Turismo senior en Brasil
Buena temperatura, playas de arena fina interminable, naturaleza exuberante, buena gastronomía y un pueblo afable. Si aunamos estos elementos podríamos definir varios destinos brasileños muy aconsejables para el turismo senior, ese sector que a partir de los 55 años goza de mayor poder adquisitivo y tiempo para sus vacaciones y valora mucho los días de sol, la comodidad y el buen servicio.
Más de 13,5 millones de españoles con más de 55 años de edad son potenciales visitantes de un país que está considerado como uno de los más recomendados para visitar, según una encuesta reciente del Instituto Brasileño de Turismo, Embratur.
Actividades culturales, rutas con verdes paisajes, turismo de salud, playas con temperaturas moderadas y un idioma muy similar al castellano son la carta de presentación para visitar Brasil.
En sus 8,5 millones de kilómetros cuadrados- equivalente al 47% de la superficie de América Latina-, con casi 200 millones de personas, son muchos los lugares que se puede visitar. Si se busca relajación y turismo de salud el lugar perfecto será Caldas Novas, en el estado de Goiás; las playas infinitas y aguas transparentes las encontraremos en la Costa del Descubrimiento, en Salvador de Bahía, y la Suiza de Brasil se sitúa en la Sierra Gaúcha, en Rio Grande del Sur.
Caldas Novas
En el Estado de Goiás, en el este de la región Centro-Oeste, existe una de las mayores ciudades turísticas del país, Caldas Novas, con más de 350 mil habitantes y conocida, entre otras cosas, por albergar la mayor estancia hidrotermal del mundo.
Recibe en temporada alta a 500 mil personas, la mayoría en busca de sus aguas termales, que pueden superar los 50°C grados. El llamado Camino de las Aguas es una mezcla de aguas calientes que provienen de las fuentes termales. La temperatura de la misma proviene del interior de la Tierra y posee propiedades terapéuticas. Se dice que si se ingiere durante varios días este líquido de sus fuentes se podrá limpiar el aparato digestivo. Por eso, se recomienda con fines terapéuticos y como el mejor antídoto contra infecciones y molestias.
Pero Caldas Novas cuenta con otras atracciones como la mayor piscina con olas de toda América Latina; el Parque de las Primaveras, con 25 mil metros de zona verde y una riquísima flora y fauna; el jardín japonés, con un gran significado espiritual perfecto para la meditación; la Mística de aguas, un spa natural perfecto para la relajación, y el lago Piratininga, uno de las paradas obligatorias de la ciudad.
Además, Caldas Novas posee una rica gastronomía. Su plato típico es la empanadilla Goiana rellena de pollo, queso blanco, palmito amargo (conocido como guariroba), chorizo, carne de cerdo y aceitunas.
Costa del Descubrimiento
Situada en la costa sur de Bahía, comprende las zonas de Trancoso y las playas de Espejo y Curuípe, zonas perfectas para pasear por sus playas de aguas cristalinas y arena fina. Trancoso es uno de los lugares más glamorosos y exclusivos de toda la costa brasileña, a 26 kilómetros de Porto Seguro y a 700 de Salvador.
Es uno de los ecosistemas más ricos y productivos de la tierra, con más de 80 kilómetros de playas transparentes cortadas por ríos y manglares.
La villa se creó en 1586. En aquella época se trataba de un conjunto de casas rodeadas de campo y una pequeña iglesia que miraba al mar. La villa cambió de rumbo cuando en los años 70 los jóvenes hippies se adueñaron de esta tierra rodeada de naturaleza y mar.
Allí encontraron inspiración para desarrollar y crear, junto con artistas y artesanos nativos, un estilo propio, actualmente reconocido no sólo en Brasil sino en todo el mundo. Actualmente, el pueblo vive del turismo gracias a sus playas locales, las posadas y tiendas decoradas con muy buen gusto.
Es que una de las características básicas del turismo senior es la apuesta por el servicio de calidad y en Trancoso lo encontraremos. Tras pasar algún tiempo en una tumbona en la playa rodeado de cocoteros, qué mejor que poder disfrutar de un zumo recién hecho en la orilla del mar, pescado fresco o agua de coco.
Por la tarde se puede hacer un paseo por la plaza de São João, en el centro histórico de Trancoso -el también llamado "Quadrado"-, donde se podrá visitar la curiosa iglesia, las tiendas locales y buenos restaurantes.
Otra de las zonas más recomendadas para disfrutar de las playas son las de Rio Verde hasta llegar a la del Espelho (Espejo). Son 16 kilómetros de arenas desiertas, aguas transparentes y coloridas posadas típicas brasileñas.
Sierra Gaúcha
Si el turista opta por una visita más cultural, en la sierra Gaúcha encontraremos dos ciudades deliciosas: Gramado y Canela.
La primera de ellas es una de las más originales y relajantes de Brasil. Está situada a 115 kilómetros al norte de Porto Alegre, capital del Estado, y posee riquezas naturales exuberantes, siendo el polo turístico más importante de Rio Grande do Sul y uno de los destinos más buscados por el turismo interno brasileño.
Conocida como la "Suiza de Brasil", esta ciudad de 34 mil habitantes llama la atención por su belleza natural, sierras, valles, arroyos cristalinos y bosques de pinos, su clima frío y su legado europeo, principalmente alemán e italiano. Por eso, es común encontrarse entre sus impecables y adornadas calles varios restaurantes especializados en fondue, en pasta y pizza, y tiendas y fábricas de chocolate.
En el pueblo del chocolate también nos podemos relajar, ya que Gramado cuenta con el mejor spa de América del Sur y uno de los seis mejores del mundo.
Otra de las pintorescas villas es Canela, el municipio vecino, que cuenta con varias atracciones que dejarán al turista con buen sabor de boca: el Museo del Chocolate, donde se puede apreciar todo el proceso del cacao, desde su fabricación hasta que nos lo llevamos a la boca; El Mundo a vapor, creado en 1939, que exhibe réplicas perfectas de máquinas de vapor fabricadas artesanalmente, y la aldea de Papa Noel, donde el turista podrá conocer la fábrica del juguete en 700 metros cuadrados y llevarse un recuerdo para los más pequeños. (Más información: visitbrasil.com)




