Una guía útil para que te conviertas en el pasajero modelo

En 2014 se conmemoran 100 años desde el primer servicio aéreo programado. Durante este siglo, la industria aérea ha crecido de forma exponencial y, con este incremento, ha dejado de ser sinónimo de exclusividad y elegancia.

Para ayudarte a sobrevivir a estas fiestas con tus modales intactos, KAYAK, el buscador de viajes inteligente, te trae 10 consejos sobre el buen comportamiento a bordo… o acerca de cómo lidiar con situaciones de deplorable etiqueta.

1.-  El apoderado del reposabrazos

He aquí la clásica disputa por esta cómoda invención. Si en lugar de un reposabrazos lo consideras como un divisor de asientos, tu irritación disminuirá. Intenta apoyar el codo lentamente, así dejarás el espacio suficiente a ese avaro vecino aéreo  para que también lo aproveche… y todos contentos.

2.-  El parlanchín

Si el pasajero de tu izquierda te atrapa en una conversación, intenta seguirla durante un corto período de tiempo, al fin de cuentas sólo quiere ser amigable. Haz un pequeño esfuerzo, saca tu mejor sonrisa y balbucea un “Siento mucho ser tan antisocial, pero me gustaría descansar la vista por unos minutos”  o algo por el estilo.

3.-  El dormilón del asiento del pasillo

De repente te dan ganas de usar el baño durante el vuelo, pero te encuentras frente a un extraño obstáculo humano. Que no cunda el pánico, pero tienes una única opción: darle una suave palmadita al incorregible dormilón y pedirle que te deje pasar. Evita saltar este obstáculo o tratar de cruzar la pierna mientras duerme, ya que es posible que ambos terminéis en una posición comprometedora.

4.-  El cariñoso

Para ser honestos, a todos nos gusta que el extraño del asiento adyacente considere lo suficientemente “abrazables” como para quedarse dormido en nuestro hombro. El problema se presenta cuando el espacio personal comienza a reducirse, en especial en ambientes un tanto limitados. Empieza a toser una y otra vez para indicarle que vuelva a su lugar, y ya verás cómo no se te acerca más por miedo a que seas una pequeña incubadora de gérmenes.

5.-  El pasajero con unas copitas de más

Si te encuentras en el radio de un pasajero embriagado, aférrate a este consejo y evita el contacto visual por todos los medios. Toda índole de intercambio directo con este personaje intoxicado puede provocar una enemistad indeseable a unos 30000 pies de altura, o aún peor, un nuevo mejor amigo. Siempre es mejor alertar al personal de a bordo para que intervenga en caso de necesidad y salir perjudicado.

6-. La azafata gruñona

A nadie le gusta una azafata de mal humor, pero cualquier tipo de enfrentamiento frente una audiencia sólo complicará las cosas. Ante cualquier problema, es  mejor hablar directamente al jefe de la tripulación, o aún mejor, escribirle una estricta carta una vez que estés en tierra firme.

7.-  El maestro del ronquido

La solución más eficaz a la hora de lidiar con un pasajero que ofrece conciertos mientras  duerme es ponerte un buen par de tapones para los oídos o esos modernos cascos de cancelación de ruido. Aunque la mayoría de nosotros sueña con un método más directo, como un buen codazo en las costillas, la dura realidad nos enseña que la única forma de combatir a estos vecinos ruidosos es poner fin al ruido.

8.-  El niño salvaje (episodio 1)

Las estadísticas demuestran que las probabilidades de encontrarte con criaturas incontrolables en cualquier vuelo son muy elevadas. Si hay asientos libres, ruégale a la azafata que te cambie de lugar para poder alejarte de esos chicos. Si esta estrategia no da resultados, esos tapones o cascos anti-pasajeros ruidosos tendrán más usos de los que imaginabas.

9.- El niño salvaje (episodio 2)

Si el adorable enano del asiento de atrás no deja de darle patadas ninja a tu asiento, date la vuelta con tu sonrisa de comercial de champú y, con tono educado, pregúntale si podría dejar de hacerlo. No caigas en la tentación de revelar tu enfado, ya que no es el mejor ejemplo para los niños. Continuará…

10.- El ogro reclina-asientos

Triste pero cierto: si no puedes vencer este mal aéreo, únete a él, pero asegúrate de no reclinar tu asiento hasta después del servicio de cena a bordo. Por otro lado, recuerda que una rápida miradita hacia atrás para ver si los pasajeros sentados detrás de ti están usando la bandeja, el portátil o un libro de dibujo es una práctica sensata y al mismo tiempo les envía una sutil advertencia.

“La experiencia de volar es un tanto extraña dado que, en esencia, consiste en colocar a un gran número de personas que no se conocen entre sí en un espacio reducido, lanzarlos unos cuantos miles de pies en el aire y pretender que todos congenien. En KAYAK nos centramos en viajar de forma inteligente, y si se trata de la etiqueta a la hora de volar, es mejor prevenir que curar", afirmó John-Lee Saez, Director Regional de KAYAK España, Francia y Austria.

"Al advertir a los trotamundos perspicaces sobre las situaciones molestas más frecuentes y ofrecer estos consejos sobre buena educación y práctica, esperamos ayudarles a navegar a través las adversidades durante el vuelo y así llegar a destino sanos y salvos”,  subrayó el directivo.

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