Air Europa e Iberia anuncian medidas de apoyo ante cese de operaciones de Spanair
Las aerolíneas Air Europa e Iberia se pusieron el viernes a disposición de las autoridades y anunciaron acciones de apoyo a pasajeros afectados por el cese de Spanair, que en la tarde había cancelado la compra de boletos en su web y concretó la suspensión de vuelos en la noche, en medio de previsiones de que presentará concurso de acreedores la semana entrante.
Tras conocerse la noticia, el Ministerio de Fomento informó que iniciará un expediente sancionador a Spanair por el brusco cese de servicios, y exigió a la empresa cumplir sus obligaciones con los pasajeros, según lo establecido por ley. La aerolínea, por su parte, se disculpó con los usuarios y argumentó como causa de su salida “la falta de viabilidad financiera para los próximos meses”.
El presidente de la compañía, Ferrán Soriano, dijo a la prensa que se trata de una medida de prudencia y seguridad tras fallar negociaciones con Qatar Airways para asegurar la continuidad, a lo que se sumó que el gobierno catalán ha confirmado que no habrá más apoyo financiero para la aerolínea.
“La compañía ha optado por cesar la operación de sus vuelos como medida de prudencia y seguridad, y tomará todas las medidas legales pertinentes”, dijo.
La primera cancelación se produjo pasadas las 11 de la noche en El Prat, en un vuelo que debía partir hacia Valencia.
En los aeropuertos de Barcelona y Madrid ya se habilitaron salones para atender a los pasajeros afectados por la medida.
Alternativas
Los usuarios que preveían volar con Spanair o que habían adquirido un boleto para los próximos días, semanas o meses, pueden encontrar información en la web de la compañía, spanair.com, en cuanto a los pasos para recuperar su dinero.
Air Europa informó que en la noche del viernes acordó con el Govern de la Generalitat de Catalunya la creación de una tarifa reducida para que los pasajeros afectados puedan volar con la compañía con el mínimo coste añadido posible en todas las rutas que coincidan con las de Spanair.
Los billetes de tarifa especial podrán ser adquiridos en todos los canales de venta, incluido el Call Center de Air Europa (902 401 501) y las oficinas de los aeropuertos, todos los sábados, domingos y lunes, y servirán para viajar en esos mismos días.
Los precios acordados son los siguientes: vuelos domésticos y Baleares: 60 euros más tasas; vuelos a Canarias: 90 euros más tasas; vuelos internacionales: 100 euros más tasas.
Por su parte, Iberia anunció un plan de contingencia para contribuir al traslado de esos viajeros, en colaboración con el gobierno nacional y las autoridades autonómicas catalanas.
Durante los tres próximos días, Iberia “ofrecerá a los pasajeros afectados tarifas especiales para las rutas y/o destinos coincidentes con los de Spanair, en función de la disponibilidad de plazas”. Dichas tarifas serán de 60, 90 o 100 euros más tasas aeroportuarias, según se trate de vuelos nacionales (excepto Canarias), vuelos con Canarias o europeos respectivamente, precisó la compañía.
La aerolínea aumentará, además, su programa habitual de vuelos en aquellas rutas donde la desaparición de Spanair provoque una falta de oferta para los clientes. En concreto, las que unen Madrid con Barcelona, Bilbao, La Coruña y ambos archipiélagos.
Entretanto, Las aerolíneas de bajo coste Easyjet y Ryanair informaron que ofrecerán “tarifas de rescate” para aquellos pasajeros afectados por la crisis.
Easyjet anunció que implementará una tarifa de 50 euros por trayecto hasta el próximo 3 de febrero para los viajeros que tenían billete reservado con Spanair para la ruta que unía Barcelona con Berlín. Ryanair informó sobre una tarifa de 49 euros a siete destinos desde El Prat, sólo aplicable a los clientes de Spanair.
En un comunicado, Spanair agradeció la “comprensión y la ayuda de las autoridades aeronáuticas y de las otras aerolíneas que facilitarán la reasignación de los pasajeros”.
La aerolínea cuenta con una plantilla de 2.000 trabajadores, 600 millones facturados al año y una cuota de mercado del 22% en España. En 2010 reportó pérdidas por 115 millones de euros.