Brasil: Atrasos y cancelaciones de vuelos mantienen varados a muchos pasajeros en aeropuertos de esta nación

Brasil. La crisis aérea continúa agravándose cinco jornadas después del accidente de Sao Paulo, y a más de 48 horas de que un corto circuito sacara del aire el principal centro de control aéreo del norte de este país, informaron autoridades. Durante la jornada de ayer un 38% de los vuelos programados salieron atrasados, y otro 20% fueron cancelados, según nuevos datos de Infraero, el organismo estatal que administra los aeropuertos.

Entre las cero hora de ayer lunes y las 19.00 hora local (22.00 GMT), de los 1.637 vuelos previstos en la red nacional de aeropuertos 625 se atrasaron más de una hora y otros 328 no salieron en la jornada. "En estos momentos tenemos atrasos en el país entero", admitió el presidente de Infraero, brigadier José Carlos Pereira, en una entrevista en vivo con el portal UOL TV.

Los problemas en toda la red de aeropuertos brasileños se han extendido como en un efecto cascada desde que el martes se estrelló en el de Congonhas, en Sao Paulo, un Airbus A320 de la aerolínea TAM, tragedia en la que murieron más de 200 personas.

La pista principal de Congonhas permanece cerrada desde el día del accidente, cuando el Airbus patinó en ella y fue a estrellarse contra un almacén de cargas cercano.

Infraero había anunciado ayer en la mañana que la pista sería reabierta este lunes, lo cual hubiera ayudado a reducir la congestión en los aeropuertos del país. Pero las esperanzas se disiparon cuando en la tarde un intenso aguacero en Sao Paulo provocó un pequeño derrumbe en la parte final de la pista, justamente por donde paso el avión en su trayectoria accidental.

Según Infraero, unos tres millones de pasajeros dejarán de usar Congonhas desde ahora hasta el cierre de 2007. "La seguridad tiene que venir en primer lugar, llegó la hora de tomar alguna medida", dijo Pereira al agregar que los usuarios "tendrán que pagar la cuenta por más seguridad" con tarifas más caras.

Pereira rechazó contundentemente la propuesta de la Federación Internacional de los Controladores Aéreos (Ifacta) de ofrecer ayuda internacional a Brasil para resolver la crisis del sector y la calificó como "una injerencia indebida en los asuntos internos de Brasil".

"Brasil no tiene capacidad para resolver el problema por sí solo", argumentó la organización con sede en Ginebra. El viernes el presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció que las operaciones del aeropuerto serán reducidas y será construida una nueva terminal para la metrópoli de Sao Paulo.

Pereira, que está bajo intensa crítica de la prensa y la oposición, rechazó la propuesta de Ifacta y argumentó que la asociación "no tiene competencia técnica ni legal para dar recomendaciones a ningún país del mundo, mucho menos a Brasil".

"Es evidente que la cooperación internacional es bienvenida, pero de un organismo competente, como la Organización Internacional de Aviación", agregó. "Cada país es independiente completamente para aceptar o no una recomendación. Si la hiciera ella será bien recibida y soberanamente Brasil la seguirá o no", agregó.

Los principales atrasos ayer ocurrieron en el aeropuerto de Congonhas, que sólo opera con una pista auxiliar.

También fue afectado el Tom Jobim, de Río de Janeiro, muy concurrido este mes por cuenta de los Juegos Panamericanos.

Los pilotos de las aerolíneas TAM y Gol, las dos mayores del país, desviaron sus vuelos destinados a Congonhas hacia Cumbica, el aeropuerto internacional de Sao Paulo, argumentando "miedo" de aterrizar ahí durante la lluvia.

La pista ya presentaba difíciles condiciones de visibilidad antes del cierre debido al accidente, según los pilotos y las propias autoridades.