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Guanacaste, otra de las joyas de Costa Rica

03 de Diciembre de 2011 12:43pm
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Guanacaste, otra de las joyas de Costa Rica

En nuestro recorrido por los principales predios turísticos de Costa Rica, acompañando a los agentes de viajes del Megafam que realiza el touroperador Meiers Weltreisen en ese país, llegamos a la provincia de Guanacaste, donde nos recibió un lindo sol y otro paisaje digno de admiración. Le invitamos a acompañarnos en nuestra crónica de hoy.

Cuarta jornada

Comenzamos el día bien tempranito, eran solo las 6:30 cuando ya estábamos desayunando y listos para partir, y un poco después de las 7:00, a bordo del autobús, nos dirigíamos por la carretera panamericana hacia el extremo oeste del país.

A pesar del largo viaje, el interesante paisaje que se develaba a nuestros ojos fue el plato fuerte del día. Con el pasar del tiempo, se fueron viendo a lo lejos montañas que ocultaban bajo sus sombras el océano pacifico, con su arena negra y sus tibias aguas, y los guías nos confirmaron que entrábamos a la provincia de Guanacaste, que representa una parte muy importante dentro del desarrollo turístico de Costa Rica.

Localizada a unos 280 km aproximadamente de la capital, San José,  en el extremo oeste, Guanacaste forma parte del territorio que se anexó al país el 25 de julio de 1824, y gracias a su extensión es la segunda provincia más grande de Costa Rica pero irónicamente la menos poblada. Su singular mezcla de volcanes y playas del Pacífico la han convertido en un destino muy popular a nivel internacional.

Nuestra primera parada fue el Hotel Allegro Papagayo, que nos ofreció una pequeña inspección dentro de sus instalaciones y nos demostró ser una buena opción para quienes quieren descansar y divertirse.

Volcanes activos, selva tropical intacta y resplandecientes playas de aguas cristalinas, con arena dorada, gris y negra, hacen de la costa pacífica del norte de Costa Rica un paraíso para exploradores. Para acentuar la belleza natural, las terrazas de los edificios del resort todo incluido Allegro Papagayo se alinean en una cadena que baja desde las colinas hasta la exótica arena negra de su playa.

Visitamos después el Hotel Hilton Papagayo Costa Rica Resort & Spa, situado en el corazón del exuberante paraíso tropical de Guanacaste, y que en plan Todo Incluido es el lugar perfecto para disfrutar de vacaciones familiares en la playa, bodas de ensueño y románticas lunas de miel.

Este increíble resort de playa permite además disfrutar de exquisitos restaurantes "á la carte" sin necesidad de usar brazaletes. Todos los lujos están incluidos, con bares en la playa, variados buffés y una amplia gama de actividades in situ.

“Refrésquese en nuestras radiantes y soleadas piscinas, disfrute de un paseo a la luz de la luna por playas solitarias, o relájese con un masaje vigorizante en el fantástico Spa Vida que ofrece servicios completos”, reza en uno de sus lemas promocionales.

Sin embargo, de la hospitalidad de esta zona pudimos dar fe realmente en el Hotel Occidental Grand Papagayo, que fue nuestro establecimiento de alojamiento, y nos dio una calurosa acogida.

El abierto y espectacular lobby del Grand Papagayo transporta a los huéspedes al interior de un exótico paraje tropical. La salvaje belleza natural de la costa nor-pacífico de Costa Rica refuerza esta sensación.

Desde los espectaculares acantilados  hasta las cálidas aguas del mar, la rica y virgen eco-diversidad que ofrecen estas tierras, las convierten en el lugar perfecto para albergar al Occidental Grand Papagayo. Este fantástico complejo y resort todo incluido, donde el servicio de primera clase se conjuga con una envidiable ubicación, se encuentra a tan sólo 35 minutos del Aeropuerto Internacional de Liberia.

Con más de 169 habitaciones situadas en 23 edificaciones, el Occidental Grand Papagayo se mezcla armoniosamente con los acantilados, que ofrecen unas vistas increíbles al mar y a los románticos atardeceres. El todo incluido le permite disfrutar de las mejores comidas en sus 4 restaurantes, bebidas y meriendas ilimitadas, incluyendo bar abierto en cuatro áreas diferentes, una fiesta-cóctel semanal, y un sin fin de actividades y deportes y entretenimiento.

Con una cena totalmente italiana nos esperaba el gerente de ventas y eventos en el restaurante principal del hotel, fue una velada tranquila y agradable que luego llevó al necesario descanso, para emprender mañana una nueva aventura.
 

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