Francia: Crean una atracción temática de la mayor bolsa de basura del mundo

05 de Abril de 2011 5:08am
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Francia: Crean una atracción temática de la mayor bolsa de basura del mundo

Cuando en 1997, el navegante británico Charles Moore se topó en medio del Pacífico con una gran masa de residuos de plástico, fundida con micro-organismos marinos, no podía dar crédito a sus ojos. ¿Qué hacía toda esa basura allí, a miles de kilómetros de la costa de California y de las islas Hawai? Pero cuando trató de sortearla, después de una semana de navegación sin dejar de ver botellas, tapones, bolsas, fragmentos y los más insólitos elementos plásticos, desde un tubo de rayos catódicos de un televisor de diecinueve pulgadas a un neumático de camión inflado, estimó que allí había más de tres millones de toneladas y descubrió que su superficie era como un tercio de Europa (cuatro veces la de España); su sorpresa se transformó en horror.

En efecto, la que se denominó Gran Placa del Pacífico o el Octavo Continente (tras América del Norte y del Sur, Europa, África, Asia, Oceanía y la Antártica) es el mayor basurero del mundo y ha ido a parar allí como consecuencia de la acción combinada de los vientos, las mareas y las corrientes marinas, pero, sobre todo, por la suciedad de los humanos del litoral y de los miles de barcos que surcan cada día las aguas. La placa de residuos apenas sobresale unos centímetros de la superficie del mar, y no es casi detectable por los satélites, aunque es mucho más profunda bajo las aguas. En ella han hecho una rara simbiosis microorganismos marinos, crustáceos y algunas especies vegetales que, con frecuencia, sirven de alimento a los mamíferos, tortugas y aves que lo confunden con plácton, lo absorben y dañan irreparablemente su sistema digestivo.

Desde entonces, se han puesto en marcha diferentes iniciativas para tratar de limpiar el Pacífico y otros mares y océanos de toda esta basura, pero el trabajo es gigantesco y los recursos escasos. Y, sobre todo, nada se conseguirá si no se concientiza a las sociedades de los riesgos del plástico para los seres vivos.

En esa tarea está, entre otros, Maud Fontenoy, la extraordinaria navegante francesa que el pasado año dio la vuelta al mundo en solitario y a contracorriente, enfrentándose sola a las gélidas temperaturas antárticas, al violento oleaje del Índico, al Cabo de Buena Esperanza y al peligroso Cabo de Hornos en las agitadas aguas que separan el Pacífico y el Atlántico. La Fundación que lleva su nombre (http://maudfontenoyfondation.com) tiene como vocación la educación, la protección de los océanos y la preservación del litoral, con especial dedicación a los niños que, según sus palabras “serán los embajadores del futuro en defensa del mar”.

Un juego para salvar los océanos

Precisamente Maud Fontenoy ha sido la madrina de la inauguración el pasado 2 de abril de la nueva atracción de Futuroscope, el vanguardista parque de atracciones francés situado a 300 kilómetros al sur de París, junto a la ciudad de Poitiers, que lleva el nombre de Octavo Continente y que trata de transmitir de una manera lúdica un mensaje ecológico, simulando ayudar a los científicos en su peligrosa misión de eliminar los residuos marinos y convertirlos en aire puro con una pistola que contiene fluido antirresiduos.

Durante la aventura el jugador conduce por encima del mar hasta el fondo marino apuntando a los residuos que aparecen en pantalla. A veces, los animales marinos parecen monstruos, están tan llenos de residuos que se han mutado y han cambiado de aspecto.

No es la única atracción de este parque que muestra su interés por la ciencia. Hace tres años se inauguró Los animales del futuro, en la que, inmerso en decorados reales que reproducen los futuros hábitats de nuestro planeta, se observan mediante unas gafas especiales los sorprendentes animales que podrían poblar la Tierra dentro de 5, 100 y 200 millones de años. Gracias a un sensor colocado en la muñeca, cada visitante puede dar de comer a los baburakis, jugar con el pulpo-mono, iluminar los fondos marinos para atraer a los argéntidos y vivir el futuro... ¡hoy mismo!

Información y Reservas:

La entrada al parque Futuroscope para adultos cuesta 36 euros, pero hay ofertas, por ejemplo, que incluyen la entrada para dos días más una noche de alojamiento a partir de 98 euros. Tel.: 902.40.12.12

Más detalles en: http://es.futuroscope.com/

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