Argentina intensifica campaña contra fiebre amarilla, tras sospecha de primera muerte en su territorio

Argentina. La muerte de un hombre con síntomas de haber contraído fiebre amarilla en la provincia de Misiones (nordeste), limítrofe con Paraguay, donde esta misma enfermedad ha provocado al menos siete muertos, preocupa a las autoridades del país suramericano, que, como sus vecinos, ha iniciado una campaña intensiva de prevención tratando de evitar que el mal se propague mucho más.

El ministerio de salud argentino recomendó la vacunación a los pobladores que viven en localidades fronterizas con Paraguay y Brasil, y a quienes necesiten viajar o transitar por esos lugares por razones de trabajo o turismo. Al otro lado de esas fronteras, los gobiernos vecinos se han visto obligados a hacer lo mismo.

En los dos últimos meses fueron distribuidas en Argentina más de un millón de dosis de vacunas contra la enfermedad, y no sólo en las zonas en peligro, sino en todo el país. Esta campaña comenzó luego de que fuera detectado un rebrote de la enfermedad en Paraguay, país mucho más afectado, pues ha confirmado 23 casos y al menos 7 muertes hasta el momento a causa del mal.

Por suerte, y según especialistas, investigadores y personal médico, todavía la enfermedad no ha surgido en su variante urbana, es decir, transmitida de hombre a hombre por la picadura del mosquito. La mayoría de los casos se han detectado cerca de zonas selváticas, donde algunas especies de monos son portadores y reservorios de esta enfermedad.