Minas Gerais: Fútbol, tradición y diversidad cultural

10 de Febrero de 2014 3:03am
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Minas Gerais: Fútbol, tradición y diversidad cultural

Una de las doce ciudades que acogerá el Mundial de Fútbol 2014 será Belo Horizonte, la capital del estado de Minas Gerais. Allí, el estadio Mineirao será el escenario de seis partidos. Aquellos que viajen a la localidad para la ocasión tendrán a su alcance la rica tradición y la diversidad cultural que ofrece la región.

Minas Gerais será, además, el cuartel general de tres selecciones participantes: Argentina y Chile, que se hospedarán en el centro de entrenamientos de la capital, y Uruguay, que buscará tranquilidad en Sete Lagoas, en la región metropolitana.

El estado prevé la visita de unos 150 mil turistas durante la celebración del Mundial, que se realizará entre junio y julio de 2014, según los datos preliminares de la secretaría de Turismo y Deportes.

Las autoridades de Minas Gerais esperan una invasión de latinoamericanos durante la Copa debido a la expectativa de un gran número de hinchas de las tres selecciones hospedadas en el estado.

"Esperamos alrededor de 20 mil argentinos, entre cinco mil y diez mil chilenos y una cifra similar de uruguayos. Imaginamos que eso puede variar dependiendo del desempeño de las selecciones", afirmó el secretario de Turismo y Deportes del estado, Tiago Lacerda.

Durante el torneo, los turistas nacionales e internacionales -en total, el gobierno prevé de dos a tres millones de brasileños en tránsito por el país-, no sólo podrán disfrutar de buenas dosis de fútbol, sino que tendrán diversas opciones de ocio y entretenimiento en una de las regiones con más tradición y preservación de su cultura.

La propia capital, Belo Horizonte, conocida históricamente por su consolidado turismo de negocios, tendrá la oportunidad de demostrar a los visitantes su inigualable hospitalidad, su rica gastronomía y el gusto por la vida nocturna.

"No tenemos mar, entonces vamos para el bar", usa decir el ciudadano minero, quien acostumbra a alardear de la vocación gastronómica y bohemia de la ciudad.

El Mercado Municipal, situado en el centro de la capital, ofrece un amplio abanico de opciones culinarias, siempre generosas, y una gran diversidad de cachaças, ingrediente principal de la caipirinha, y cervezas artesanales, orgullo de los mineros.

Pero no todo es ocio. A poca distancia, el turista puede encontrarse de lleno con la naturaleza en el Parque da Serra do Curral o sumergirse en la vida cultural de la ciudad gracias a un circuito creado alrededor de la Plaza de la Libertad.
El tour, creado hace cuatro años, cuenta con diez museos y espacios establecidos, y cuatro pendientes de inauguración, que lo convierten en el mayor complejo cultural del país.
El circuito está compuesto por antiguas secretarías del gobierno, transformadas hoy en museos. El nuevo centro de poder de Minas Gerais también se convirtió en atracción, ya que fue diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.

Inaugurado en marzo de 2010, el local alberga el Palacio Tiradentes, sede del gobierno regional y dos secretarias de estado, todo ello cercado por un lago que en determinados momentos del día refleja los edificios, sin sus pilares, creando un efecto de levitación.

No solo Belo Horizonte guarda tesoros del pasado. Algunas de sus ciudades vecinas esconden joyas que merecen la visita del turista, como el Museo de Inhotim, en la localidad de Brumadinho, donde se encuentra uno de los más relevantes acervos de arte contemporáneo del mundo, así como una colección botánica que reúne especies raras y de todos los continentes.

El municipio, situado a 96 kilómetros de la capital, fue la primera ciudad brasileña es ser considerada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en 1980 por la Unesco.

En la ruta, el visitante tampoco puede dejar de lado el turismo futbolístico. El estadio Mineirao, uno de los templos del fútbol brasileño, ganó un museo en el que se muestra la historia del deporte, los detalles de los clubes de Minas Gerais, entre otras atracciones. El local, no obstante, permanece cerrado al público los lunes y los días de juego.

Cuando comience a rodar el balón en junio, los que quieran saborear el clima del Mundial en Belo Horizonte, pero no tengan ingresos, podrán acompañar los partidos en los diversos bares que inundan los barrios de Savassi y Santa Teresa, regiones de la capital que hierven casi a diario.

(Fuente: Efe)

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