Honduras: Investigaciones sobre accidente de TACA están encaminadas en un 70%
Fuente: AP
Honduras. Las investigaciones para determinar las causas del accidente de un avión de TACA, que se estrelló el 30 de mayo en el aeropuerto internacional Toncontín, están encaminadas en un 70%, se informó oficialmente la pasada semana, en medio de versiones de prensa que indicaron que habría ocurrido por un posible error del piloto.
A la pregunta si el accidente se debió a un error humano, el gerente general en Honduras de TACA, Armando Fúnez, se limitó a responder a la cadena local de radio HRN que "los pilotos son seres humanos como nosotros... y los comentarios entre los pilotos se dieron en la cabina del avión de manera natural". Y enfatizó que "la investigación del caso está encaminada en un 70%".
Reconoció la difusión en la prensa local sobre el contenido de la "caja negra" del fatídico vuelo 390 de TACA, en el que se reprodujo la conversación entre el piloto de la nave, capitán Cesare D'Antonio, y la torre de control de Toncontín. "Esa es parte de la investigación (del accidente), pero habrá un informe al final", añadió.
El diálogo fue divulgado en Honduras desde la noche del jueves por la televisión y diarios locales, que no explicaron cómo obtuvieron esas grabaciones.
El jueves, durante una rueda de prensa, el director general de Aeronáutica Civil, Guillermo Seamann señaló que ya se había recuperado la "caja negra" del avión, al referirse a la grabadora de vuelo, la cual fue recuperada al día siguiente del accidente para determinar las causas del mismo, que causó la muerte de cinco personas y dejó 65 lesionados.
Poco antes de estrellarse, D'Antonio, que murió en el accidente, intentó comunicarse con la torre de control de El Salvador para pedir permiso con el fin de desviarse a San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, o regresar a su país.
"Estamos con viento de cola. Están muy bajas las nubes", se escucha al piloto en la grabación. Su última palabra legible es "pu....".
Durante la conversación, los controladores aéreos en Toncontín dijeron al piloto que había una visibilidad de apenas dos kilómetros, cuando la requerida es de cinco en la terminal aérea, y que la pista estaba húmeda y los cielos de la capital nubosos. Por esas causas, lo instaron a aterrizar por el extremo norte del aeropuerto.
El piloto, sin embargo, solicitó lo contrario y ante su insistencia, la torre lo autorizó a aterrizar por el sur de la pista.
El Airbus A320, con 124 pasajeros y seis tripulantes se salió de la pista, derrumbó árboles a su paso, rompió una cerca de alambre de acero, se deslizó por una hondonada de 20 metros al norte de Toncontín y quedó en la ladera de una colina. El avión fue retirado 12 días después.
Según la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, "los resultados de la información obtenida de las grabadoras de voz y datos del vuelo de TACA 390 fueron entregados ya a Aeronáutica Civil por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés)".
En la investigación participan expertos de cuatro países: Honduras, donde ocurrió el accidente; El Salvador que es la sede de TACA; Francia, donde el avión fue fabricado, y Estados Unidos porque allí se fabricaron las dos turbinas de la nave.