La Manchuela: una ruta entre ríos y viñedos
Entre los ríos Júcar y Cabriel se despliega una comarca donde el vino marca el ritmo del viaje. La Manchuela, en el corazón de Castilla-La Mancha es uno de los destinos más singulares y quizás menos conocidos del panorama enoturístico español. Su riqueza no solo reside en la calidad de sus vinos, sino por la forma en que paisaje, cultura y gastronomía conviven en equilibrio.
Descubrir la Ruta del Vino de La Manchuela implica un itinerario que se extiende entre las provincias de Cuenca y Albacete y que hoy integra catorce bodegas abiertas al visitante. Un destino de interior que se disfruta sin prisas, copa en mano y con los sentidos despiertos.
Un territorio que se cuenta a través de la Bobal
La Manchuela es un territorio definido por sus ríos y por un microclima singular. A unos 700 metros sobre el nivel del mar, sus viñedos gozan de una ventilación que equilibra la maduración de la uva y favorece vinos con carácter, pero también con taninos amables.
Su variedad estrella es la Bobal, una uva tradicionalmente usada para aportar color a vinos de otras regiones, pero que hoy brilla con nombre en la región.
Junto a ella, variedades autóctonas como Tardana y Albilla se han convertido en auténticas joyas locales, especialmente bien adaptadas al cambio climático y cada vez más presentes en las experiencias de cata que se ofrecen al visitante.
El compromiso de La Manchuela con la sostenibilidad es otro de sus pilares. La comarca forma parte de la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel, reconocida por la UNESCO. Senderismo entre viñedos, miradores naturales y rutas fluviales completan una propuesta pensada para viajeros que buscan naturaleza, autenticidad y calma.
A través de su ruta, los visitantes pueden recorrer pueblos como Alcalá del Júcar, con sus casas excavadas en la roca; Jorquera, con sus acantilados y vistas al valle; o Villanueva de la Jara, que alberga una basílica pontificia —una rareza en la región—.
Casas-Ibáñez es otro de los epicentros del recorrido, sede de Bodega Vega Tolosa, distinguida como mejor propuesta enoturística de España 2024. A ello se suma Fuentealbilla, donde se encuentra la bodega del futbolista Andrés Iniesta, una parada que combina vino, identidad local y proyección internacional.
A esto se suman alojamientos singulares, como las casas cueva, con un total de más de 1.200 plazas de alojamiento, con opciones que van desde hoteles rurales hasta experiencias de lujo integradas en bodegas.
Así, el enoturismo en La Manchuela deviene una invitación a descubrir sus paisajes con copa en mano. Sus cepas más autóctonas serán las encargadas de narrar esta andadura de vino, gastronomía, naturaleza y hospitalidad




