El Caribe ha avanzado pero aún tiene mucho camino por recorrer en el turismo, advierte presidente saliente de la CTO

11 de Octubre de 2012 6:31pm
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El Caribe ha avanzado pero aún tiene mucho camino por recorrer en el turismo, advierte presidente saliente de la CTO

Esta semana ha tenido lugar en St Kitts la Conferencia sobre el Estado de la Industria, que organiza la Organización de Turismo del Caribe y que reúne a representantes de 32 estados miembros, de la industria y de los medios en torno a problemas y perspectivas del sector. En su discurso de apertura, el presidente saliente de la CTO, Richard Skerritt, ha recorrido los logros de los últimos dos años pero insistiendo en retos claves como la unidad, el marketing regional, el transporte y las políticas impositivas y de inversión.

La Conferencia ha servido para presentar al nuevo presidente de la Junta Directiva del Consejo de Ministros de la CTO para los próximos dos años, un puesto para el que ha sido elegida Beverly Nicholson-Doty, Comisionada de Turismo de las Islas Vírgenes EE.UU.

El evento ha contado, además, con la asistencia del presidente electo de la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA, inglés), Richard Doumeng.

En su discurso de apertura, Skerritt declaró que “hemos logrado una visión más sólida y alcanzable de la efectividad de la CTO. Dos años atrás era urgente cambiar la percepción en varios miembros de la CTO de que nuestra estrategia de marca en Norteamérica y Europa no estaba dando el adecuado retorno de nuestra inversión. Uno de los mayores reto ha sido lograr que los países miembros contribuyan al fondo de marketing, y continúa siéndolo”.

En el período “han cambiado dramáticamente las demandas y expectativas de los viajeros, empoderados por el rápido ascenso de los medios sociales y teniendo como máxima prioridad disfrutar de más servicios y ofertas por el mismo precio que antes, o incluso por menos dinero”.

Impuestos al transporte aéreo

En los últimos años, indicó Skerritt, gobiernos urgidos de fondos en ambas orillas del Atlántico comenzaron a mirar al sector de viajes y turismo como un camino para balancear sus presupuestos, asediados por las deudas.

“La aviación comercial internacional se ha convertido entonces en una atractiva fuente de impuestos para esos gobiernos desesperados por ingresos. El Impuesto al Pasajero Aéreo (Air Passenger Duty, APD) británico es un ejemplo de esta situación. Su estructura no es sólo perjudicial a los viajes de largo recorrido al Caribe, sino que ha elevado los impuestos relacionados con los boletos aéreos a un nivel sin precedentes”, dijo.

Ese mecanismo, precisó, recauda unos tres mil millones de libras anuales para el gobierno británico, “que se dedican a programas que nada tienen que ver con la aviación”.

“En la CTO creemos que las tasas aéreas deberían ser mantenidas en un mínimo y dedicadas a garantizar la seguridad y un mejor servicio en los aeropuertos, así como a ampliar los desarrollos relacionados con los viajes para hacer que más gente viaje y que haya una mejor relación calidad-precio para el viajero. No concordamos con el gobierno británico en la creencia de que la aviación deba ser sometida a impuestos sin límites para balancear presupuestos”.

Recordó que, a pesar de las intensas gestiones de la CTO y de la propia industria turística y aérea británica, el gobierno de Londres no parece inclinado a realizar ajustes en la “discriminatoria estructura de impuestos a la aviación, imponiendo a un boleto aéreo de Londres a Hawái una tasa mucho más baja que a uno entre Londres y St. Kitts, aunque este destino esté más cerca”.

En una carta al presidente de la junta directiva del Caricom, el primer ministro Kenny Anthony, enviada el mes de septiembre, el ministro de Hacienda británico (Chanceller of the Exchequer), George Osborne, afirmaba que “el APD hace una vital contribución a las finanzas del Reino Unido y es importante que se mantengan los ingresos provenientes de esa tasa”.

Entretanto, dijo Skerritt, del otro lado del Atlántico, pese a que los impuestos federales son ya el 20% del precio de los boletos aéreos, están pendientes nuevas propuestas en el Congreso de Estados Unidos que incluirían tasas adicionales relacionadas con los viajes.

“Con el incremento de las tarifas aéreas al Caribe, los consumidores que están pagando más para llegar a nuestra región esperan más de nuestros destinos cuando arriban a ellos. Esa cota más alta en sus demandas para una mejor relación calidad-precio en el destino requiere que proveamos a esos turistas con el mejor retorno posible en términos del valor que obtienen por los dólares que gastan”, señaló.

Todo esto, remarcó, en un contexto de alza de los precios del combustible, en el que las aerolíneas, igualmente afectadas por el alza de los impuestos, “han tenido una reacción natural: elevar las tarifas de los boletos, implementar nuevas tarifas por servicios y trasladar el costo a los pasajeros”.

