El renacer de los autocines en medio de la pandemia de Covid 19
Cierra los ojos e imagina un autocine. Imagina un extenso campo de hierba rodeado de autos, cada vehículo girado hacia una pantalla gigante bañada por la luz del proyector.
Vea a las parejas, familias y aventureros solitarios masticando bocadillos y riéndose de lo que ven en la pantalla. Escuchen el diálogo de la película a través de los aparatos de radio conectados a la estación local.
Este panorama parecería un sueño ambientado en los años 50 del siglo pasado, pero no lo es. Es el año 2020 y el autocine está de regreso.
Mientras que la nueva pandemia de coronavirus ha vaciado los cineplex, las salas de conciertos y los estadios deportivos, la práctica nostálgica y casi obsoleta de aparcar bajo las estrellas para ver la última película ha vuelto a funcionar.
En los Estados Unidos quedan poco más de 300 cines con autoservicio, muy lejos de los más de 4.000 que funcionaban en su época de apogeo en los años 50, pero estas reliquias ofrecen ahora una de las pocas formas viables de entretenimiento al aire libre en medio de las medidas generalizadas de permanencia en el hogar.
Los cines al aire libre han recibido la bendición de reabrir de varios gobernadores de estado, incluyendo Tony Evers de Wisconsin, Phil Murphy de Nueva Jersey y Andrew Cuomo de Nueva York. La tendencia podría muy bien extenderse a través de la nación a medida que más estados levanten cautelosamente las restricciones de COVID-19 a los negocios. Los autocines son un candidato natural para el alivio, dado el distanciamiento social inherente al estar dentro de un auto personal aparcado.
Las reglas y pautas para los autocines varían según el estado. Algunos estados sólo permiten que las regiones que han aprobado ciertas medidas, como un porcentaje menor de nuevos casos de COVID-19, abran negocios como los autocines.
Y debido a la naturaleza en constante evolución de la respuesta del gobierno a la pandemia, cualquier lista de negocios abiertos puede cambiar semana a semana o incluso diariamente.
El estado de los autocines sigue siendo menos claro en otros estados. Tomemos el caso de Virginia, donde el propietario del Family Drive-in Theatre, Jim Kopp, le dijo al Washington Post que tenía el visto bueno de la oficina del gobernador Ralph Northam para reabrir. El periódico describió el permiso como "aparente", ya que la oficina del gobernador no respondió a su petición de comentarios.
Otros estados, como Washington y Michigan, se mantienen firmes en la decisión de mantener los autocines cerrados a pesar de las protestas de los propietarios de los teatros. En el caso de Michigan, el dueño de un autocine dijo desafiantemente a la tienda local Battle Creek Enquirer: "Estamos abiertos. Esperaremos a ver qué pasa".
