Unesco reitera preocupación por Machu Picchu y presentará informe en siete meses
Luego de una inspección al sitio arqueológico de Machu Picchu, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1983 y reconocido entre los principales destinos turísticos de Perú, una comisión de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) expresó una vez más preocupación por el estado de preservación del lugar.
Aunque el informe final de la misión se hará público en siete meses, los expertos han adelantado algunas recomendaciones, entre ellas la consulta de especialistas en geodinámica, infraestructura hidráulica y comunicación, a propósito de la construcción del vial alterno de acceso al sitio arqueológico, que pone en riesgo la zona de amortiguamiento del lugar.
Asimismo, se ha recomendado al Gobierno peruano la creación de un panel internacional de asesores y técnicos que ejecute los planes de conservación de Machu Picchu.
Al parecer, el grupo ratificó sus opiniones de 2010 acerca del crecimiento desordenado del pueblo de Machu Picchu (Aguas Calientes), así como por el tratamiento inadecuado de los residuos sólidos y la carencia de un plan de riesgos para atender desastres en la ciudadela, entre ellos el que pudiera producirse con la crecida del río Urubamba (Vilcanota).
Nuria Sanz, responsable de la Unesco para América Latina y el Caribe, llamó a “generar una dinámica que permita un control y reglamento exigente de respeto con el sitio, con las autoridades por el esfuerzo que hacen, con el turista y los servicios aparejados a su visita”, según medios locales de prensa.
La comisión presentará un primer informe al Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco que se reunirá entre el 24 de junio y el 6 de julio próximo en la ciudad rusa de San Petersburgo.
Por su parte, la Municipalidad Distrital de Machu Picchu informó que iniciará el proceso de licitación para contratar a la consultora que se encargará de actualizar el Plan de Reordenamiento Urbano, que tiene como objetivo promover la seguridad de la población, generar desarrollo sostenible y proteger la zona.
A pesar de que, según Nuria Sanz, no se está planteando la posibilidad de incluir a la ciudadela inca entre los sitios patrimoniales en peligro, en los últimos tiempos se han presentado observaciones negativas acerca de la accesibilidad, el manejo de los residuos sólidos dejados por los turistas y su gestión por parte de las autoridades locales.




