CNDEscucha: Un repaso por la trayectoria de Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo de México (I)

A través de una serie de entrevistas, CNDEscucha repasa la carrera del actual secretario de Turismo de México, Miguel Torruco Marqués, desde sus inicios en su carrera profesional hasta esta última etapa como funcionario público. Desde su despacho en Ciudad de México, el secretario recibe a José Carlos de Santiago – presidente de Grupo Excelencias – con su habitual cercanía, y es que, a lo largo de su trayectoria, Miguel Torruco ha sido merecedor de múltiples Premios Excelencias. En este primer capítulo, el secretario rememora sus comienzos en el apasionante mundo del turismo, y hace balance de los primeros pasos de la actual administración y las problemáticas que tuvo que enfrentar.

¿Cuánto tiempo lleva formando parte de la industria turística y cómo fueron sus inicios?

Este mes cumplo 53 años al servicio del turismo. Hace exactamente ese tiempo, don Hugo Salinas Rocha, mi primer jefe, que fue presidente y dueño del Hotel del Paseo, hoy conocido como Hotel Holiday Inn, me invitó a trabajar allí. Empecé como bellboy, y trabajé como recepcionista, cajero, telefonista… hasta llegar a la subgerencia. No pude llegar a la gerencia porque salí para tomar otros cursos en Estados Unidos.

¿Cuáles fueron los primeros retos que se encontró en la administración?

Como empresario del turismo que he sido siempre, al llegar a la Secretaría de Turismo me pregunté, “con las personas que están ya asignadas, ¿cuánto hubo de presupuesto del 2012 al 2018?” 54.000 millones de pesos para FONATUR (Fondo Nacional de Fomento al Turismo), el Consejo de Promoción Turística de México, y la Secretaría de Turismo. También me planteé “¿en qué situación me entregan el sector? ¿Qué lugar dentro del ámbito internacional ocupamos?” El séptimo lugar. Generalmente se decía que estábamos en el Top-10, y que solíamos variar tres puestos en materia de turismo internacional.

Pero ahí no se mide la potencialidad turística de una nación, sino que se mide desde la óptica económica. En ese sentido, me entregaron un sector en el 17º puesto en cuanto a captación de divisas, cifras que muy pocas veces se daban a conocer, y el 40º puesto en cuanto a gasto per cápita, al cierre de 2018. Estar en este puesto significa que había 39 naciones en las que sus gobernantes, sus empresarios, sus prestadores, todos aquellos que integran la gran familia turística, tuvieron más capacidad para crear, concebir, integrar y comercializar nuevos productos que impactaran más al consumidor.

 “La potencialidad turística de una nación (…) se mide desde la óptica económica”.

¿Cuál era la situación a nivel regional?

Otras de las cifras crudas que vimos es que el 92% de los turistas que recibíamos se concentraba solamente en seis lugares: Cancún, Ciudad de México, Los Cabos, Puerto Vallarta, Guadalajara y Monterrey. De ello me di cuenta cuando tuve el honor de ser presidente nacional de la Asociación Mexicana de Hoteles. En muchos lugares, como Real de Catorce o San Luis Potosí, me preguntaban “¿por qué dicen que somos potencia turística, si aquí casi no vienen los turísticos?” La respuesta era que se los turistas se concentraban solamente en seis plazas. Ese fue el panorama que nos encontramos.

“En esta administración, dirigida por Andrés Manuel López Obrador, uno de los puntos que se han logrado es consolidar lo existente”.

¿Qué otras problemáticas encontró de inicio?

Otro asunto era que no estaba desarrollado el sureste del país. Tan solo estaban desarrollados algunos lugares, pero había pobreza en el sureste. Este era otro de los asuntos que había que resolver: la cuestión de los programas inconclusos, algo que yo llamo el síndrome Akenatón. Este faraón egipcio, esposo de Nefertiti, y padre de Tutankamón, cuando llegó al poder dijo “yo soy el sol, y aquí es borrón y cuenta nueva”. Ordenó borrar todos los jeroglíficos, y cancelar todas las obras que estaban en progreso. Esa forma de actuar se ha traducido en un síndrome que vivieron las anteriores administraciones.

¿Quién hizo Cancún? Tal presidente. ¿Qué obras hacían falta? Pues la ampliación de un bulevar para darle viabilidad en una época con mayor afluencia turística, pero también faltaba un puente que estaba desde el inicio planteado en los programas, el Puente Nichupté, en la Laguna Nichupté, el distribuidor real hacia el aeropuerto, la Playa del Carmén… Pero se cancela. Lo mismo ocurrió en Santa María Huatulco. Tal presidente dejó pendiente la autopista de Oaxaca-Puerto Escondido para darle viabilidad al desarrollo. Aunque el proyecto había comenzado, también se cancela.

Otro Akenatón más moderno es el caso del proyecto de La Escalera Náutica. Se invierte dinero en todos los puntos donde supuestamente iba a hacerse, en el Mar de Cortés, llamado el acuario del mundo por Jacques Cousteau. “Que se cancele”, dice el siguiente. Es por todo eso que en esta administración, dirigida por Andrés Manuel López Obrador, uno de los puntos que se han logrado es consolidar lo existente.