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Llaman en Seatrade Sudamérica a cooperar para superar retos en el sector de cruceros

11 de Septiembre de 2012 2:06pm
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Llaman en Seatrade Sudamérica a cooperar para superar retos en el sector de cruceros

Sudamérica ha estado creciendo a ritmo acelerado y tiene aún amplio potencial de desarrollo como destino y mercado para el crucerismo mundial, pero la región debe trabajar de forma unida para afrontar los obstáculos, crear demanda y controlar los costos en el sector, dijeron expertos y ejecutivos asistentes a la Convención Seatrade, en Buenos Aires.

“El potencial para los cruceros en esta región es enorme”, dijo en la Convención Seatrade Sudamérica el presidente y CEO de Royal Caribbean International, Adam Goldstein, quien destacó la “fantástica historia y la cultura e impresionantes sitios, muchos de ellos a lo largo de la costa”.

Además, subrayó, “gracias a la fortaleza de las economías en la región, Sudamérica es hoy un atractivo mercado emisor para las líneas de cruceros”.

No obstante, dijo que similares ventajas se encuentran en Asia y en Australia, que compiten con Sudamérica por una mayor cuota en el mercado mundial. Al respecto, llamó a los países sudamericanos a “trabajar juntos con el fin de crear las mejores condiciones para el crecimiento de la industria”.

“Necesitamos mejor infraestructura y un entorno de costos más bajos en Sudamérica”, dijo, y señaló que en los últimos tres años Royal Caribbean International redujo su capacidad en la región desde tres a dos barcos y luego a sólo uno.

En otro momento, Pierfrancesco Vago, CEO de MSC, destacó que el puerto de Buenos Aires, con una nueva terminal desde 2010, ha casi triplicado sus escalas y duplicado las cifras de pasajeros en un período corto, y expresó confianza en que las autoridades y reguladores reconozcan el impacto económico de los cruceros en esa nación, con un gasto promedio de unos 195 dólares por pasajero.

Al recabar del gobierno más infraestructura para los barcos turísticos y medidas que reduzcan los costos, Vago consideró que Buenos Aires es el puerto más caro del mundo, con un costo de 450 mil dólares por escala, superando a Venecia, donde la cifra es la mitad.

En ese punto, Sergio Borrelli, presidente de la Autoridad del Puerto de Buenos Aires, explicó que el tema de los altos costos no es responsabilidad de esa dependencia. “Estamos concentrados en tratar de que se comprenda ese asunto desde todos los sectores. Nuestro papel es poner una mano para que los costos no vayan a niveles demasiado altos”.

Tanto Vago como Goldstein elogiaron las medidas tomadas por Chile para atraer a más barcos de cruceros, y junto a otros ejecutivos recalcaron la necesidad de apoyo para la cooperación regional, buscando reunir a los involucrados en el negocio en una asociación que sería “crucial para la industria”.

Sobre el tema de la cooperación y la interdependencia entre destinos, Ricardo Amaral, presidente de la Asociación de Cruceros de Brasil (ABREMAR), reconoció que ese país “necesita de otros para conformar itinerarios atractivos".

Precisó que el negocio de cruceros de cabotaje tiene un impacto de 814 millones de dólares para Brasil y genera unos 22 mil empleos directos e indirectos, y urgió a los representantes de la industria en Argentina, Uruguay, Chile, Colombia y otros países a realizar investigaciones para mostrar a gobiernos y público el impacto real del sector en sus economías.

“Durante la pasada temporada hicieron cruceros 894.500 brasileños y el crecimiento se ralentizó hasta 2%. Este año la capacidad ha caído en 15%”, informó Amaral, que consideró esos datos como una alerta en torno a la necesidad de discutir con premura en torno a infraestructura y costos en los puertos de la región, donde se acumulan una serie de impuestos, desde las tasas por pasajero y los impuestos por remolque, hasta los costos por visados y prácticos.

“Tenemos que contar con reglas claras, buena infraestructura y precios competitivos”, declaró la subsecretaria de Transporte de Chile, Gloria Hutt. Además de reducir costos, dijo, Chile está estimulando la calidad y diversidad entre los proveedores locales. Se necesita, indicó, “más colaboración entre los países latinoamericanos para unificar regulaciones” de modo que los cruceros puedan ser una industria mayor.

Por parte de los anfitriones, Leonardo Boto, director del Inprotur, destacó que Argentina es el destino líder en Sudamérica, con un gran potencial de crecimiento para los cruceros, y mencionó la posibilidad de desarrollar los cruceros fluviales.

En contraste con Royal Caribbean, Costa está aumentando su capacidad en la región y dedicará cuatro barcos a Sudamérica en el próximo verano austral, tres de ellos con embarques desde Buenos Aires.

Según fuentes de la industria, actualmente operan regularmente en la región nueve compañías de primer nivel.

Entre ellas, Iberocruceros ha apostado fuerte por Sudamérica, con el 40% de su capacidad operando en el sur del continente americano anualmente. Para que haya un mayor volumen de barcos turísticos navegando todo el año en los puertos sudamericanos, los destinos tienen que convencer a los líderes de las navieras de los beneficios para la industria, dijo un ejecutivo de esa compañía.

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