Por mucho tiempo... Trinidad

A propósito del próximo Seminario Gourmet Trinidad a celebrarse en esa ciudad y que contará con el apoyo de diversas empresas, incluida Iberostar Hotels, compartimos este material.

Trinidad se ha convertido desde hace algunos años no solo en la ciudad mejor conservada de Cuba, sino en símbolo de un proyecto de sostenibilidad en el que se entrelazan lo turístico y lo social. La creación hace ya un lustro de la Empresa Aldaba apunta en esa dirección. Arte por Excelencias entrevista en Exclusiva a Alberto Turiño, su director.

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 Usted ha visto crecer y nacer a Aldaba, en la Trinidad de Cuba, como un símbolo de cuánto puede hacerse por el desarrollo local sostenible. Quienes conocen su colectivo y el cumplimiento de su plan de ingresos, dan fe de la labor de una empresa estatal socialista. ¿Están satisfechos con estos resultados?
Desde su creación en abril de 2012, la Empresa Aldaba ha mantenido un crecimiento económico sostenido de entre 33 y 47 por ciento de un año a otro. Esto no responde a un evento fortuito, es el resultado del esfuerzo de un joven colectivo motivado y comprometido con la empresa y con la labor que realizan, con un enfoque diferente de hasta donde se pretende llegar y con el poder de decisión para lograrlo. En esta institución las decisiones se toman en colectivo, lo que asegura que los trabajadores sientan que se confía en ellos. De ahí que la fluctuación de la fuerza laboral sea solo de un 6 %.

¿Cómo es la satisfacción de los turistas nacionales con la entidad? ¿Tienen que ver con las utilidades el desarrollo de proyectos en el Valle de los Ingenios y las excursiones desde Sancti Spíritus?
Para el turista nacional, Aldaba es la empresa que pone a Trinidad a su puerta, ello desde un ambiente cultural y espiritual, con opciones únicas y atractivas en todos los sentidos, además dirigidas a un público de todas las edades y a la familia. Es reconfortante para nuestro equipo saber que cuando se muestra la historia local a los visitantes, estos escuchan por primera vez las singularidades y hechos de que está cargada esta ciudad, conocida mundialmente por la conservación de su arquitectura y no siempre por su peculiar historia.

Los proyectos de Desarrollo Local (IMDL) que Aldaba acogió en su seno, ¿se han retroalimentado de la experiencia del colectivo y de la empresa? ¿Qué rol juegan hoy en los resultados del plan de 2016?
Los proyectos que se desarrollan en el Valle de los Ingenios son fundamentales en el desarrollo de la empresa, no solo para las utilidades, sino también para la elevación de la calidad de vida de los habitantes de las comunidades rurales del Valle.
Es válido destacar, en primer lugar, los recorridos desde la ciudad de Sancti Spíritus al Valle de los Ingenios, con una excelente aceptación, y los recorridos planificados desde Trinidad hacia otros destinos históricos y patrimoniales como las ciudades de San Juan de los Remedios, Santa Clara y Puerto Príncipe (Camagüey). Para estos recorridos, las capacidades se agotaron al día siguiente de haberlos promocionado. En una etapa, hasta colectivos laborales optaron por esta propuesta turística.
La aceptación e interés del turismo nacional en esta opción ofrecida por Aldaba se reflejó en el elevado porciento de utilidades alcanzado en este año.

Usted dijo en la presentación de la revista de que Trinidad merece un Centro de la Diversidad Cultural en aquellas zonas periféricas que no están favorecidas por el turismo. ¿Puede hablarnos de ello?
La empresa cuenta en este momento con tres Proyectos de Desarrollo Local. Existe además un cuarto proyecto en vías de aprobación. De ellos, dos funcionan a plena capacidad y mensualmente contribuyen con sus utilidades a la restauración y conservación del patrimonio edificado que lleva a cabo la Oficina del Conservador de la Ciudad, y al desarrollo de nuevos proyectos.
Actualmente, los Proyectos de Desarrollo Local representan el veinte por ciento de la producción total de la empresa, aunque para el colectivo laboral, Aldaba, como institución, funciona como un Proyecto de Desarrollo Local.
La creación en Trinidad de un Centro para la Diversidad Cultural está a punto de convertirse en una realidad, pues está incluido en sus planes estratégicos para 2017. No se concibe una ciudad con los valores culturales excepcionales de nuestra villa sin un centro donde haya representatividad de lo diverso en todos los sentidos.
Hacer un Centro para la Diversidad Cultural fuera del área del Centro Histórico Urbano no es una idea nueva. Desde hace un tiempo, la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios están haciendo esfuerzos por descongestionar el Centro Histórico, pues esta es una zona muy frágil, sometida a una sobrecarga tanto de personas como de centros turísticos. Ello lo demuestran los más de cuatro mil turistas que lo visitan diariamente. Más de un tercio de su fondo habitacional está arrendado o practica otra actividad privada, más todas las instituciones estatales que también desarrollan en esta zona su actividad económica. Por demás, el desarrollo urbanístico de una ciudad como Trinidad no puede concebirse solo en determinada zona.

¿Cómo se siente un dirigente estatal que ha sido reconocido por las autoridades locales y por la población de Trinidad ante el desarrollo exitoso de Aldaba?
La realidad es que Trinidad, como ciudad, como entorno, como cultura y como historia se merece mucho más de lo que cualquier persona pueda darle. Todo lo que se haga por su beneficio es poco. Esta es una ciudad encantadora, con un acervo cultural único y singular. Me siento orgulloso de ser hijo de esta tierra y poder contribuir con mi granito de arena a que no pierda ese encanto y siga trascendiendo en el tiempo… ¡por mucho tiempo!

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