Tahití: Puro exotismo en los mares del sur
¿Quién no ha soñado en pleno invierno con bañarse en aguas cristalinas, perderse en una playa virgen de arena blanca o descubrir bosques tropicales y espectaculares montes volcánicos? ¿Quién no desearía emular a James Cook en su afán por explorar lejanas islas del Pacífico o ver de primera mano qué inspiró al genial Gauguin a pintar algunas de sus obras más importantes?
En ocasiones, convertir los sueños en realidad puede ser más sencillo de lo que uno imagina. El primer paso -imprescindible para conseguirlo- es conocer un poco más de cerca nuestro objetivo, situarlo en un plano real y comprobar que es posible. En este caso, nuestro destino es Tahití, y nuestra puerta de entrada, Papeete, su capital.
¿Dónde está Tahití?
Tahití es la isla más grande de la Polinesia Francesa. Situada al sur del Océano Pacífico, Otaheite –nombre con el que se le ha conocido a lo largo de la historia- pertenece al archipiélago de Sociedad, uno de los cinco que forman el territorio de ultramar francés. Su descubridor, James Cook bautizó así el archipiélago por la proximidad entre sí de sus ocho islas de origen volcánico y los cinco atolones (islas coralinas), que se extienden sobre un territorio marítimo equivalente a la superficie del continente europeo. Se trata de un conjunto de belleza espectacular con islotes y playas de ensueño, que han servido de refugio de ricos y famosos.
Tahití es territorio galo desde mediados del siglo XIX y sus habitantes son ciudadanos franceses de pleno derecho. Con un estatus de territorio semiautónomo de la metrópoli, cuenta con asamblea, presidente, presupuesto y leyes propias, si bien, el Estado francés tiene competencias en distintos ámbitos, como educación o seguridad. Aunque no forman parte de la Unión Europea, para visitar el país, los ciudadanos comunitarios únicamente precisan el pasaporte con una vigencia de seis meses.
Clima
El clima de Tahití es tropical, con ambiente agradable durante todo el año, gracias a los vientos alisios del Pacífico. La temperatura media se sitúa alrededor de los 27º C, mientras que el agua de las lagunas se estabiliza en torno a los26 º C.
Transportes
La principal puerta de entrada a Tahití es el aeropuerto internacional de Faa'a, el único con carácter internacional de toda la Polinesia francesa. Por ello, la llegada a este aeropuerto, situado a escasamente cinco kilómetros de la capital, Papeete, es obligado para cualquier turista que visite la zona. A pesar de que operan distintas compañías, la supremacía está en manos de Air France.
Desde España, la vía más habitual para viajar a las islas es vía París y con escala en Los Ángeles, si bien en temporada alta, entra en acción la ruta directa a Nueva York, con lo que los turistas españoles acortan considerablemente el recorrido, haciendo parada en esta ciudad.
Desplazarse entre las islas de la Polinesia no resulta complicado, ya que existen 41 pequeños aeropuertos en otras tantas islas de los distintos archipiélagos, además de líneas regulares de feries, cargueros y cruceros que permiten moverse sin problemas. Entre Papeete y Moorea el trayecto, de sólo 17 kilómetros, puede hacerse también en catamarán.
La forma más recomendable para moverse por el interior de Tahití es alquilando un coche o una moto, o bien, si se hacen recorridos, en taxi. Sin embargo, para aquellos que desean algo más "auténtico", pueden tomar los trucks, unos pintorescos camiones con flancos de madera convertidos en autobuses que comunican las distintas localidades.
Atractivos turísticos
Tahití tiene un atractivo turístico espectacular por sus espacios naturales: playas vírgenes de arenas blancas y también negras y aguas cristalinas en el que practicar todo tipo de deportes náuticos, acantilados rocosos, paisajes volcánicos, vegetación exhuberantes y valles y montañas en los que perderse. Además de ello, el viajero puede también visitar algunos de los espacios y edificios históricos de la propia isla o bien desplazarse y descubrir algunas de las otras islas que forman la Polinesia Francesa
- Ayuntamiento de Papeete. De estilo colonial, recupera la arquitectura del palacio de la reina Pomare IV.
