Esquema de negocios de bajo costo se extiende al sector de la aviación en Latinoamérica
Tras convertirse en una solución eficiente en economías en crisis, la experiencia de las aerolíneas de bajo costo ha llegado a América Latina, donde algunas empresas están aplicando ya el esquema de negocios de esas compañías, nacidas en Estados Unidos y que han tenido algunas de sus réplicas fundamentales en Europa.
Aerolíneas como Gol, de Brasil, o VivaAerobus, de México, esta última creada por influencia directa de los fundadores de una de las líderes de esta modalidad, la irlandesa Ryanair, son dos ejemplos.
Gol posee una participación en el mercado brasileño de 36,47% y de 9,98% en el internacional, de acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Aviación Civil, y ofrece cuatro tipos de tarifas: Comfort, Flexivel, Programada y Promocional.
Estas brindan al viajero varias comodidades, según sus preferencias: confort a bordo, la posibilidad de alterar fácilmente su itinerario, reserva a tiempo o la oportunidad de conseguir las mejores ofertas.
Por su parte, VivaAerobus nació en 2006, en alianza con el Grupo Iamsa (Inversionistas en Autotransportes Mexicanos S.A.), que opera una importante flota de autobuses, y su ventaja competitiva es que garantiza los precios más bajos del mercado.
Además de prometer a sus clientes que los exonerará del pago del boleto si consiguen una oferta más económica, la aerolínea mexicana, como otras low cost, brinda la posibilidad de reservar hotel y alquilar vehículos desde su portal.
La incorporación más reciente, en mayo pasado, es VivaColombia, surgida también como resultado de una alianza con el Grupo Iamsa y dos entidades locales. La compañía cubre 32 destinos y propone tarifas desde los 54 pesos.
Los orígenes y las facilidades
Surgidas en Estados Unidos, ¬la experiencia pionera de Southwest Airlines ha sido ampliamente replicada¬ en Europa, donde su incidencia en el sector aéreo se hizo notar a partir del 2007.
En el viejo continente las líderes son Easyjet, Air Berlin y la irlandesa Ryanair, esta última con el 28,81% de los pasajeros de estos servicios en la región, según datos de la Asociación Europea de Aerolíneas de Tarifas Bajas (Elfaa, siglas en inglés), seguida por Easyjet, con 22% al cierre de 2011.
Varios estudios demuestran que la cantidad de viajeros que opta por las aerolíneas de bajo costo es cada vez mayor. Su principal ventaja son los precios más económicos, conseguidos mediante una estrategia que comprende el uso intensivo de Internet para efectuar las transacciones y consultas relacionadas con los vuelos, aviones con una sola clase y poco personal.
Otras estrategias que abaratan la operación de las compañías low cost son el uso de aeropuertos secundarios, escalas de salarios más bajas, itinerarios cortos, ausencia de refrigerios o posibilidad de comprarlos a bordo.
Además, estas compañías enfocan sus inversiones en rutas de alto tránsito o donde existe un público desatendido debido al cierre de otras aerolíneas.
Según el Instituto de Estudios Turísticos de España, más de la mitad de los pasajeros que se movilizaron en los aeropuertos españoles durante el primer semestre del año (¬57,2%¬) lo hicieron a través de aerolíneas de bajo costo, lo que representa un aumento de 0,8% con respecto al mismo período del 2011.
El mismo estudio revela que las compañías de bajo costo son las preferidas de los pasajeros entre 15 y 24 años de edad, así como de los mayores de 64.
Visto el éxito palpable o relativo de algunas de estas iniciativas, varias estrategias de las low cost han sido asumidas por aerolíneas tradicionales, a fin de ofrecer tarifas más económicas a los usuarios.
No obstante, no todo es feliz para las compañías de bajo costo: el incremento del precio de combustible las afecta particularmente.
El reporte anual de Ryanair revela que mientras los ingresos para el 21 de marzo pasado reflejan una variación de 25% con relación al período anterior, los costos unitarios se elevaron 13% debido al aumento del combustible.