La Tierra de los Sicani: Viaje a una Sicilia Interior Diferente

Sicilia es como un diamante, una tierra con muchas facetas, y si deseas descubrirlas todas, ¿por dónde mejor empezar que aquí?

Por Massimo Terracina

Entre Palermo y Agrigento se encuentra una tierra maravillosa que una vez estuvo habitada por el pueblo sicani, que se estableció en tiempos antiguos en una gran parte de la isla antes de retirarse a la región centro-sur, delimitada por los ríos Himera y Halykos, con la llegada de los sículos.

Pueblos Sicani: En torno a su legado histórico, ha surgido un proyecto turístico que abarca 29 municipios unidos bajo la marca de Calidad Rural Sicani. Este proyecto reúne antiguos pueblos, actividades agrícolas, comerciales, artesanales y relacionadas con la hospitalidad bajo el nombre de Pueblos Sicani.

"Nuestra propuesta se basa en el 'turismo relacional', que, además de mostrar un territorio rico en colores, sabores y hospitalidad, ofrece al viajero la oportunidad de integrarse en la cultura local y experimentarla al máximo", explica Pierfilippo Spoto, un experto local y animador territorial de los sicani, cuya imagen está ahora inseparablemente ligada a estas tierras. "Vivir experiencias con aquellos que las proponen, comer con la gente local en sus hogares y probar los productos de la tierra de primera mano, ya sea vino, pan o aceite, es algo que une y deja recuerdos indelebles".

Un largo fin de semana (¡aunque tomaría al menos un mes!) es un buen punto de partida, pero estamos seguros de que querrás volver. El punto de partida casi obligado es Aragona, también una parada en la Magna Via Francigena (de Palermo a Agrigento). No es raro encontrarse con peregrinos caminantes, como los de Sperdicchio, famoso por el barril pintado, casi un símbolo de partida, similar a los marcadores de Monopoly. Desde aquí, emprendemos nuestra exploración sicani, deleitándonos con "pan cunzatu", "panelle", embutidos, quesos y el Spritz de Sperdicchio enriquecido con higo chumbo y ginebra local.

El leitmotiv de este viaje podría ser el típico saludo siciliano: "¿Mangiaste?" (¿Comiste?) - una prueba de la gran hospitalidad siciliana que anima esta iniciativa. Y de hecho, el alimento, no solo para los ojos y el alma, nunca falta.

Bio Resort Fontes Episcopi: En Aragona, en medio de un tranquilo campo cerca de la Reserva Natural de Macalube, se encuentra el sueño hecho realidad de Maurizio Tedesco. Conocido por su tranquilidad, la enorme cocina que a menudo alberga clases de cocina, comida tradicional refinada, siete habitaciones que emanan hospitalidad antigua, y catas y tratamientos basados en jabón natural, arcilla del parque, exfoliantes con salvado y masajes con aceite de oliva, ofrece el bienestar de un campesino.

Museo Sicani (MuSAM): "El Museo Arqueológico de Sant'Angelo Muxaro, inaugurado a fines de 2015, es una piedra angular significativa para valorar las antigüedades de la zona", explica el excepcional guía, el alcalde del pequeño pueblo, Angelo Tirrito. "Restaura a este lugar la dignidad de un pasado rico, que lo ha hecho famoso en todo el mundo por los espléndidos y aún enigmáticos objetos de oro encontrados aquí".

El origen de los sicani sigue envuelto en misterio. Según Diodoro Sículo, eran un pueblo de origen ibérico. Es de ellos y su territorio que se inspira el proyecto turístico de gran alcance, "Pueblos Sicani".

Muchas personas contribuyen al éxito de este proyecto, comenzando por Laura Massoni y su dmo, Pure Sicily. "La experiencia que ofrece nuestra Sicilia," explica ella, "es muy apreciada por aquellos que prefieren clases de cocina, deambular por los callejones y detenerse a comer en los hogares hospitalarios de nuestros miembros, sobre todo por el contacto humano y el descubrimiento de todo lo que consideran 'virgen' con un sabor auténticamente italiano".

Val di Kam: Pierfilippo Spoto y Val di Kam ofrecen actividades inestimables como caminatas, paseos a caballo, ciclismo y kayak para explorar la zona.

El descubrimiento continúa con otros pueblos en el circuito. San Biagio Platani, famoso por los arcos de Pascua, una obra coral de altísimo valor artístico donde la pasta y las habilidades manuales se entrelazan para dar vida a increíbles obras que adornan la calle principal.

"Turisti per Case" es el proyecto de hospitalidad que invita a los turistas a cenar en los hogares de los lugareños, quienes cada vez aprecian más el valor de esta iniciativa. Los "restaurantes caseros" se encuentran en callejones, patios, cocinas y salas de estar, donde las hospitalarias damas hacen todo lo posible para mostrar el verdadero rostro de la acogedora Sicilia.

En Giuliana, uno debe visitar el castillo en forma de águila que domina el pueblo y el río Sosio. Desde esta fortaleza, atribuida a Federico II de Hohenstaufen, se pueden ver los valles de las Montañas Sicani.

Los callejones arriba y abajo son el corazón de Giuliana, donde la recuperación de un antiguo horno por parte de Franco Arcuri da vida a deliciosos panes y focaccias, rellenos con aceite clásico, orégano, sal y pimienta para el Pan Cunzatu, o con variaciones imaginativas como naranja y anchoas.

Esta tierra está marcada por el espíritu emprendedor y la pasión heredada. En Realmonte, Borgo Giallonardo, un "hotel boutique bodega" ejemplifica este espíritu. En la costa, la hospitalidad en las suites y apartamentos de Luna Minoica y las opciones gastronómicas en Locanda Perbellini al Mare y Canaima ofrecen excelentes experiencias.

Otro lugar "mágico" que no debe perderse es el Teatro Andromeda. Nacido de la imaginación del pastor artista Lorenzo Reina, permite experimentar el poder del silencio en medio de un escenario circular con vistas al valle.

Scala dei Turchi: Considerada la mayor atracción natural de la zona, los aperitivos o cenas al atardecer en la Playa Lounge ofrecen una espléndida vista del paisaje natural.

Los negocios familiares, el microemprendimiento y la hospitalidad florecen en esta área, como lo ejemplifican la acogedora casa de Valeria Licata en San Biagio Platani y el negocio de pasta de Cristina Altamore. Los tesoros artesanales también abundan, como las cerámicas en Burgio y el bordado en Santo Stefano Quisquina.

Después de todo, ¿"Mangiaste?" (¿Comiste?)