Cargando...

México: Expertos del Caribe y la cuenca del Golfo se reunirán para analizar amenaza del pez león

25 de Agosto de 2010 4:45pm
godking
México: Expertos del Caribe y la cuenca del Golfo se reunirán para analizar amenaza del pez león

México. A partir de hoy y hasta el sábado Cancún acoge el primer “Taller Internacional para atender la problemática del pez león desde una perspectiva regional en el Gran Caribe”, que reúne a expertos de este país, Estados Unidos, Belice, República Dominicana, Bahamas, Jamaica, Cuba, Antillas Holandesas, Isla Martinica, Bonaire, Cayman, Puerto Rico, Bermuda, Canadá, Venezuela y Colombia.

Con una tasa de reproducción muy alta y alta eficiencia como depredador, el pez león, propio del Océano Índico y el Pacífico, se expande en la región desde 1992, cuando el huracán Andrew destruyó instalaciones de un acuario en la Florida, Estados Unidos. Desde hace unos años se le considera una amenaza para las especies del arrecife y para sectores como el turismo y la pesca.

Se trata de la primera reunión regional ante la amenaza que representa esa especie, que desde hace año y medio ha invadido el Caribe mexicano, dijo a Notimex el director del Parque Nacional del Arrecife Cozumel, Ricardo Gómez Lozano, quien destacó que “por su forma desmedida de comer devora todas las especies de peces, cangrejos y langostas, entre otras, afectando la cadena reproductiva”.

Con una belleza extraordinaria y muy apreciado por acuaristas, el pez león (Pterois volitans) tiene otra peculiaridad que hace aumentar el grado de preocupación: su alta tasa reproductiva, pues una pareja es capaz de producir un millón de huevos que tardan entre 30 y 40 días en incubación, lo que les facilita su adaptación.

El evento en Cancún busca unir y coordinar esfuerzos en una estrategia regional para controlar la especie invasora, pues “los esfuerzos, recursos y propuestas individuales sólo generarán programas infructuosos y costos económicos de atención demasiado altos”, dijo el experto mexicano.

Lozano explicó que el taller se deriva de los acuerdos generados en enero pasado en el seno de la Asamblea General de la Iniciativa Internacional para los Arrecifes de Coral, que analizó la necesidad de contar con un comité Ad Hoc para generar un plan estratégico internacional de control del pez león en el gran Caribe.

La exótica especie fue detectada en aguas del Caribe en 1992, probablemente tras la invasión del mar en un acuario floridano durante el huracán Andrew, aunque otras teorías apuntan a que llegaron junto a los grandes buques transoceánicos. Desde entonces, se ha expandido por la costa oeste de Estados Unidos, las Antillas mayores y el Caribe mesoamericano. Para muchos ecólogos marinos, podría causar la extinción de más de 200 especies nativas.

Avistado cada vez más en aguas de varios países de la región, desde Colombia hasta el litoral mexicano y las Bahamas, pasando por Panamá y Puerto Rico, el pez león tiene 13 espinas dorsales cargadas de un potente veneno, decoradas con líneas, rojas, café y blancas como todo su cuerpo, aunque los tonos varían en función del hábitat.

La sustancia que tiene en sus espinas dorsales, ventrales y anales se expulsa al contacto y provoca una larga lista de reacciones (inflamación, enrojecimiento, sangrado, náuseas y mareo, dolor de cabeza, dificultad respiratoria, entumecimiento, dolor de articulaciones y en algunos casos fiebre y hasta convulsiones) y, según los expertos, incluso consecuencias fatales para personas con elevados niveles de alergia al veneno.

Lo más común es un fuerte dolor en la zona afectada, aunque en dependencia de la parte del cuerpo donde ocurra, el estado de salud y la edad de la persona, la profundidad de la lesión y el tamaño del pez, pudieran sentirse otros síntomas secundarios más severos. La posibilidad real de que la persona muera es sumamente baja y sería el resultado de una reacción alérgica severa propia de la persona ante el veneno, un pinchazo en una zona de riesgo o una lesión mal atendida que derive en otras complicaciones.

Los expertos recuerdan a los bañistas que la especie se asocia con refugios (piedras, arrecifes, cuevas, muelles, objetos sumergidos), por lo que es poco probable encontrarla en fondos arenosos de playas.

Al igual que con el Rascasio, el erizo negro y el ecoral de fuego, se recomienda no invadir su territorio ni tratar de tocarlo. En caso de ser pinchado, se recomienda revisar si quedan restos de la espina dentro de la herida y extraerlos, aplicar fomentos de agua caliente sobre la herida (temperatura entre 43 y 45 ºC) y buscar atención médica.

Back to top