El auge del "Turismo de Nostalgia" y los "Destinos Alternativos"
El viajero de 2025 ha evolucionado hacia un perfil más introspectivo y consciente. Según el último informe de tendencias de Booking.com y Skyscanner, el concepto de "viaje genérico" ha muerto, dando paso al turismo de nostalgia. Esta tendencia se caracteriza por la búsqueda de experiencias que evoquen épocas pasadas, con un interés creciente en destinos que conservan su arquitectura original, hoteles históricos y tradiciones locales sin filtros comerciales.
Este fenómeno ha impulsado la popularidad de los llamados destinos sustitutos (detour destinations). Ante la saturación y las crecientes tasas turísticas en ciudades icónicas, los viajeros están optando por alternativas más tranquilas y económicas. En lugar de Venecia, buscan la paz de los canales en Treviso; en lugar de Cancún, exploran la autenticidad de Cozumel o el interior de la Península de Yucatán. Esta redistribución está aliviando la presión sobre los puntos calientes del turismo global.
La sostenibilidad juega un papel determinante en esta nueva era. Un 33% de los turistas globales afirma que su elección de destino ahora depende de la huella de carbono y de cómo su visita beneficia a la comunidad local. Los destinos que apuestan por el turismo regenerativo, donde el viajero participa activamente en la restauración del entorno o del patrimonio, están experimentando un crecimiento en las reservas de hasta un 20% anual.
Otro factor emergente para 2026 es el "turismo de bienestar frío" o coolcation. Debido a las temperaturas récord registradas durante 2025, muchos viajeros están huyendo del calor extremo del verano tradicional para buscar climas frescos en Escandinavia, el sur de Argentina o las montañas de Asia Central. La búsqueda de aire puro y temperaturas agradables se ha convertido en un nuevo lujo, desplazando en algunos segmentos la clásica preferencia por el sol y la arena.
La digitalización también se ha adaptado a estas preferencias. Las plataformas de reserva están utilizando análisis de datos para sugerir destinos basados en la personalidad del usuario y no solo en el precio. Para 2026, se espera que el 35% de los viajeros planeen sus vacaciones bajo el concepto de "safari de supermercado", buscando la inmersión cultural a través de la gastronomía local cotidiana, visitando mercados de abastos y tiendas de barrio en lugar de restaurantes de lujo.
En definitiva, la industria se encamina hacia una mayor personalización y transparencia. El viaje se ha convertido en una declaración de identidad, donde el silencio, la literatura (turismo de cuento) y la conexión emocional con el lugar tienen más peso que el simple "check-in" en una atracción famosa. Los operadores turísticos que no logren ofrecer esta autenticidad y flexibilidad perderán relevancia en un mercado que ya no solo busca viajar, sino sentir.