Centroamérica enfatiza su valor patrimonial (I)

10 de Febrero de 2016 8:30pm
editor
Centroamérica enfatiza su valor patrimonial  (I)

Antiguas civilizaciones y nuevas construcciones, mitos, leyendas y restos arqueológicos que dan testimonio del vigor de mundos perdidos, piratas y tesoros escondidos, parajes incomparables, bellezas naturales inéditas y una acumulación de flora y fauna imposible de ver en cualquier otro lugar del mundo.

Los lugares denominados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Centroamérica hacen que el viajero se levante queriendo explorar como Jacques Cousteau y se acueste deseando haber sido el intrépido Indiana Jones.

El viaje por la región siguiendo los lugares más especiales y únicos de Centroamérica tiene muchos recovecos y visitas variadas.

De norte a sur, la aventura comienza por Belice y el Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Coral, que celebra en este 2016 su vigésimo aniversario como Patrimonio de la Humanidad.

Charles Darwin la describió como la barrera de coral más importante de las Indias Orientales y posee una excepcional belleza natural, sumada al hecho de contener algunos de los más importantes hábitats para la conservación de la diversidad biológica.

Es el ecosistema más diverso del mundo y, teniendo en cuenta que se estima que sólo se han descubierto el 10% de todas las especies, hay muchos secretos aún por descifrar en el arrecife.

Guatemala y Honduras

Al otro lado de la frontera se encuentra la localización de la base rebelde de Luke Skywalker y sus amigos en La guerra de las galaxias.

El Parque Nacional Tikal es una majestuosa joya arqueológica. Su principal atracción es la antigua ciudad maya de Tikal rodeada por la selva.

bandonada durante siglos, su existencia se consideraba solamente una leyenda indígena sobre una ciudad perdida. En 1848 la leyenda se desvaneció y hoy en día es uno de los mayores yacimientos arqueológicos y centros urbanos de la civilización maya precolombina.

Al sur de Tikal, en la frontera con Honduras, podemos visitar el Parque Arqueológico de Quiriguá, un yacimiento de tamaño medio también perteneciente a la antigua civilización maya, que se encontraba en la confluencia de varias importantes rutas comerciales.

Conserva una impresionante serie de estelas y calendarios esculpidos que constituyen una fuente esencial de conocimientos sobre la historia de la civilización maya, incluyendo los monumentos de piedra más altos erigidos en el Nuevo Mundo.

Al oeste del país, la ciudad de Antigua, sede de la Capitanía General de Guatemala, fue fundada a principios del siglo XVI. Edificada a 1.500 metros de altura en una zona de sacudidas sísmicas, durante su desarrollo y esplendor fue conocida como una de las ciudades más hermosas de las Indias Españolas.

Se construyó con arreglo a un trazado en damero inspirado en los principios del Renacimiento italiano y en ella destaca su bien preservada arquitectura española con fachadas barrocas del Nuevo Mundo, así como un gran número de ruinas de iglesias católicas. Fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.

El imperio maya también tiene gran presencia en Honduras. Las Ruinas de Copán, descubiertas en 1570 por Diego García de Palacio, se consideran hoy en día la "Atenas de Los Mayas". Los vestigios de la ciudadela y las imponentes plazas públicas son exponentes de las tres etapas principales de desarrollo de esta ciudad, antes de que fuese abandonada a comienzos del siglo X.

La ocupación humana del sitio se extendió más de dos milenios, y la ciudad desarrolló un estilo escultórico distintivo dentro de la tradición de los mayas de las tierras bajas. En 1980 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO.

Al otro lado del país hondureño, en el este se encuentra la Reserva de la Biosfera del Río Plátano, que alberga uno de los escasos vestigios de bosque lluvioso tropical de Centroamérica. Su fauna y flora son abundantes y variadas. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1982 por su incalculable belleza natural.

De acuerdo a la leyenda, una gran ciudad ancestral, la "Ciudad Blanca", se ocultaba entre los árboles. Desde hacía décadas, arqueólogos y aventureros se habían adentrado en la selva a buscarla, sin mucho éxito.

Al menos hasta el pasado año, en el que National Geographic estrenó un documental titulado La leyenda del dios mono, donde se mostraba el descubrimiento de vestigios arqueológicos de antiguas civilizaciones en el interior de la reserva. Un trabajo digno del mejor aventurero.

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