Julio Peralta, Presidente de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo Receptivo de Bolivia

Enfocada en lograr una eficaz coordinación entre los sectores privado y público para promover la industria turística del país, la Cámara Boliviana de Operadores de Turismo está haciendo hincapié en las ferias y otros espacios para acercarse más a potenciales turistas y a touroperadores. Su presidente destaca los atractivos de Bolivia, un “nuevo destino” con impresionantes accidentes naturales y una interesante oferta patrimonial y cultural.

¿Cuántos operadores están reunidos en la Cámara?

-Tenemos unos 85 miembros, con un crecimiento de un 5-6% anual, y consideramos que al final de nuestra gestión tendremos unos 120.

¿Qué es lo que más se promueve dentro de Bolivia en el sector turístico?

-En Bolivia hay muchos lugares de interés dentro de los tres pisos ecológicos (Los Andes, los valles y los lugares bajos y la selva). En la selva, por ejemplo, tenemos los paquetes del Parque Nacional Madidi, Parque Nacional Amboró, el Chapare. En la parte de los valles tenemos las cuevas con pinturas rupestres, historia y cultura en localidades como Sucre y Potosí, ciudades de primer orden declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Tenemos un sitio llamado Centro Cretácico, donde se han descubierto numerosas huellas de antiguos saurios. Está el Salar de Uyuni, una maravilla de la naturaleza de 12.800 kilómetros cuadrados, con cerros y volcanes, además de un conjunto de lagunas que también son atractivos naturales. El lago Titicaca, el más elevado del mundo, junto a la cordillera de Los Andes; cimas de nieves permanentes y picos como el Sajama, de más de 6.000 metros, o el Illimani, una montaña que es como guardián de La Paz; quizá no hay otra ciudad del mundo con tanta diversidad de pisos, alturas y climas, en la que se puede pasar de una altura y de un clima a otro en cuestión de media hora, y con hermosas vistas en la noche.

En Santa Cruz tenemos las misiones jesuitas, un conjunto misional de pueblos, como San Javier, San Ignacio, que han guardado los templos construidos por los jesuitas, de madera tallada, con colores naturales. Existieron misiones jesuitas en Paraguay, en Brasil, en Argentina, pero allí quedan restos, ruinas, mientras que en Bolivia estas misiones existen, funcionan, allí se realizan anualmente conciertos de música barroca, quedan la tradición de música sacra y de tallado, entre muchas otras.

¿Cuántos turistas recibe anualmente Bolivia?

-Unos 280.000 a 300.000 anuales. No es aún un número significativo, sobre todo comparándolo con las cifras de la región, pero confiamos en que a partir de este año se impulse una política de Estado y acciones para elevar esa cifra. Consideramos que con las participaciones en ferias como Fitur podamos llegar a más touroperadores y captar más turistas, porque, como decía, Bolivia es un nuevo destino, que ofrece mucha cultura, naturaleza, paisajes y sobre todo mucha originalidad.

Reciben turismo principalmente desde Europa, Francia, Alemania… ¿Hacia qué otros mercados planean abrirse?

-Hoy recibimos primeramente turistas de Francia, luego holandeses, alemanes, suizos, que gustan de las escaladas de montañas. Y luego están los españoles. Cuesta todavía dar una imagen positiva, de seguridad, para el público español, pero la gente que ha viajado ha encontrado un país pacífico, con gente muy amable, y, sobre todo, que es muy original. Entonces, es un producto que sí está dentro de los valores que se buscan y las expectativas de lo que quiere el viajero conocer. Contamos con una buena infraestructura hotelera, y caminera también.

¿Qué capacidad hotelera tiene el país?

-Tenemos unas 1.000 camas en la región de La Paz, y en todo el país debemos estar en las 2.000.

¿Cómo trabajan en la formación de los guías turísticos?

-Los guías turísticos salen de la enseñanza universitaria o técnica, con dominio de idiomas como inglés, alemán y francés. Todos los guías son formados en universidades y algunas escuelas hoteleras. Hay universidades con facultades de turismo como la Mayor de San Andrés, la Católica, la del Valle, la Gabriel René Moreno, la de Sucre, la Pontificia, y la de San Simón, en Cochabamba.