Viajero de congresos gasta por seis...
El viajero de congresos, convenciones, reuniones de trabajo y viajes de incentivos se ha convertido en los últimos años en uno de los segmentos de negocio más interesantes para las empresas vinculadas al sector.
Los números hablan por sí solos. El Spain Convention Bureau (SCB), organismo autónomo que se encarga de promocionar en todo el mundo los destinos españoles adecuados para la celebración de eventos, estima que cada turista de reuniones llega a gastar 6,4 veces más que un visitante tradicional, con una inversión media durante su estancia en destino de 240 euros diarios.
De acuerdo a las recomendaciones del SCB, el Ayuntamiento de Alicante, a través del Patronato Municipal de Turismo y el organismo Alicante Convention Bureau, programa periódicamente acciones específicas para promocionar la ciudad y sus instalaciones entre el “turista tipo” de congresos, que responde a las características de persona de mediana edad, de profesiones liberales y con poder adquisitivo medio-alto.
Al objeto de conocer su perfil, las motivaciones a la hora de elegir su participación en un congreso, lo que invierte en viaje y estancia y los elementos que más valora en el destino, el Patronato Municipal de Turismo elabora estudios periódicamente.
El último de ellos indica que el 68% de los turistas de reuniones que han participado en un evento celebrado en Alicante en lo que llevamos de año fueron hombres, con una horquilla de edades que se mueve entre los 30 y los 55 años.
Este turista responde al perfil de profesional altamente cualificado, y que exige servicios hoteleros y de restauración de alto nivel. Entre las notas destacadas del estudio, resalta que los precios del viaje y de los servicios que se le ofrecen rara vez son cuestionados.
El consumidor o destinatario de los programas específicos de viajes para convenciones es una persona de entre 30 y 60 años. Los estudios municipales indican que un 46% de los receptores de estos programas tenían entre 30 y 41 años, frente al segundo segmento de edad en importancia (41-50) que representó el 41%. El resto, entre los 51 y 60 años, supuso el 13% de los participantes.
La edad de los congresistas es un dato relevante, según explican los técnicos, porque presupone una posición profesional consolidada, con posibilidad real de ocupar cargos directivos de responsabilidad en sus empresas y que, por tanto, disponen de solvencia económica.
Las reuniones y congresos que más se prodigaron en España fueron los que trataron asuntos médico-sanitarios, seguidos de los encuentros de profesionales del mundo económico-financiero. En el sector público, las convenciones culturales y las reuniones organizadas por universidades o asociaciones universitarias también ocupan posición destacada.