National Geographic publica artículo sobre el lago de Antitlán
National Geographic describe al lago de Atitlán como un lugar "endiosado y adorado, el cual atrae a poetas, pensadores y turistas".
La publicación señala que el destino turístico atrae a personas desde hace siglos y de todos los continentes. Aloja a más de mil inmigrantes procedentes de todo el mundo, entre ellos hay también científicos en busca de lugares de culto maya escondidos bajo el agua y restos arqueológicos de pueblos.
Francisco Bonifaz, director del Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), expresó su satisfacción con el hecho que el país genere noticias positivas y que sean difundidas a través de un medio tan reconocido como NatGeo."El altiplano es una de las regiones turísticas en donde el visitante puede apreciar la combinación entre la cultura indígena, entrar en contacto con las comunidades y disfrutar de la naturaleza, paisajes, cultivos, volcanes y artesanías", añadió el funcionario.
NatGeo muestra que en los pueblos alrededor del lago se desarrollan una gama de actividades que atraen el interés de los visitantes nacionales y extranjeros. Entre ellos menciona a San Pedro la Laguna como un lugar en donde hay muchas actividades, como andar a caballo, aprender español e ir a bailar por la noche.
Asimismo, mencionan a San Juan la Laguna, en donde se muestran carteles que anuncian en español e inglés la presencia de organizaciones femeninas, de pescadores o de autoayuda. Las galerías, restaurantes, pensiones y locales de productores de café orgánico, son algunas de las recomendaciones que hace NatGeo a los lectores interesados en visitar el lugar.
Panajachel es la principal localidad del lago con variedad de hoteles, restaurantes, bares y galerías de arte. Desde allí hay ferris que parten a casi todos los pueblos del lago.
El artículo muestra extractos de entrevistas a residentes extranjeros como la realizada al alemán Hans Schäfer. "La afectuosidad y la tranquilidad de los mayas, la paz que irradia el lago y la majestuosidad de los volcanes", son las razones que llenan de felicidad a Schäfer en Atitlán.




