Quito se pinta con luces de colores

La capital de Ecuador se pinta desde este miércoles con luces de colores, "La Fiesta de la Luz de Quito", llega en su tercera edición dibujando con animaciones las edificaciones patrimoniales de esta ciudad.

El festival que se desarrollará desde hasta el domingo reúne a millones de visitantes alrededor de instalaciones de luz con diferentes formas y proyecciones que narran la historia de Quito.

'Las obras artísticas de luz tienen un valor extraordinario, tienen un escenario mágico que es nuestro centro histórico, que sirvió para que Quito sea declarada hace 40 años como el primer Patrimonio Cultural de la Humanidad', dijo a la AFP el alcalde Mauricio Rodas la víspera de la inauguración del festival.

La principal atracción de este año es la iglesia de San Francisco, cuya construcción se inició en 1537. Sobre sus centenarios muros se proyecta la obra 'Herencia', que contiene imágenes de los volcanes que rodean a la ciudad, sus joyas arquitectónicas y símbolos precolombinos.

Este trabajo del francés Laurent Langlois también rescata una leyenda que narra el pacto que hizo un indígena llamado Cantuña con el diablo para terminar a tiempo la construcción de la iglesia. El hombre a cambio ofreció su alma, que se salvó del infierno gracias a que él escondió la última piedra.

Un total de 19 edificios patrimoniales, entre ellos la Catedral y la iglesia de la Compañía de Jesús cuyo interior está cubierto de finas láminas de oro, son escenario de la Fiesta de la Luz.

Los beneficios del evento también se reflejan en la economía local. El año pasado la Fiesta de la Luz generó ingresos por 15 millones de dólares, según el alcalde.

'Me parece una ocasión excelente para salir a admirar el centro de Quito, que es un sitio muy bello en las noches y atrae muchísimo al turismo', comentó a la AFP Javier Jaramillo, de 37 años, quien estuvo en una proyección en el Palacio de Cristal, ubicado en una colina con vista al casco colonial.

La Fiesta de la Luz de Lyon surgió a partir de la tradición de encender velas en las ventanas de las casas en honor a la virgen que está en la basílica de Nuestra Señora de Fourviere.

Desde 1999 la alcaldía de Lyon, que asesora a Quito en la producción de su evento, sumó a esa tradición el festival de luces en calles y monumentos.