Vive la experiencia de los Sanfermines

05 de Julio de 2017 1:47pm
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Vive la experiencia de los Sanfermines

¿Te estás preparando para ir esta semana a Pamplona a vivir la experiencia de los Sanfermines? Este jueves darán comienzo estas tradicionales fiestas, famosas por sus encierros, carreras rápidas que se realizan delante de una manada compuesta por unos cuantos toros y unas de las que atraen a más turistas internacionales, asegura EFE.

Pero no sólo se realizan los encierros y corridas de toros. Durante ocho días, la capital de Navarra se llena de música, desfiles de cabezudos, caballeros y comparsas en honor al santo de la Comunidad Foral, San Fermín.

Además de conocer de cerca esta celebración, famosa en el mundo entero tras aparecer en la novela ‘Fiesta’ de Ernest Hemingway, puede ser una buena oportunidad para disfrutar de la ciudad, su variedad de parques y sus lugares emblemáticos.

En nuestras recomendaciones, añadimos un ‘plus’ con algunos sitios cercanos a la ciudad por si te apetece bajar el ritmo de la fiesta y salir a la naturaleza.

El Paseo de Pablo Sarasate es uno de los límites del Casco Antiguo o Casco Viejo de Pamplona y uno de los más transitados de la ciudad. Conocido también como Paseo de Valencia, debe su nombre al violinista Sarasate, nacido pamplonés aunque con una trayectoria internacional como músico.

De este paseo son características sus estatuas de reyes en la acera central, diseñadas en un principio como parte del proyecto decorativo para el Palacio Real de Madrid, que finalmente no se realizó. Sólo están identificadas dos de ellas, la de Felipe III de Navarra y García Ramírez ‘el Restaurador’, rey de Navarra en el siglo XII.

Este paseo desenvoca en la Plaza del Castillo, uno de los puntos principales de la ciudad y de los Sanfermines. Allí, se realizarán varios conciertos y danzas tradicionales entre sus pórticos y edificios emblemáticos como el Palacio de Navarra, de estilo neoclásico, o el de Goyeneche, una casona palaciega barroca.

Para contemplar la riqueza del arte sacro de Pamplona, te recomendamos acercarte a las iglesias de San Nicolás y San Saturnino. Esta última también se conoce como Iglesia de San Cernin y honra al patrón de Pamplona.

Ambas fueron lugares de culto así como defensivos: servían de refugio para los habitantes de dos de los burgos en los que se componía la antigua ciudad de Pamplona. En total, había tres: San Cernin, San Nicolás y Navarrería.

Precisamente en lo que antes era la Navarrería se encuentra la Catedral de Pamplona, destacada por conservar edificaciones de la vida común clerical como la cillería, el refectorio o la sala capitular. Además, su claustro está considerado uno de los mejores de estilo gótico en Europa. No obstante, durante los Sanfermines permanecerá cerrada.

Si quieres buscar un momento y darte una vuelta por la ciudad, sorteando los Sanfermines, puedes caminar por el Paseo de Ronda, una calle que se sitúa en la parte superior de la muralla y desde el que puede verse el atardecer con el el sonido del río Arga de fondo.

Además de parte de la ciudad, desde esta zona puede contemplarse el monte Ezcaba o de San Cristóbal, con un fuerte abandonado que sirvió de cárcel entre 1934 y 1945.

El Paseo de Ronda desemboca en los Jardines de la Taconera, el parque más antiguo de Pamplona. Es una auténtica curiosidad acercarse a esta zona que aúna distintas especies de árboles, flores y esculturas. Sin embargo, lo más característico es el pequeño zoo que se encuentra en sus fosos, con ciervos, faisanes, pavos reales o patos.

Foto: Iron Maran

Un verdadero parque versallesco que sorprenderá a sus visitantes y que da la posibilidad de realizar diferentes rutas por sus caminos.

Cerca de la Taconera se encuentra otro maravilloso parque: La Ciudadela. Si el primero tenía cerca de 90.000 metros cuadrados, este cuenta con un espacio de 280.000 metros cuadrados, aprovechados para ofrecer a los locales y turistas zonas de ocio, deporte y cultura.

Construida a instancias del rey Felipe II para proteger la ciudad, está diseñada por el ingeniero italiano Giacomo Palearo con forma de pentágono. Como curiosidad, llegó a utilizarse como cárcel en el siglo XVIII y entre sus presos, destaca el conde de Floridablanca, en otra época, Secretario de Estado de los reyes Carlos III y Carlos IV.

El Arga aporta a la ciudad vitalidad y frescura, con su paso por los alrededores del Casco Viejo y es aprovechado por sus habitantes como un paseo natural de cerca de 12 kilómetros.

Por su recorrido, puedes encontrarte puentes históricos, molinos, jardines, granjas, zonas de pesca o para practicar deporte, ya sea piragüismo o ciclismo.

Este parque está más alejado del centro de Pamplona, pero merecerá la pena ir a visitarlo. En honor a la ciudad de Yamaguchi, en Japón, es un espacio de estilo oriental con elementos propios de la cultura del Extremo Oriente, como la azumaya (caseta sobre el estanque) o el taki (cascada).

Cerca de este espacio se encuentra el Planetario, inaugurado en 1993 y que posee una de las cúpulas más grandes del mundo, con 20 metros de diámetro.

Los alrededores de Pamplona también son una muestra de una gran belleza y pueden servirte de desconexión durante la semana de Sanfermines. Un ejemplo es el Valle de Utlzama, con capital en Larraintzar, a 25 kilómetros de Pamplona.

Sin embargo, se trata de una zona para visitar cada pueblo, como Zenotz o Eltso-Gerendiain, y fijarse en la arquitectura de sus casas y disfrutar su gastronomía. Además, dentro de este valle se encuentra el Bosque de Orgi, lleno de senderos listos para recorrer.

Seguir el curso del Arga puede llevarnos a descubrir lugares increíbles. Si nos acercamos a la frontera con Francia, nos encontramos con el Bosque Quinto del Real, enclavado en el valle del Erro y vecino a los Pirineos Atlánticos.

En esta zona, te recomendamos pasarte por Eugi, un pueblo a orillas del embalse del mismo nombre pero con un encanto especial. A pocos kilómetros y dentro de un hayedo, puedes visitar la Real Fábrica de Armas de Eugi, utilizada para la fabricación de munición para cañones y armas ligeras de hierro. Se utilizó durante el siglo XVIII.

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