Perú no descarta arreglo extrajudicial con Universidad de Yale por piezas de Machu Picchu
Perú podría aceptar un acuerdo extrajudicial con la Universidad estadounidense de Yale, en el proceso que iniciará para lograr la devolución de decenas de piezas incas de Machu Picchu en poder de la institución, dijo el canciller José García Belaunde.
"No es que entramos a juicio y ya no volvemos hablar, si hay alguna oferta, si recibimos alguna indicación para sentarnos a negociar y evitarnos el procedimiento judicial, y hacer un arreglo fuera de la corte, nosotros lo haremos", indicó el canciller citado por la agencia estatal Andina y por AFP.
"La posición peruana es de reconocimiento y devolución (de las piezas) y por cierto estamos dispuestos a considerar formas de cooperación para la investigación", agregó.
La falta de un acuerdo llevó al gobierno peruano a denunciar judicialmente a la Universidad de Yale (en Connecticut, noreste), en el distrito judicial peruano de Cusco (sureste) el pasado 13 de noviembre.
La demanda se presentó en Cusco, porque desde esa ciudad el arqueólogo estadounidense Hiram Bingham se llevó a Estados Unidos las piezas que halló en Machu Picchu a partir de 1911, cuando descubrió la mítica ciudadela de piedra inca.
La salida de las piezas se remonta a los años 1911 y 1916, cuando Bingham sacó de la ciudadela gran cantidad de restos humanos, cerámicas, utensilios y objetos de arte.
El gobierno peruano optó por la vía judicial para recuperar su patrimonio, tras agotarse este año el trato directo con Yale. Las tratativas entre Perú y Yale fracasaron por discrepancias sobre el número de piezas que se llevó Bingham.
Lima sostiene que llegan a 46.000, mientras que la universidad señala que son unas 4.000, de las cuales pretende devolver sólo las piezas museísticas, una cantidad mucho menor.
En Yale, la universidad posee una sala especial de exhibición para estas piezas.
Machu Picchu se encuentra a 110 km al norte de Cusco, cuna del imperio inca que brilló en los siglos XV y XVI. La ciudadela, que se halla en lo alto de una montaña de más de 2.000 metros de altura, es la joya de la corona del turismo peruano.