- Catedral de Notre-Dame. Consagrada en 1875 y restaurada en 1987, ofrece una armonía de modernas y antiguas vidrieras, el Templo chino de Mamao, con el techo en forma de pagoda recubierto de tejas de cerámica.
- Faro de la punta Venus. Construido en 1867 sobre una extensa playa de arena negra, cuenta con la punta bautizada como "Venus" por el navegante James Cook como recuerdo de su misión de observación del paso del planeta por delante del sol, en 1769.
- Museo de la perla Robert Wan. Instalaciones dedicadas a descubrir la perla de Tahití y su papel en la historia y la mitología de la zona.
- Museo de Tahití y sus Islas. Permite conocer la vida de los autóctonos antes de la llegada de los descubridores
- Mercado de Papeete. No hay que perderse la zona dedicada a flores, fruta y verdura. En él pueden encontrarse todo tipo de productos típicos de artesanía (abierto de 5 a 17h de lunes a sábado y de 4 a 17h los domingos).
- Garganta del Taharaa. Vistas espectaculares de la costa, sobre todo en la puesta de sol Jardín de Mataoa. Es representativo de las principales aves y especies vegetales exóticas de Tahití.
- De costa a costa: Tahití cuenta con una única carretera principal, de circunvalación que conecta los dos extremos de la isla: la costa este, rocosa y salvaje y la oeste, tranquila y de playas de arena negra, ideales para la práctica del surf.
- El Valle de Papenoo: zona de enclaves arqueológicos y paisajes vírgenes, con cascadas espectaculares. Puede visitarse la garganta de Maroto, el lago natural de Vaihiria o la llanura de Mataiea.
- El Belvedere. Punto de partida hacia el monte Aorai, a este lugar se accede por el valle de Manuta, en el municipio de Pirae. La vista desde la terraza del restaurante allí construido abarca el valle vecino del Fautaua, la ensenada de Papeete y su aglomeración, con Moorea en el horizonte.
- La llanura de Taravao. De paisajes casi normandos, cuenta con un puesto de observación habilitado desde el que de un vistazo se pueden contemplar, a ambos lados del istmo, las dos bahías y el inmenso territorio de Tahití Nui.
- La escalada del monte Aorai. En la cumbre, a 2066 metros de altura sobre el mar, la vista abarca todas las cimas de Tahití y sus profundos valles.
- Los tubos de lava de Hitiaa. Son espectaculares formaciones tubulares del tamaño de una gruta, auténticos toboganes naturales que, con frecuencia, son el nacimiento de cascadas.
Información práctica
- Horario: Está a 10 horas GMT, es decir, su diferencia horaria respecto a España es de 12 horas en verano y 11 horas en invierno.
- Pasaporte: Los españoles no precisan visado de entrada para estancias inferiores a tres meses. El pasaporte es el único documento requerido.
- Moneda: La moneda propia es el Franco francés del Pacífico (abreviado FCFP o CFP). Un euro equivale a 119,33 CFP. En los bancos y oficinas de cambio aceptan cualquier divisa. s habitual el uso de tarjetas de crédito.
- Propinas: No son una práctica habital.
- Compras: Las tiendas abren de lunes a viernes de 7.30h a 11.30h y de 13.10h a 17h (algunos comercios hasta una hora después). Los sábados, el horario es únicamente de mañana. Los domingos las tiendas, al igual que muchos restaurantes, permanecen cerrados, a excepción del mercado de Papeete. Es el lugar ideal para comprar productos típicos como pareos, nácares, bolsas, cestos, colchas y otros productos cosidos a mano con motivos étnicos, trabajos en madera, objetos de arte, sombreros y recuerdos en general.
- Idiomas: Aunque los idiomas oficiales son el francés y el maohi (tahitiano), el inglés es habitual en los establecimientos turísticos. En algunos de ellos, incluso hablan en español y japonés.




