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CNDEscucha visita el Rancho Las Guacamayas (Parte II)

12 de Septiembre de 2022 5:00pm
Redacción Caribbean News Digital
CNDEscucha

CNDEscucha, el programa de Caribbean News Digital que dirige y conduce José Carlos de Santiago, presidente del Grupo Excelencias, tuvo nuevamente como invitado especial a Adolfo González, director y propietario del Rancho Las Guacamayas, en el estado mexicano de San Luis Potosí. El corresponsal del Excelencias en México, Armando de la Garza, fungió como moderador de esta amena plática.

Adolfo González es un hombre comprometido con la ecología, la sostenibilidad y la vida silvestre. Es reconocido en el estado mexicano de San Luis Potosí como el “Guardián de las Guacamayas”. Adolfo posee una propiedad en San Nicolás Tolentino que alberga más de 300 guacamayas que habitan libremente, conscientes de que ese es su santuario. 

En esta segunda entrega, Adolfo González sostuvo una conversación vía satélite con el presidente del Grupo Excelencias, José Carlos de Santiago, y nuestro corresponsal en México, Armando de la Garza.

Armando de la Garza: Hoy transmitimos vía satélite hasta San Luis Potosí, donde se encuentra el presidente del Grupo Excelencias, José Carlos de Santiago junto a Adolfo González, en el Rancho Las Guacamayas, una unidad ecológica. Por las fotografías que he recibido, es un lugar impresionante. Adolfo, ¿cuántas guacamayas tienen en el rancho?

AG: Según el censo de enero de este año, contabilizamos 325 libres, pero ya ahorita estamos en la época de nidada, y deben haber nacido por lo menos unas 50 más.

Armando G: Cómo se llega a Rancho Las Guacamayas por ejemplo desde Monterrey de ciudad de México, u otros lugares del país.

AG: Viniendo del norte, existe la posibilidad aérea, de entrar por el Aeropuerto Internacional de San Luis Potosí, y de ahí al rancho es un trayecto de una hora con 20 minutos. La otra opción es por carretera; tomando la 57 de camino al sur en el kilómetro 40 antes de San Luis hay un letrero que dice San Nicolás Tolentino, y tomando a la izquierda son 44 kilómetros por una carretera pavimentada, de muy buen estado.

Armando G: Este rancho es una reserva ecológica, pero también recibes turistas de Europa, Canadá, y Estados Unidos, amantes de la observación de aves.

AG: Sí, nuestro proyecto ha derivado hacia el ecoturismo después de estar trabajando con las guacamayas por 30 años. A raíz de la pandemia de Covid-19 hemos estado dos años muy enfocados en el ecoturismo. Tenemos instalaciones para recibir a entre 8 y 10 personas, desde una modalidad turística no invasiva. Eso ha sido esencial aquí para que las guacamayas se sientan en su hábitat totalmente. Recibimos turismo nacional sobre todo de Ciudad de México, Querétaro, Monterrey y estamos comenzado a tener gente que viene de La Huasteca Potosina porque en ningún lugar hay la cantidad de guacamayas que existe aquí y más que estamos en la parte alta de la Huasteca y no en la baja, donde están los ríos.

Este año hemos tenido turistas enfocados todos a observación de aves, provenientes de Suecia, Inglaterra, España, también canadienses, norteamericanos y de Japón, incluso la revista especializada en turismo Tabitabi Toyo de Tokio nos publicó en su portada del mes de mayo nos dieron la portada.

Armando G: México es un país reconocido por sus grandes corredores de aves. ¿Tienes catalogada qué cantidad de aves –independientemente de las guacamayas– cruzan por tu rancho?

Hemos contabilizado unas 50. En la aplicación iNaturalist hay un apartado que se llama Rancho Las Guacamayas donde los usuarios pueden consultar todas las especies registradas de aves, mamíferos y también de plantas que tenemos aquí. México es muy reconocido en ese sentido; a nivel internacional, nos encontramos entre los cinco

países con mayor cantidad de aves registradas, solo superados por Brasil, Perú y Ecuador, en América, e Indonesia en Asia.

