Conversando desde México con Rafael Roldán
Entrevista a Rafael Roldán, miembro del Buró de Turismo y Convenciones de Ecuador, y miembro de la Orden del Camino de Santiago
Por Armando de la Garza
¿Cómo se encuentra el proceso de reactivación en Ecuador, ya tienen vuelos internacionales?
Hemos pasado una etapa complicada, pero la actividad turística va reaccionando bien. El turismo era la tercera fuente de ingreso al país, y ahora, luego de estos meses, y ahora todo se ha paralizado. Los vuelos sí los tenemos funcionando, hace ya tres meses.
¿Están abiertos a todo el mundo, o solo a América?
No, estamos abiertos a Europa también, lo que la media sí se ha reducido en un 30 por ciento del número de vuelos de pasajeros. La primera etapa fue los vuelos humanitarios, en la que residentes de otros países pudieron regresar a Ecuador, o salir a España a cualquier parte del mundo. El gran problema que está teniendo el turismo son las restricciones que tienen los hoteles: solamente hasta el 30 por ciento de capacidad permitida, y el promedio de ocupación no llega ni allí, solo un 7 hasta 10 por ciento, entonces es muy bajo aún.
Sí, es terrible. Supe que a pesar de que están los cielos abiertos el turismo en Ecuador no ha despegado. ¿qué está faltando para que todo vuelva a la normalidad?
Bueno yo creo que hay dos factores. Uno de ellos es la realidad que estamos viviendo y el miedo que tienen las personas. Antes nos quejábamos por las restricciones y las cuarentenas, también sobre los toques de queda y los horarios limitados. Esto sí se está suavizando, pero el público tiene miedo a moverse. Vuelos hay, pero el turismo no está respondiendo.
A nivel mundial el Camino de Santiago está operando con turismo local y europeo. Tienen prácticamente cero turismo internacional. La cuestión es si Ecuador podría valerse de un turismo de cercanía o nacional como lo están haciendo muchos países.
El potencial sí lo tiene, pero no creo que lo tenga para sobrevivir. Precisamente a raíz de esto, se empezaron a abrir las playas, parques para el turismo nacional; además se abrió esos cuatro mundos que tiene Ecuador: las sierras, las costas, la Amazonía y los galápagos. Entonces por un lado encontramos las restricciones de las que hablábamos y por otro el poco deseo de las personas para salir a cambiar de ciudad y hacer turismo, y esto está rompiendo la cadena de pago.
Haría falta que el gobierno provincial promoviera un poco el turismo para que las personas salgan otra vez.
Sí, tienes mucha razón. Aquí tenemos la cámara provincial y realmente el gran esfuerzo que se está haciendo en acercarnos a las autoridades para darles a entender la importancia de la reapertura turística, pues ellos también forman parte de esta dinámica. Todos los días tenemos contacto con ellos y vamos viendo la realidad, y en este momento la cámara de turismo está reunida con el municipio de Quito, con el alcalde para cómo equilibrar las normas de seguridad y salvaguardar la economía.
Sí, y esto está ocurriendo en todo el mundo. El llamado sería a las autoridades nacionales, provinciales y estatales a que destapen la economía, con protocolos de sanidad y responsabilidad, pero también es cierto que la economía tiene que seguir su rumbo.
Claro, a veces es difícil dar un criterio público porque somos conscientes de la realidad que estamos viviendo. Todos tenemos familiares, amigos, o conocidos que han pasado por situaciones difíciles. No estábamos preparados definitivamente. En cuanto al turismo fue muy fácil de cortar, pero hay una cantidad de puestos de trabajo que se han perdido, hoteles que han tenido que cerrar, agencias de viaje que siguen trabajando, pero sin cobrar, porque están reprogramando los vuelos que ya tenían.
Entonces, los restaurantes es otro sector importante que se ha tenido que adaptar a la forma de delivery, y aun así están al 20 por ciento. El turismo MICE está también esperando reabrir. Nos encontramos adaptándonos a otros formatos virtuales para oficiar reuniones y ferias. Ahora vemos un atisbo de reapertura, pues el 1 de septiembre hay ya una aprobación que permite utilizar estos locales hasta un 30 por ciento de capacidad, pero todavía es principiante.