Cruceros

Ante esta situación, “las líneas de cruceros han bajado la velocidad de navegación y han reducido el uso de asientos de avión en sus paquetes de viajes, algo que, en una región no continental como el Caribe, ha resultado en una reducción de las opciones de puertos de embarque, en nuevos itinerarios con distancias más cortas de cruceros desde puertos en territorio continental de Estados Unidos y en un descenso de la cuota de mercado para las islas del Caribe meridional”, más lejanas a ese importante mercado.

Al respecto, aun en medio de las restricciones, destacó que en el último año la CTO ha logrado gestionar que la FCCA (Florida Caribbean Cruise Association) no fuera más allá en las crecientes reducciones de cruceros caribeños durante la temporada de verano, estimuladas en los últimos tiempos por el redespliegue de barcos hacia Europa en esos meses.

Días atrás, durante su conferencia y feria anual sobre la industria de cruceros, celebrada en Curazao, la FCCA anunció que su comité de operaciones explora vías y métodos para reactivar el crucerismo de verano en el Caribe.

Transporte intrarregional

“Y todo esto sucede mientras demasiados nacionales del Caribe están siendo despojados de la oportunidad de visitarse entre sí cada vez y dondequiera que deseen”, dijo, recordando que cada año alrededor de 1,5 millones de caribeños viajan a otras islas para hacer negocios, encontrarse con familias y amigos o vacacionar, asistir a festivales o carnavales o eventos deportivos, pero se tropiezan con dificultades y precios al alza.

“En los últimos seis años, las cifras de viajes intrarregionales han decaído. Entre 2006 y 2011, solamente los países de la Organización de Estados del Caribe Oriental (Organization of Eastern Caribbean States, OECS) hemos dado la bienvenida a 115 mil turistas caribeños menos. Simplemente no podemos darnos el lujo de que se comprima aún más nuestro mercado regional”.

Enumeró los factores detrás de ese decrecimiento, desde el impacto de la crisis internacional, el alto costo de los boletos aéreos y la pobre interconectividad entre las islas (con frecuencia mejor conectadas a través de Estados Unidos), hasta la inconsistencia del servicio ofrecido por aerolíneas y aeropuertos de la región, las barreras migratorias entre islas y las trabas de seguridad.

“Todos estos factores sirven como inhibidores para los viajes dentro de la región y ofrecen razones a los viajeros potenciales para quedarse en casa o viajar a otros destinos fuera del Caribe”, sentenció.

Una CTO más fuerte

“Enfrentándonos a todos estos temas críticos durante los últimos dos años, se nos hizo aun más claro que una CTO fuerte es el único modo que tiene el Caribe para lidiar con tales problemas. Es crítico reconstruir la confianza de nuestros miembros en la CTO como el líder regional en política turística; cambiar la organización para que sea más efectiva que nunca en hallar las soluciones”, afirmó el presidente saliente de la junta directiva.

Entre las acciones de este período, mencionó el fortalecimiento de la colaboración con la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA, inglés), que representa al sector privado, y la reactivación de la sociedad de ambas entidades en la Compañía de Desarrollo del Turismo del Caribe (Caribbean Tourism Development Company, CTDC), dirigida a temas de marketing y fomento de negocios.

A ello se suma el impulso a un programa más agresivo de marketing regional y el resideño de la web CaribbeanTravel.com, con una visualidad y herramientas dirigidas a estimular las reservas online hacia la región.

“Es en parte un fallo nuestro como región el hecho de que no se sostengan niveles adecuados de inversión en el marketing del Caribe y el desarrollo de nuestros diversos activos turísticos, lo cual ha generado un declive en la cuota global de mercado de la región en la última década. Por eso estoy convencido de que el desarrollo de la CTDC es uno de los retos más urgentes que encara la CTO en el corto plazo”, afirmó Skerritt.

Agregó que "los aviones, los barcos de cruceros y los hoteles no se llenan por sí solos. Sin embargo, muchos de los líderes de nuestro turismo aún operan como si sólo hiciera falta abrir las puertas de nuestros destinos para que los consumidores aparezcan automáticamente”.

“Estudios de la CTO y la experiencia nos han mostrado que un aumento en los tipos adecuados de marketing colaborativo entre los sectores público y privado es nuestra mejor esperanza para el crecimiento del Caribe en el mercado mundial de viajes”, afirmó.

Y concluyó: “es responsabilidad de cada uno de nosotros asegurar que la gente del Caribe entienda mejor por qué el turismo es tan importante para su sustento, y adquirir las habilidades para contar mejor la historia del Caribe al tiempo que damos a nuestros visitantes un servicio de calidad mundial. También debemos proteger a nuestra industria de los impuestos exagerados, y a la vez mejorar la situación fiscal de nuestros gobiernos. Debemos, además, dejar a un lado las diferencias que nos separan para realmente actuar de modo unido y hacer de nuestra región el más popular destino de clima cálido en el mundo, todo el año”.

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