Primero Alitalia y ahora ITA: ¿El mismo perro con diferente collar?

Por Massimo Terracina

Se puede decir que es un "trabajo italiano". Alitalia fue una vez un orgullo para Italia: clase, ideas, moda en el cielo, gran cocina. Desgraciadamente, los últimos 30 años de la aerolínea nacional han suscitado todas las críticas posibles, por ser educados, de todo el mundo. Fue salvada de la quiebra cuatro veces, por supuesto, a costa de los contribuyentes italianos.

No es un secreto que fue una empresa que contrató a los ejecutivos mejor pagados -pero de peor actuación- durante años, con el resultado de llenar la gestión de profesionalidad mediocre que llevó a la situación actual.

Alitalia ha muerto, como todos saben, y la nueva compañía se llama ITA, redimensionada, que será la que la sustituirá. Pero no es tan grande como era cuando era una marca de primer orden.

Hubo un tiempo en que Air France quiso comprar la compañía, ya en la misma alianza. Recuerdo que el Sr. Spinetta, antiguo director general y presidente del grupo Air France-KLM, que estaba muy interesado. Tuve el placer de entrevistarme con él.

Pero el gobierno de Berlusconi decidió salvar la compañía como un activo nacional, convirtiéndola en un desastre nacional y en un despilfarro de dinero público.

Más tarde, Etihad intentó asociarse con la aerolínea italiana convirtiéndose en socio accionista. Incluso James Hogan, antiguo director general de la compañía emiratí, renunció a ello: demasiado difícil y poco satisfactorio. Así que después de todos esos capítulos, la dirección de Alitalia cambió un poco.

Fabio Lazzerini asumió el cargo de CEO, un joven y brillante directivo que demostró su capacidad en diferentes campos, como GDS. Pero un solo hombre, aunque apoyado por otros célebres directivos como Giancarlo Zeni, director general de la compañía, con una gran experiencia previa en la aviación, aparentemente no fue suficiente.

No fue suficiente para superar la historia de Alitalia, ahora ITA, de despilfarro de talento y de profesionalidad, de dinero y, además, de credibilidad.

Yo, personalmente, confío en algunos del nuevo grupo directivo, como los mencionados Lazzerini y Zeni, tipos que conozco muy bien y a los que puedo llamar amigos, pero todo empieza con grandes interrogantes.

Primer obstáculo: la relación entre la ATI (Italia Trasporto Aereo) y los sindicatos, cuya exigencia es salvar los 10.000 puestos de trabajo de los empleados de Alitalia, no sólo los 2.800 que se supone que se van a contratar en esta primera etapa. El presidente de la ATI, Alfredo Altavilla, hizo la comparación del coste laboral con respecto a otras compañías aéreas, anunciando la salida de Assaereo (Asociación Nacional de Operadores y Transportistas Aéreos) con el objetivo de negociar su propio proyecto de convenio.

Es cierto que en estas condiciones Alitalia cuesta 30 millones de euros al mes de dinero público, como declaró Giancarlo Giorgetti, ministro de Desarrollo Económico del actual gobierno de Draghi. Así que los sindicatos confirmaron una jornada de huelga el 24 de septiembre para solicitar la intervención del gobierno con el umbral indiscutible de 10.500 trabajadores confirmados en la nueva ITA, a pesar de que Alfredo Altavilla considera la nueva compañía aérea como una startup.

En una reunión entre el ITA (Lazzerini y Altavilla) con el sindicato Fit-Cisl, su secretario general, Salvatore Pellecchia, dijo que solicitó a ITA que estableciera un protocolo sobre las relaciones laborales para seguir la confrontación sobre el plan industrial, el perímetro de la empresa, los recursos humanos, el modelo de servicio y el Convenio Colectivo Nacional.

También otros sindicatos, que representan a los pilotos y asistentes de vuelo, como ANPAC, ANPAV y ANO, son contrarios a que en la "hoja de ruta" aparezcan los nuevos contratos y los procedimientos de contratación.

Mientras que las disputas entre la compañía y los sindicatos continuarán, ITA participará en la licitación para ganar la marca Alitalia. La nueva empresa participará en las licitaciones para ganar la administración y las labores de mantenimiento.

Mientras tanto, ITA abrió la venta de billetes en el sitio web itaspa.com y a través de las agencias de viajes para los vuelos nacionales en Roma, Milán Linate y Malpensa, y los internacionales (de Linate a Ámsterdam, Bruselas, Düsseldorf, Frankfurt, Ginebra, Londres, París (CdG y Orly); y desde Fiumicino a Ámsterdam, Atenas, Barcelona, Bruselas, El Cairo, Frankfurt, Ginebra, Londres, Madrid, Malta, Mónaco, Niza, París (CdG), Tirana, Tel Aviv, Túnez y Zurich.

Queda por decidir, sin embargo, la llamada continuidad territorial en Cagliari, Alghero y Olbia desde Roma y Milán, así como las rutas a Nueva York (JFK), Boston y Miami, porque aún están a la espera de las autorizaciones del Departamento de Transporte de Estados Unidos.

Y todavía esto no ha terminado. Vamos a ver qué pasará en los próximos dos meses.