Argentina resalta en Latinoamérica por sus proyectos de turismo rural

Las rutas de la Yerba Mate, del Vino, o del proyecto “Saborea Río”, con las que Argentina ofrece a viajeros de todo el mundo interesantes alternativas de turismo rural, cuentan con el respaldo de pobladores y pequeños productores en las comunidades donde se desarrollan y también con un completo programa de capacitación asociado a ellos.

En la región latinoamericana, Argentina no destaca sólo por esa variedad de iniciativas vinculadas con este segmento, sino que es líder en cuanto al tema de la capacitación de quienes se interesan por integrarse al mismo, y ha creado hasta carreras de grado para especializarse en turismo rural.

Así lo refiere Ernesto Barrera, profesor y coordinador del Área de Turismo Rural de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien explica que el curso de especialización que ofrecen en ese centro cuenta con un 50% de alumnos extranjeros.

En declaraciones publicadas por la agencia Telam, Barrera indica que la formación en este rubro comenzó hace más de diez años en Argentina, primero con cursos cortos; pero que luego se decidió crear la carrera para que los especialistas salidos de ella puedan trabajar directamente en el posterior adiestramiento en las comunidades, tanto en ese país como en el exterior.

Para este especialista, con un máster en Economía Agraria, el turismo rural no tiene por base la diversificación de la actividad turística, sino por el contrario se trata de estrategias de desarrollo muy local. “Generamos buenos productos para que los visitantes queden satisfechos, porque si no las comunidades rurales no serían exitosas”, indica.

Considera Barrera que el auge del turismo rural en la actualidad  se basa en el hecho de que, en un mundo tan globalizado como el que vivimos, las culturas que lograron preservar rasgos singulares resultan muy atractivas, y generalmente eso sucede en las zonas rurales, en las áreas donde las personas viven muy apegadas a la naturaleza y las tradiciones.

Añade el especialista que el desarrollo de ese segmento precisa en dos elementos muy importantes: los viajeros cada vez más deseosos de estar en contacto con ambientes naturales, y los productores y habitantes de las regiones rurales o de Parques Naturales que de alguna manera tienen este recurso.

Estos últimos actores están adquiriendo cada vez más conciencia del valor del producto que atesoran, pero Barrera recomienda que sean instruidos muy bien sobre su uso, sobre prácticas muy sostenibles, para que los recursos en sus manos no sean dañados o agredidos.

También ese último punto es muy seguido por los especialistas argentinos en su labor de asesoramiento y capacitación en las comunidades rurales del país que se han sumado  a todas las nuevas rutas y proyectos de turismo rural.

Como diseñador y coordinador del Proyecto Saborea Río, que incluye cinco rutas alimentarias diferentes, Barrera sostiene que el turismo rural en Argentina "ya pasó el nivel de producción en el mercado, es un producto que existe, que la gente reconoce y que se encuentra en desarrollo, si bien no está maduro todavía".

Con total respaldo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, de su Ministerio de Agricultura y de varias facultades relacionadas directa o indirectamente con la actividad del mundo rural, además de la participación activa en cuanto a promoción del Ministerio de Turismo, Argentina trabaja en este tema desde hace varios años, lo que ha contribuido sin dudas a garantice una oferta cada vez más consolidada.