Suiza: A una década del 11-S, el sector de la aviación ha confirmado su empuje y resistencia, asegura la IATA

12 de Septiembre de 2011 2:48am
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Suiza: A una década del 11-S, el sector de la aviación ha confirmado su empuje y resistencia, asegura la IATA

Suiza. Al cumplirse este domingo el décimo aniversario de los sucesos del 11-S, que fue parte de una "cadena de eventos" que costaron a la industria aérea unos tres años de crecimiento, el secretario general y consejero delegado de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Tony Tyler, consideró que las aerolíneas no sólo se recuperaron en sus resultados de tráfico e ingresos, sino que también retomaron y mantuvieron la rentabilidad, y ganarán 4.000 millones de dólares (2.846 millones de euros) en 2011, frente a los 3.700 millones de dólares (2.634 millones de euros) de beneficios generados en el 2000, justo un año antes de la crisis generada por el terrible atentado.

En un informe de la IATA sobre el tema que difundió ayer Europa Pres,  se refiere además que el tráfico de pasajeros aumentará en 1.000 millones de viajeros en 2011 con respecto al 2000, hasta 2.800 millones, y el de carga se incrementará hasta 48.000 millones de toneladas, 16.000 toneladas más que en 2001.

No obstante, advierte la asociación que la rentabilidad no ha crecido proporcionalmente a los ingresos, que se dispararon un 81% en la última década, desde 329.000 millones de dólares (234.000 millones de euros) en el año 2000, hasta los 598.000 millones de dólares (425.700 millones de euros) que prevé recaudar la industria en 2011.

Según la opinión de Tyler, que acompañó al reporte, el principal legado del 11-S es el cambio en la seguridad aeroportuaria, “con medidas inimaginables hasta el momento”. La aviación ha mejorado en seguridad desde 2001, pero su reforma "se ha cobrado un gran precio en términos de conveniencia para el pasajero y costes de la industria", aseguró el directivo.

Abundó que los Gobiernos deberían coordinar el desarrollo de las medidas de seguridad para armonizar los estándares y eliminar redundancias entre los países, así como compartir con la industria y los pasajeros los costes en esta materia, cuya factura para las aerolíneas alcanzó los 7.400 millones de dólares (5.693 millones de euros) en 2010.

Los pasajeros también tienen un papel importante, ya que es "crucial" la vigilancia y la cooperación con las autoridades, pero Tyler lanza un claro mensaje a los Gobiernos, y es que la seguridad no se puede garantizar al 100% y que hay que "evitar las políticas impulsadas por reacciones viscerales".

“El objetivo es que el pasajero acceda a la puerta de embarque en un proceso menos complicado y conveniente, para lo cual es necesario la compilación de una enorme cantidad de datos de los viajeros junto con tecnología, lo que haría posible que los viajeros pudieran a acceder a sus vuelos a través de un solo punto que detecte metales y sustancias peligrosas sin tener que desmontar los equipajes ni efectuar paradas”, explicó el responsable de la IATA.

Tyler se despidió con un recuerdo para las familias y a las víctimas. "Nuestro mejor tributo a sus memorias es una industria de la aviación resistente. La aviación es una fuerza para el bien y un instrumento de paz que promueve el comercio, la salud y facilita el entendimiento entre las gentes y las culturas de nuestro mundo", concluyó.

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