Turoperadores piden limitar el turismo en las islas Galápagos
La Asociación Internacional de Touroperadores de Galápagos (IGTOA) recomienda limitar el crecimiento del turismo terrestre en las islas Galápagos tras la publicación por la UNESCO de su Informe sobre el Estado de Conservación 2023.
La organización sin ánimo de lucro envió una carta al delegado de Ecuador ante la UNESCO, Mauricio Efraín Baus Palacios, para instar al país a seguir adelante con una estrategia de turismo de crecimiento cero para las islas, a la que el país se había comprometido en 2017 pero que aún no ha puesto en práctica.
Las Islas Galápagos, que forman parte de Ecuador, regulan actualmente el turismo marítimo con más cuidado que el terrestre.
Según datos del Ministerio de Turismo del país, las islas podrían llegar a recibir un millón de visitantes anuales en 2041 si no se regula el crecimiento turístico, lo que conllevaría los efectos nocivos sobre los espacios naturales que puede acarrear el exceso de turismo, como la disminución de nacimientos de animales por estrés y contaminación.
"Las islas Galápagos se encuentran entre los entornos naturales ecológicamente más prístinos e intactos del mundo", afirma Marcy Patry, de CNH Tours, miembro de la junta directiva de IGTOA y con experiencia laboral previa en la Estación Científica Charles Darwin y en la UNESCO. "Albergan muchas especies que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra y son increíblemente frágiles. El turismo bien gestionado puede seguir desempeñando un papel importante en la protección de las islas. Pero es un arma de doble filo. Un crecimiento descontrolado y sin un plan para afrontarlo es una receta potencial para el desastre".
La normativa sobre turismo marítimo entró en vigor en 1998, poniendo un tope a la capacidad total de la flota de pasajeros de las Galápagos, limitando el número de pasajeros que pueden visitarlas cada año. Desde entonces, el turismo terrestre es el único que ha crecido en las islas.
La IGTOA recomienda frenar el turismo terrestre mediante el aumento de las tasas a los visitantes, un proceso de conservación en línea con otros destinos naturales como el Serengeti y la limitación del número total de hoteles o turistas terrestres que llegan cada año, del mismo modo que se ha limitado el número de visitantes en barco durante casi 25 años.
Es posible que los viajes a las Galápagos se vuelvan más exclusivos si el país aprueba nuevas normas que restrinjan el crecimiento del turismo en las islas, aunque los viajeros deberían considerarlo una buena práctica para la sostenibilidad del frágil ecosistema en los siglos venideros.