho, en varias ocasiones la catedral ha sido escenario de momentos memorables protagonizados por artistas nacionales e internacionales como Andrés Cepeda y la banda mexicana Maná.
Como complemento a la experiencia, la ciudad de Zipaquirá ofrece al viajero una oferta gastronómica en crecimiento. Su centro histórico y alrededores son una opción para descubrir platos tradicionales como la sobrebarriga y las papas cocinadas en salmuera, preparadas en hornos especiales con sal extraída del mismo domo. No obstante, el imprescindible es su postre típico: la cuajada con melado, una combinación de quesillo y panela que, según asegura Gil, “es imperdible para quien visita la región”.
Sin embargo, si hay algo que puede estar garantizado en este lugar es la reinvención constante, De ahí que haber ido alguna vez no garantiza jamás vivir del todo sus experiencias lo mismo en su interior que en sus alrededores. La idea es consolidar la Catedral de Sal en Colombia no solo como la primera maravilla del país sino convertirla en una de las maravillas del mundo.