Escapada a hoteles en antiguos monasterios españoles

por Gabriela Sánchez
Entre la historia y la mística que hay alrededor de los monasterios, no cabe dudas de su potencial como atractivo turístico. En tiempos en que se valoran tanto las experiencias integradoras, habrá quien no le baste con una simple visita y prefieran vivirla tal cual lo haría un monje del medioevo. Y no es imposible. Varios de estos retiros espirituales han reformado parcialmente su infraestructura para dar refugio a turistas que deseen hospedarse en ellos.
Así los otrora hogares de cistercienses, franciscanos y benedictinos se han convertido en hogares de lujo, ideales para desconectar del ruido y sumergirse en una experiencia que combina historia, naturaleza y confort. Reconvertidos en hoteles, estos espacios conservan la esencia de los claustros, pero con todas las comodidades modernas. España cuenta con algunas de ellas.
Barceló Monasterio de Boltaña: descanso entre montañas y leyendas
Ubicado en pleno Pirineo Aragonés, el Barceló Monasterio de Boltaña es una joya del siglo XVII que ha sabido mantener su esencia carmelita. Hoy convertido en hotel cinco estrellas, con vistas al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, cuenta con 96 habitaciones y 40 villas, todas diseñadas para ofrecer una estancia inolvidable.
Pero lo más impresionante es su spa de 1.100 metros cuadrados que cuenta con un templo del bienestar, piscinas de hidroterapia, baños romanos y duchas sensoriales. A su alrededor se puede disfrutar también de actividades como rafting, escalada y barranquismo.
Monasterio de Piedra: entre cascadas y piedra viva
En Zaragoza se halla otro tesoro para el viajero. El Monasterio de Piedra conserva aún más el espíritu cisterciense. Y es que en esta construcción del siglo XIII declarado Bien de Interés Cultural las 62 habitaciones se establecen en las antiguas celdas, mientras la biblioteca monacal se ha convertido en comedor.
También cuenta con spa, bajo bóvedas de piedra, y el restaurante Reyes de Aragón. Entre los atractivos de la zona se hallan, los jardines y el famoso parque natural que lo rodea, con sus cascadas y grutas.
Eurostars Monumento Monasterio de San Clodio: el sabor del Ribeiro
Pero si lo que se busca es paz entonces la cita es en el Monasterio de San Clodio en Ourense. La construcción del siglo XII está rodeada de viñedos y cuenta con 25 habitaciones donde la piedra y la historia conviven con la modernidad. Aquí tampoco falta el spa. En este caso deviene un circuito termal y sauna finlandesa, ideal para relajarse tras explorar los paisajes del Ribeiro. Otro aspecto donde gana puntos es con su gastronomía.
Hotel Son Brull: alma mallorquina entre muros jesuitas
Mallorca esconde en la sierra de Tramuntana el Hotel Son Brull, un monasterio jesuita del siglo XVIII reconvertido en un lujoso cinco estrellas. Posee 23 habitaciones y suites, así como cuatro villas con piscina privada. En su spa marca la diferencia que se utilizan productos locales como la chumbera mallorquina, y una oferta gastronómica de altura con el restaurante 365, a cargo del chef Andreu Segura.
Parador de Corias: el Escorial asturiano
En Asturias, el Parador de Corias, conocido como el "Escorial asturiano", se levanta imponente desde el siglo XI. Declarado Monumento Histórico-Artístico, este monasterio benedictino hoy acoge 76 habitaciones con vistas al río Narcea. Lo curioso son sus sótanos, donde se instala un museo arqueológico que narra los orígenes del edificio.
Por otro lado, son las antiguas bodegas las que dan vida actualmente al spa y la piscina, mientras su restaurante, una oda a la huerta asturiana se ubica en lo que fuera el refectorio.