Aliaga: el cementerio de los cruceros

29 de Septiembre de 2020 1:38am
corresponsal
Aliaga, vista aérea

Redacción Caribbean News Digital

La crisis de Covid 19 ha golpeado a la industria de los cruceros con toda su fuerza y muchas compañías de cruceros se han visto obligadas a vender algunas de sus joyas flotantes para convertirlas en chatarra, pese a estar todavía en perfectas condiciones para la navegación.

Desde lejos, parece que ha habido un terrible accidente marítimo: cinco enormes cruceros atascados en un puerto, tan cerca uno del otro que se están tocando. Hubo muchos chirridos y rasguños mientras los cascos de acero se rozaban entre sí, y el último barco quedó literalmente atascado en el medio.

Estos buques, que una vez que valieron cientos de millones de dólares cada uno -Carnival Imagination, Carnival Inspiration, Carnival Fantasy, Monarch of the Seas y Sovereign of the Seas, estos dos últimos de Royal Caribbean- ahora han sido vendidos como chatarra.

"La principal razón por la que los cruceros vienen a nosotros es por la crisis de COVID", dice Ersin Kaptan, Director General de la Asociación de Recicladores de Buques de Turquía. "Cada vez que se produce una crisis en la industria del turismo marítimo, la crisis se revierte a favor de nuestro sector", dice.

Aliaga

Los astilleros de Aliaga en Turquía están pasando por su mejor año desde que la crisis financiera mundial paralizó la industria naviera griega. Esta vez, parte de las flotas de cruceros de todo el mundo están siendo llevadas a Turquía.

Sólo en este puerto, se espera que casi un millón de toneladas de chatarra se puedan recuperar este año. El 98% de los barcos pueden ser convertidos en chatarra. El resto, incluyendo las luces y los chalecos salvavidas, se venden.

Los barcos llegan como si acabaran de terminar una gira, algunos con muebles. Como la mayoría de estos barcos está siendo desguazada 15 años antes del final de la vida útil de los mismos, la industria los considera “material verde", o sea, libres de materiales nocivos, como el amianto.

Hace apenas unos meses, los cruceros se consideraban el sector de mayor crecimiento de la industria turística, con un valor de más de 200 mil millones de dólares.

Pero los barcos de todo el mundo se vieron obligados a entrar en hibernación a principios de este año, golpeados por el cierre económico que acompañó el inicio de la pandemia de la COVID-19, además de una serie de brotes de coronavirus a bordo que dañaron la reputación de seguridad de la industria.

Unos 1.300 obreros comienzan a consumir los barcos en el proceso de desguace, y tardarán unos ocho meses en completar el desarme de cada uno de estos gigantes, los mismos que una vez hicieron felices a millones de pasajeros que soñaron con pasar unas vacaciones de ensueño en el mar.

Aliaga

 

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