AG: Ahora conversamos con José Carlos de Santiago, quien viajó desde Madrid para conocer este rancho.

José Carlos: Estamos en un sitio verdaderamente diferente, un paraíso. Me estoy sintiendo en estos dos días en un mundo alejado de cualquier contaminación lumínica e incluso sonora que no sea la de los propios animales del entorno, como vacas, asnos, y las guacamayas que son un despertador. Esta mañana a las siete, no tuve necesidad de utilizar el despertador, las guacamayas lo fueron.

Los colores vivos, el fucsia, azul, turquesa, amarillo y rojo es algo que sorprende desde la terraza, un pequeño lugar donde Adolfo invita a que conozcas la obra que durante 30 años ha estado organizando. Esto no es un trabajo de un día para otro. Ayer me comentaba cuánto tiempo tarda una guacamaya en hacerse residente, en reconocer y amar el lugar donde está y desear estar en él y eso son, mínimo, 12 años. Esto no se trata de comprar una guacamaya y ponerla a vivir aquí, sino de que sea fiel a su entorno, y para eso se necesitan muchísimos años. Eso es un trabajo que durante 30 años ha estado realizando Adolfo. Junto a un pequeño grupo de auxiliares ha conseguido crear la recuperación más importante de guacamayas en todo Iberoamérica y es sorprendente.

Conozco experiencias en Costa Rica, en Panamá, Guatemala, pero este lugar supera con creces lo que yo he visto. Casi 350 guacamayas deben estar viviendo aquí y los censos regulan porque están en libertad, solo están en cautiverio aquellos que están enfermos y requieren cuidados especiales o porque se están adaptando a este lugar. Hay que tener en cuenta de que este tipo de loro viven en parejas, son fieles habitualmente y que en la época de apareamiento es cuando están más juntos. También es impresionante verlos volar en bandadas sobre todo en el momento de salir y llegar. Puedes ver grupos de 50 y hasta 100 guacamayas de un golpe, pasando por encima de tu cabeza. Es impresionante porque vienen hacia ti, pero no te tocan y van hacia su comedero, o a posarse en un árbol y ves que los árboles alrededor de esta casa están llenos de guacamayas que entran y salen.

Ayer por la noche fue espectacular, fue absolutamente increíble, os estoy transmitiendo la experiencia de una persona que ha llegado aquí y se ha sentido como en otro mundo. No me he sentido en una selva, sino en un lugar cuidado, que tiene diferentes puntos de observación, realizados a mano, creados con la misma naturaleza sin utilizar ningún otro elemento. Es una sensación que hay que vivirla de cerca. Poder llegar a un lugar como Rancho Las Guacamayas es un privilegio, donde en principio no estás en un hotel cinco estrellas sino –y tienes que estar convencido de ello–que te vas a encontrar en un lugar de campo, en un lugar selvático, donde la naturaleza no ha cambiado, no evoluciona porque no está tratada por la mano del hombre, sino es su propio desarrollo el que le hace vivir.

Son 700 hectáreas de parque natural privado, de una persona que ha dado su vida y que la sigue dando, por que esto se convierta en el paraíso de un animal que él decidió

que sería su auténtica pasión. Ahora mismo estoy viendo como salen de aquí grupos de unos 50. En los comederos puede haber 60 o 70 guacamayas juntas y lo más curioso es cómo protegen su espacio, pero no pelean de una forma agresiva, sino solo se avisan con un pequeño toque en el pico. Además hay un acceso satelital que permite conectarse a internet y que ha hecho posible esta entrevista, lo cual convierte este rancho en un lugar perfecto.

Podrá ver el video de esta edición de CNDEscucha por nuestro canal de YouTube y seguirnos por las demás redes sociales de Caribbean News Digital (Instagram, Facebook y Twitter).

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