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Cuba: Músico bahamés Christian Esterlina resaltó trascendencia del Varadero Jam Session

12 de Septiembre de 2007 12:55am
godking

Cuba. El músico bahamés Christian Esterline se mostró entusiasmado con el recién concluido Varadero Jam Session, que aglutinó a una pléyade de instrumentistas y compositores de lujo y mostró una vez más la potencia del país en este campo, dijo.

Confieso que sentí un poco de envidia de la buena porque desearía que Bahamas, y todo el Caribe tuviera un desarrollo cultural como el cubano, sustrato de esa explosión de talentos en todos los géneros musicales, afirmó en entrevista exclusiva con Prensa Latina.
Esterline llegó a la isla el fin de semana último en un vuelo directo desde Bahamas al aeropuerto de Varadero -la famosa ciudad balneario 140 kilómetros al este de La Habana-, impulsado por el deseo de no perderse esta cita, donde participó también como intérprete.

Apenas sin sacudirse el polvo del camino, partió hacia la sala principal de conciertos del Plaza América, donde Ernán López Nussa y un grupo de talentos noveles animaron una descarga legítima, una de esas sesiones libérrimas con la música flyendo en un chorro continuo.

Fue memorable, extraordinario, dijo. A Ernán ya lo conocía pero volvió a brillar como siempre. Me impresionaron sobre todo el pianista, Alejandro Vargas, el baterista Ramsés Rodríguez, el trompetista Yasek Manzano y Pancho Terry con su chekeré.
Los demás son muy buenos -agregó- pero esos cuatro son fundamentales.

Su criterio está sustentado por su doble condición de músico en activo y la de profesor de instrumentos de viento en universidades como las de Berklee, Boston (Estados Unidos) y Bahamas.

Al destacar la relevancia del Varadero Jam Session, hizo hincapié en la interacción que reina en los artistas durante esas sesiones en las cuales la música permite, según la definición de Julio Cortázar "todas las imaginaciones".

Cada uno anticipa intuitivamente lo que va a hacer el otro, el rumbo que seguirá la improvisación en su marcha ascendente. En el jazz eso es esencial, básico, opina.
La formación clásica de los músicos cubanos es algo vital, asegura. Lo demás lo ponen las raíces afrocubanas. De esa mezcla singular y del talento bullente nace un fenómeno completamente original, nuevo distinto, señala.

Esterline no resistió la tentación de incorporarse el sábado último a una de esas sesiones en las que el jazz hierve con el calor de su naturaleza primitiva, que no resiste ataduras.

A pesar del calor casi inclemente del trópico se enfundó en su traje negro y tomó en sus manos un caracol espléndido, exuberante, guarnecido con una boquilla de trombón insertada unos centímetros más allá de lo acostumbrado entre los músicos bahameses.
De esa manera logro un sonido mucho más hermoso, de un caudal más profundo -explica.
Iba al salón Jojazz al concierto vespertino Todos estrellas, donde estarían de nuevo Alejandro Vargas y los jóvenes premiados en los festivales dedicados a las "joyas nacientes", desde hace 10 años.

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