Otro golpe al turismo egipcio

06 de Junio de 2016 11:44am
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Después de cinco años y medio en desgracia, la gente de la debilitada industria turística de Egipto tenía razones para sentir un poco de esperanza.

El 11 de mayo, la Organización Mundial de Turismo de Naciones Unidas escogió a Luxor para que fuera la anfitriona de dos de sus reuniones más importantes a finales de este año, las cuales llevarían de 400 a 600 personas y haría que esta antigua ciudad a orillas del río Nilo atrajera mucha atención. Le daba la oportunidad a Egipto de recibir las relaciones públicas positivas que tanto necesitaba.

Rápidamente, a los funcionarios de turismo de Egipto se les ocurrió el título “la capital turística de 2016” (aunque en realidad no es una denominación oficial del grupo de Naciones Unidas); planeaban llenar las habitaciones vacías de los hoteles y los monumentos faraónicos, además de convencer a la gente de que es seguro visitar Egipto.

Sin embargo, en un instante, la planeación del evento se transformó en un manejo de crisis, después de que el pasado 19 de mayo un avión de pasajeros de EgyptAir cayera en el Mediterráneo y murieran los 66 pasajeros a bordo.

Es una posición en la que Egipto se ha encontrado una y otra vez, tal vez más que cualquier otro país en años recientes: otra crisis lo ataca por la espalda y le asesta un nuevo golpe a su vital sector turístico.

Por muchas razones, el mundo se ha vuelto un lugar más peligroso y la gente que viaja a destinos turísticos —desde París y Estambul hasta Brasil y la isla de Phuket— se ha dado cuenta de que su suerte puede cambiar en un instante por un desastre natural o provocado por el hombre.

Así que, ahora más que nunca, los líderes de la industria están aprendiendo a manejar y comunicar una crisis, para así tratar con un ataque terrorista, el brote de una enfermedad o un terremoto. Los gobiernos y los negocios están mejorando sus capacidades para aumentar las medidas de seguridad de forma rápida, y los destinos están ideando estrategias de mercadeo para persuadir a los turistas de que regresen, usando las mismas redes sociales que amplifican las noticias de las crisis cuando detonan.

También hay algunas tendencias importantes que están ayudando a esos lugares, entre ellas, la conciencia pública de que las amenazas, los riesgos y las crisis son globales. “Ningún sitio es seguro y esto puede pasar en cualquier lugar y momento”, dijo el Profesor Dimitrios Buhalis, jefe del departamento de turismo de la Universidad de Bournemouth en Inglaterra.

“Hay un elemento de solidaridad que está surgiendo en el mercado: si un lugar está sufriendo por una razón en particular, debemos ayudarlo”.

Un estudio reciente del Consejo Mundial de Viajes y Turismo mostró que algunos de los destinos se pueden recuperar de manera rápida y sorprendente tras una crisis. En promedio, los destinos que tuvieron ataques terroristas vieron cómo en 13 meses las visitas turísticas regresaron a los niveles previos a la crisis, mientras que los destinos que sufrieron por desastres naturales o disturbios políticos tardaron en recuperarse, respectivamente, de 24 a 27 meses.

“Lo que se ha ido observando cada vez más no solo es que el turismo es vulnerable, sino que es resistente”, dijo Xiang “Robert” Li, un profesor de mercadotecnia turística de la Universidad de Temple en Filadelfia.

El problema con Egipto, dijo el profesor Buhalis, es que “ha tenido más problemas de los que merece”.

El sector turístico de Egipto está lejos de los niveles récord vistos en 2010, cuando se registraron 14,1 millones visitas por una noche, según datos de la Organización Mundial de Turismo de Naciones Unidas. En 2011, el turismo se desplomó después de un levantamiento que derrocó al dictador que estuvo 30 años en el poder. La industria percibió señales de recuperación en 2012 y 2014, pero entonces llegó otro levantamiento en 2013, que instaló un gobierno cada vez más autoritario, y después, la explosión de un jet ruso sobre la península del Sinaí en 2015, eventos que borraron las ganancias de esos años.

Las visitas por una noche cayeron a 9,1 millones el año pasado, cuando también ocurrió una tragedia; fuerzas de seguridad egipcias dispararon y mataron por error a ocho turistas mexicanos en septiembre.

Puesto que Egipto estaba en problemas, el consejo ejecutivo de la organización de turismo de los estados miembros de Naciones Unidas dio un voto de confianza para tener las reuniones de finales de año en Luxor.

“Todos entendieron que Egipto es importante y querían demostrar que lo apoyaban”, dijo Taleb Rifai, el secretario general del grupo, en una entrevista otorgada los días posteriores al voto de mayo.

La organización reafirmó que Luxor sería la sede de las reuniones del 30 de octubre al 3 de noviembre. El accidente del avión de EgyptAir, el cual volaba de París a El Cairo, hizo que algunas personas de la industria se preguntaran si había una conspiración en contra de Egipto, en especial después de que EgyptAir estuvo en los titulares en marzo cuando un hombre que usaba un chaleco con explosivos falsos secuestró uno de sus vuelos domésticos a Chipre sin que hubiese heridos.

“Cada dos meses algo pasa en Egipto. ¿Por qué?”, preguntó Mohamed Osman, el líder de la asociación de agentes de viaje de Luxor.

“Nos preparamos para sufrir golpes como este y organizamos nuestras vidas para esto”, dijo. Pero agregó: “nunca nos rendiremos. Sabemos que Egipto nunca morirá”.

Tomado del New York Times

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