El Caribe, sus costas y el cambio climático

08 de Noviembre de 2013 2:22am
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El Caribe, sus costas y el cambio climático

Un estudio divulgado en 2012, a propósito de la Cumbre Río+20, señalaba que Latinoamérica y el Caribe deberán afrontar daños anuales del orden de los 100 mil millones de dólares hacia 2050 debido a eventos del calentamiento global. Ahora, un reporte del Banco Mundial advierte del impacto que producirá ese fenómeno en las costas y ciudades de la región.

De acuerdo con el estudio del BM, si se mantiene el actual ritmo de ascenso del nivel del mar, Santo Domingo, la capital de República Dominicana, será una de las cinco ciudades más afectadas a nivel mundial por el cambio climático hacia 2050, luego de Alejandría, Barranquilla, Nápoles y Sapporo.

La erosión y salinización de los suelos y las inundaciones costeras serán solo dos de las muchas consecuencias negativas que traerá el ascenso del nivel del mar, afectando zonas densamente pobladas y en las cuales se desarrolla el grueso de la actividad turística, clave para la economía de los países caribeños.

De acuerdo con los datos del BM, el 70% de la población caribeña vive en las costas. Prácticamente todas las ciudades principales del Caribe, en las cuales habitan millones de personas, están a menos de una milla o kilómetro y medio de distancia de la costa. En la lista se incluyen urbes como Puerto Príncipe, en Haití, y La Habana, en Cuba.

Ante tales previsiones, R. Dominicana ha comenzando a tomar medidas para afrontar el problema, “pero aún hay mucho por hacer”, según Jerry Meier, un experto del Banco Mundial en cambio climático.

En su opinión, hay falta de conocimiento sobre los terrenos inundables y no existen zonas de exclusión.

El turismo en riesgo

Un grave problema es la erosión costera. Dado que la mayoría de sus capitales, puertos y aeropuertos están situados en la costa, el Caribe tiene en el cambio climático y el ascenso del nivel del mar una grave amenaza para su desarrollo, fuertemente vinculado con la actividad costera y el turismo, sector este último que cerró 2012 con 25 millones de visitantes a las islas.

El reporte del BM advierte que la erosión costera por un aumento en el nivel del mar amenaza la industria turística. De hecho, esa realidad ya se vive en St Georges, Granada, Kingstown, San Vicente, Castries, Santa Lucía y, sobre todo, en Cane Field, Dominica, donde el aeropuerto se inunda constantemente.

El agua

El Caribe enfrenta, además, el problema de la salinización del agua dulce. La región depende mucho de la lluvia para renovar sus recursos de agua dulce, y un aumento en el nivel del mar amenaza sus reservas.

Al subir el mar aumenta el riesgo de que el agua salada penetre las fuentes de agua dulce, las cuales, a su vez, ya se ven agotadas por el riego, la producción de energía hidroeléctrica y la mala gestión del agua. Si no actúan rápidamente, varios países se enfrentan a la posibilidad de tener que financiar costosos procesos de desalinización.

Para mejorar la resistencia climática, la posibilidad de resistir y adaptarse a los embates del cambio climático, el Banco Mundial elaboró una serie de recomendaciones.

En el campo social, indica que es necesario incorporar más la planificación territorial en los programas sociales para abordar su exposición al riesgo. En lo económico, destaca que cualquier sistema de prevención debe establecer un plan de recuperación y diversificación económica después de un desastre, y en lo ambiental señala que se necesita más inversión en control de inundaciones que no dañen el medioambiente y que urge prepararse para cambios en el volumen y la frecuencia de las lluvias.

Un informe presentado el pasado año, elaborado por Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el World Wildlife Fund (WWF), advirtió que Latinoamérica y el Caribe deberán afrontar daños anuales del orden de los 100 mil millones de dólares hacia 2050 debido a la reducción de las producciones agrícolas, el derretimiento de glaciares, inundaciones, sequías y otros eventos desencadenados por el calentamiento global.

De acuerdo con el BIB, la CEPAL y WWF, aun contribuyendo con sólo el 11% de las emisiones que causan el calentamiento global, los países de Latinoamérica y el Caribe son especialmente vulnerables a sus efectos debido a su alta dependencia de los recursos naturales, una red de infraestructuras susceptible a eventos climáticos y la presencia en la región de sitios o ecosistemas críticos como la cuenca del Amazonas, las formaciones coralinas en el Caribe, los humedales y frágiles ecosistemas montañosos.

En ese sentido, precisa que los daños anuales causados en la región por los impactos físicos asociados con un alza de las temperaturas de 2ºC por encima de los niveles pre-industriales serían de unos 100 mil millones de dólares hacia 2050, cerca del 2% del PIB regional, según valores actuales.

El estudio, titulado “El reto del clima y el desarrollo para Latinoamérica y el Caribe: opciones para un desarrollo bajo en carbono y resistente al clima” (The Climate and Development Challenge for Latin America and the Caribbean: Options for Climate Resilient Low Carbon Development) señala que los efectos serán apreciables en áreas como el turismo, la agricultura, enfermedades tropicales y cambios en los patrones de precipitaciones.

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