Arequipa: los misterios de la “Ciudad Blanca”
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ciudad peruana de Arequipa mantiene la magia y las leyendas de tradiciones ancestrales y una herencia colonial que se encuentra marcada en su belleza arquitectónica, todo rodeado por la magnificencia de los volcanes Misti, Pichu Pichu y Chachani.
Cuentan los mitos de un pasado ya remoto, que al inicio de los tiempos una montaña (el Apu Pichu Pichu) se enamoró irremediablemente de su vecina (el volcán Chachani) y que los dioses no vieron con buenos ojos esta relación; pues sus razas no eran las mismas, siendo el primero de roca y el segundo de nieve, así que decidieron levantar un guardián en medio de los amantes y así nació el Misti.
Entonces el Pichu Pichu renegó contra la Pachamama y blasfemó contra los dioses, por lo que la madre tierra se vengó y el cielo se abrió en turbias cataratas, de manera que el Pichu Pichu, poseído por el miedo, cayó de espalda sobre la cumbre más alta y quedó convertido en piedra y dormido en el lugar hasta el final de los tiempos. Si uno mira los picos de estas montañas, forman la figura del indio dormido. Como estas, miles de leyendas forman parte de esa urbe y conviven con sus habitantes. Es necesario caminarla y charlar con los locales para conocerlas.
Arequipa, es también la segunda ciudad en importancia en Perú luego de Lima, y guarda en su interior los secretos de las famosas monjas de clausura del Convento de Santa Catalina y los encantos de su casco histórico. En sus campos se puede apreciar el trabajo del hombre a través de los siglos, en laderas de cultivo y viñedos que conforman un paisaje increíble.
El Valle del Colca
Con una profundidad de 3.400 metros (dos veces la del Cañón del Colorado), se erige este asombroso Valle que se constituye como uno de los principales atractivos arequipeños. Tiene una extensión de 100 kilómetros de largo y ocupa solamente un sector de la cuenca del río Colca. En lo alto del cañón es posible encontrar miradores ubicados estratégicamente para observar el paisaje y el vuelo del majestuoso cóndor.
El Valle y Cañón del Colca es uno de los destinos más extraordinarios del país. En toda la zona pueden verse andenes pre incas cultivados hasta hoy con quinua, maíz, cebada y trigo.
En épocas prehispánicas el departamento fue habitado por Collaguas y Cabanas; hoy, los habitantes han sabido conservar sus iglesias coloniales y siguen vistiendo hermosos trajes típicos. En el valle además, se practican deportes de aventura como el ciclismo de montaña, el trekking y el canotaje.
¿Qué más hacer en Arequipa?
Disfrutar de su maravillosa gastronomía
La zona se caracteriza por su culinaria, que es un portentoso bastión de la gastronomía peruana. Esta es producto del mestizaje entre una cocina andina ancestral y la española, entre los productos naturales de su costa y los de las alturas andinas. Es reconocida por sus variados platos, generalmente de sabores fuertes, y la presencia del camarón de río y del rocoto (especie de ají grande parecido al pimentón rojo), y de fuerte picor. Estos platos, son servidos en los restaurantes criollos o en restaurantes caseros tradicionales llamados "picanterías".
Alojarse en increíbles hoteles
Además de la inversión en infraestructura hotelera que recibió la zona, la Asociación Peruana de Hoteles y Restaurantes acaba de anunciar la creación de 9 alojamientos más, con entre 4 y 5 estrellas, en la zona. Tanto en la ciudad de Arequipa como en el Valle del Colca, se pueden encontrar hospedajes de primer nivel.
Lugares que no debes dejar de visitar:
Plaza de Armas
Rodeada por la Catedral y diversos portales, la plaza posee una hermosa fuente de bronce de tres platos coronados con la figura de un soldado del siglo XVI. A dicho personaje se le llama el "Tuturutu", que según la historia era el encargado de avisar de cualquier acontecimiento a los pobladores.
Catedral
Considerada como uno de los primeros monumentos religiosos del siglo XVII en la ciudad, es de estilo neoclásico y fue duramente golpeada por el terremoto del 2001, el que afectó seriamente sus torres.
Iglesia y Complejo de La Compañía
Está integrado por diversos edificios levantados por los jesuitas tanto para fines religiosos como para vivienda, y forma un monumento representativo de la arquitectura religiosa propia del siglo XVII.
Monasterio de Santa Catalina
Construido para albergar a las hijas de las familias más distinguidas de la ciudad con vocación religiosa, presenta habitaciones muy diversas arquitectónicamente. Uno de los ambientes ha sido acondicionado como pinacoteca para exhibir lienzos de las escuelas cusqueña, quiteña e influencia arequipeña.
Barrio de San Lázaro
Este barrio de callejuelas, pasajes estrechos, pequeñas plazas y amplias casas es la zona más representativa de la antigua Arequipa. En dicho lugar se establecieron los sacerdotes dominicos en 1538, construyendo una ermita para la evangelización de los nativos de dicho lugar. Destaca un pequeño puente que une la hoy Iglesia de San Lázaro y su plazuela con el resto del barrio.
Casa Goyeneche
Íntegramente decorada respetando el estilo colonial, se conservan lienzos de la escuela cusqueña y esculturas de la escuela granadina del siglo XVII. Debe su nombre a don Juan de Goyeneche y Aguerreverre, quien la adquirió en 1782.




